Ciencia forense
¿Cómo detectar, a través de los datos biométricos, la verdadera identidad de las personas?
Los datos biométricos son los datos biológicos de una persona que corresponden a sus características únicas y se utilizan para reconocer su identidad personal.
Por Néstor Vidal*
El siguiente artículo y apoyado en el estudio que realiza la ciencia criminalística en cientos de miles de seguimientos de perfiles falsos, explica cómo se detecta a través de los datos biométricos la verdadera identidad de las personas.
La ciencia forense sigue avanzando a la par de Google, selfies, Facebook, Twitter, Tic Toc y el correo electrónico. Por ello emparejar nuestra identidad en nuestras cuentas sociales, bancarias y de otros organismos estatales, las que están mayoritariamente vinculadas a nuestros celulares, es fundamental dicha certificación.
¿Cómo funciona la validación geométrica?
Los datos biométricos son los datos biológicos de una persona que corresponden a sus características únicas y se utilizan para reconocer su identidad personal.
Hoy en día, gracias a la tecnología, es posible identificar a una persona a través de sus datos biométricos de manera digital y remota, usando sus huellas dactilares, rostro e incluso su voz.
Las empresas están adoptando soluciones que usan datos biométricos para identificar a las personas, ya que en el actual mundo digitalizado brindan mayor seguridad, protegen su información, y ofrecen una mejor experiencia a sus clientes.
A continuación, explico algunos ejemplos del uso de los datos biométricos:
- En los bancos, para brindar acceso a sus usuarios a las plataformas en línea que les permiten realizar transacciones.
- En las empresas, para identificar a sus trabajadores y darle acceso a la información sensible del negocio.
- En los gobiernos, para realizar trámites que garanticen que la persona sea quien dice ser.
- En las instituciones educativas, para identificar a sus estudiantes durante exámenes vía remota.
- En los comercios electrónicos, para verificar que la persona que está realizando una compra y pago sea real.
De esta manera, los datos biométricos también sirven como mecanismo de protección, ya que son difíciles de duplicar o robar, brindando altos niveles de seguridad en las operaciones que se realizan a través de medios digitales.
La importancia de la biometría está creciendo de manera exponencial, ya que se ha convertido en aliada de diferentes industrias como solución para sus necesidades de verificación de identidad digital.
Si miramos la historia, en los inicios del año 1980, en diferentes países se implementó una tecnología impactante para la época: los policías tenían un sistema en el cual podían registrar y almacenar datos de las personas mediante su huella dactilar.
Es así como comenzó el desarrollo de lo que hoy conocemos como biometría hasta evolucionar a su versión digital, convirtiéndose en un mercado que no ha parado de crecer. Actualmente, tiene un rol protagónico en industrias como la banca, salud, inmobiliaria, etc., y en el sector gubernamental.
De acuerdo con datos de Statista, en año 2020 el mercado global de tecnología biométrica estaba valorado en $36,6 mil millones de dólares, con una proyección de crecimiento anual de un 25%. Estimándose que en el año 2027 el mercado de la biometría estaría valorado en cerca de $55,5 mil millones de dólares.
Solo en la línea de verificación de identidad por reconocimiento facial, se estima que alrededor de 1300 millones de dispositivos soportarán esta tecnología en el año 2024, lo que conlleva a que, en este mismo año, el reconocimiento facial sea valuado en $7 mil millones de dólares. Por otro lado, el sistema de verificación de identidad con huella dactilar sería soportado por 4600 millones de dispositivos para el presente año 2024.
Este acelerado crecimiento se debe a que cada vez son más las industrias que están migrando a la digitalización de procesos y enfrentando el riesgo de suplantación de identidad. Algunos ejemplos son: los programas de visas electrónicas que buscan controlar la migración ilegal, la verificación de identidad digital para otorgamiento de créditos bancarios, la rendición de exámenes académicos de manera remota, entre otros casos.
Si bien, de acuerdo con un estudio realizado por Mastercard y la Universidad de Oxford, el 78% de los consumidores considera que el reconocimiento facial es un sistema seguro, y un 93% cree que la huella dactilar también lo es, se continúan desarrollando nuevos mecanismos en la búsqueda de obtener mayor precisión en la verificación de identidad.
Así, el análisis de iris ya se viene usando por algunos gobiernos en Latinoamérica para la identificación de sus ciudadanos en aeropuertos, y el reconocimiento de voz está siendo adoptado por entidades bancarias para reducir la posibilidad de suplantación de identidad.
Hoy en día, hablar de suplantación de identidad se ha vuelto más común, ya que, con el auge de la digitalización y el crecimiento de la actividad en internet, estamos más expuestos a ser víctimas de fraudes a nivel personal y empresarial.
La suplantación de identidad es un delito que ha escalado a nivel digital y se trata de apropiarse indebidamente de la identidad de una persona para actuar en su nombre, lo cual se logra interfiriendo un sistema informático o a través de métodos de engaño para obtener los datos personales de un individuo.
Es por esto por lo que, en la actualidad, la seguridad de la propia identidad es una prioridad. Así lo confirma una encuesta elaborada por Statista entre los años 2022-2023, que encontró que alrededor de 7 de cada 10 personas en el mundo se sienten más vulnerables a un robo de identidad hoy en día que años atrás.
Una experiencia de suplantación de identidad tiene un impacto personal, pero también puede alcanzar a la empresa donde trabajas, ya que, al obtener tus datos personales, como por ejemplo contraseñas, puede abrir muchas vías de acceso a los ciberdelincuentes.
¿Cómo afecta la suplantación de identidad?
Una situación de suplantación de identidad puede impactar de manera exponencial a una empresa, ya que el acceso a su información confidencial, como: estados financieros, datos de clientes, conocimientos y habilidades internas, etc., puede desencadenar en una inestabilidad operativa y pérdidas económicas.
De acuerdo con una encuesta de Statista realizada en el año 2023 a líderes de seguridad de la información de empresas en el mundo, el 70% de las organizaciones afirmaron estar en riesgo de ciberataques en los próximos 12 meses, cifra que ha crecido en un 20% comparada con el año anterior.
Los ciberataques a las empresas son más frecuentes entre las pequeñas y de mediano tamaño, según el estudio Costo de la Ciberdelincuencia de Accenture, que estima que el 43% de los ataques están dirigidos a este tipo de negocios, de los cuales solo el 14% está preparado para sobrellevar la situación.
La suplantación de identidad puede penetrar a gran escala en la seguridad de una empresa, pero en la misma medida, la tecnología ha avanzado con soluciones para prevenir este tipo de escenarios, como el uso de biometría digital para verificaciones de identidad con un alto nivel de precisión.
¿Cómo evitar la suplantación de la identidad?
Frente al riesgo potencial de enfrentar una suplantación de identidad, es necesario tomar medidas preventivas que ayuden a aumentar la seguridad en nuestras actividades en internet.
A continuación, compartiré algunas recomendaciones:
- Usar contraseñas seguras que incluyan símbolos, números, letras mayúsculas y minúsculas.
- Evitar responder cualquier comunicación que recibamos de una fuente poco confiable, hasta asegurar su veracidad.
- Acceder a sitios personales como cuentas bancarias o login en correos electrónicos solamente desde redes privadas y no públicas.
- Utilizar, para el caso de los correos corporativos, verificación en 2 pasos o más.
- Desbloquear tu smartphone con verificación dactilar o facial, para mayor seguridad.
- Además de estas recomendaciones, es necesario que las empresas cuenten con un sistema de verificación de identidad para evitar los fraudes por suplantación.
*“Centro de Investigación Forense y Tecnología del Tránsito”.
