Héroes de la ruta 40: choferes de Albus rescataron a un cóndor herido

En un día que parecía ser como cualquier otro, Luciano Romero y Andrés Kopecky, conductores de un colectivo de larga distancia de la empresa Albus, del grupo Vía Bariloche, se convirtieron en héroes inesperados. El pasado domingo, en su ruta desde Neuquén hacia Aluminé, estos choferes protagonizaron un rescate poco común al salvar a un cóndor herido.

Cerca de la intersección de la ruta 40 con la 46, los conductores divisaron un bulto negro al costado del camino. Inicialmente, pensaron que podría ser cualquier objeto perdido por algún turista, pero al acercarse descubrieron que se trataba de un cóndor, la emblemática ave de los Andes, que yacía inmóvil y herido.

Con aproximadamente 20 pasajeros a bordo, Romero y Kopecky no dudaron ni un instante y detuvieron el colectivo para asistir al ave. "Cuando vimos que era un cóndor, volví para atrás. Detuve la marcha y tomé una manta que siempre llevo en la valija y nos bajamos para ver en qué estado estaba", dijo Luciano en diálogo con ANB.

Observaron que el cóndor tenía sangre en su boca y no podía volar. Ante la falta de herramientas específicas para un rescate de este tipo, improvisaron con una manta para cubrir y manejar al animal con seguridad. "Estaba con la cabeza caída, así que le junté un poco las alas y lo envolví. También para que no me rasguñe o me pegue si hacía un aleteo, porque es una animal muy grande", dijo el conductor.

El animal fue encontrado a 800 metros de la intersección de las rutas 40 y 46. Foto: gentileza.

Romero tomó al cóndor en brazos y regresó al colectivo, mientras Kopecky, demostrando gran compañerismo, asumió el mando del volante. Según relató, cuando quedaban dos horas de viaje hacia su destino final, decidieron desviar su ruta y dirigirse al Parque Nacional Laguna Blanca, un sitio conocido por su capacidad de manejar casos de fauna en peligro, que se encontraba a unos 8 kilómetros de distancia.

Romero aseguró que al estar a 10 minutos del Parque Nacional, decidieron realizar el desvío, "por la distancia que todavía teníamos y porque el animal ya había tenido bastante sufrimiento con el calor y por los caranchos y chimangos que le estaban dando vueltas y lo habían picoteado un poco, ya iba a ser más traumático".

En el trayecto, el cóndor, bajo el efecto del aire acondicionado del vehículo, comenzó a mostrar signos de recuperación, moviéndose más y hasta levantando su cabeza, según narró Romero. Al llegar al Parque Nacional Laguna Blanca, el personal especializado los esperaba. Los brigadistas tomaron al cóndor y lo trasladaron a un galpón para brindarle los cuidados necesarios, con la intención de enviarlo posteriormente a un centro de recuperación en Bariloche y luego a Buenos Aires.

Una vez cumplida su misión, Romero y Kopecky continuaron su viaje hacia Villa Pehuenia. Sin embargo, la preocupación por el cóndor los llevó a llamar nuevamente al Parque, donde les informaron que el animal había mejorado significativamente, mostrando mayor lucidez y capacidad de movimiento. (ANB)