Historia
A 45 años del rol histórico del Cardenal Samoré en la paz entre Argentina y Chile
Su intervención, avalada por el Papa Juan Pablo II, evitó una guerra inminente, logrando que ambos países firmaran el Tratado de Paz y Amistad en 1984.
En un giro histórico crucial, la intervención del Vaticano, liderada por el Papa Juan Pablo II y su enviado el cardenal Antonio Samoré, evitó un inminente conflicto bélico entre Argentina y Chile por la disputa de las islas al sur del Canal de Beagle.
La escalada de tensiones había alcanzado su punto crítico el 21 de diciembre de 1978, cuando la flota argentina se preparaba para una invasión en medio de una tormenta, mientras Pinochet recibía informes sobre la hostilidad en ciernes. A pesar de los esfuerzos del episcopado de ambos países y del llamado a la paz del Papa Juan Pablo II el 2 de diciembre de 1978, la guerra parecía inminente.
La sentencia arbitral sobre el litigio del Canal de Beagle en mayo de 1977 había provocado indignación en el gobierno militar argentino y entre figuras políticas destacadas como Raúl Alfonsín, Miguel Unamuno, Eloy Próspero Camus y Roberto Ares.
Sin embargo, la noche del 21 de diciembre de 1978, el Papa recibió las respuestas de los dictadores Videla y Pinochet, aceptando su mediación. El Pontífice envió un mensaje de paz y anunció el envío del cardenal Antonio Samoré como representante personal.
Hoy se conmemoran 45 años de la firma del acuerdo por el cual 🇨🇱 y 🇦🇷 pidieron la mediación de S.S. Juan Pablo II para buscar una solución pacífica a sus diferencias fronterizas. El cardenal Samoré, recordado por el paso internacional cercano a Bariloche, fue el enviado papal. pic.twitter.com/ovQz0GxT4q
— Consulado General de Chile en S. C. de Bariloche (@ConsulBariloche) January 8, 2024
"Alcanzo a divisar una luz de esperanza al final del túnel", expresó Samoré al llegar a Buenos Aires cinco días después del llamado a la paz, manteniendo reuniones cruciales con las delegaciones de ambos países.
Tras un período de 15 días de incertidumbre, el 8 de enero de 1979, los cancilleres de Argentina y Chile se reunieron en Montevideo con el enviado del Vaticano. Firmaron el Acta de Montevideo, solicitando la intervención del Vaticano para encontrar una solución pacífica, comprometiéndose a no usar la fuerza y a restablecer el statu quo militar de comienzos de 1977.
Esta intervención decisiva del Papa puso fin a una semana de alta tensión. Samoré desempeñó un papel clave en este proceso diplomático.
A pesar de la dedicación del cardenal Samoré por conseguir la paz, falleció sin saber que había logrado detener la guerra. El tratado de Paz y Amistad entre ambos países finalmente se firmó en 1984, honrando la impecable labor diplomática de Samoré al bautizar el Paso Internacional con su nombre.
La historia recordará el valioso papel desempeñado por el cardenal Samoré para evitar un conflicto devastador entre Argentina y Chile, uniendo a ambos países en un tratado de paz que puso fin a años de tensión y disputas territoriales. (ANB)
