sábado 4 de mayo de 2024

Matías Carabajal fue condenado a la pena máxima por la muerte de Celeste y Rodrigo

El hombre volvió a pedir perdón a los familiares de los jóvenes que murieron producto del impacto con el vehículo.

miércoles 29 de noviembre de 2017
El hecho ocurrió el 9 de septiembre en la avenida Bustillo.
Fotos: Emiliano Rodríguez.
Fotos: Emiliano Rodríguez.

“Celeste y Rodrigo tenían un futuro lleno de sueños, pero hace poco más de dos meses, Matías Carabajal decidió tomar su auto sin licencia ni seguro  y conducir por Bustillo a 93 kilómetros por hora. Matías los mató”, comenzó la fiscal Betiana Cendón en la audiencia que congregó a una gran cantidad de familiares y amigos de los jóvenes que perdieron la vida el 9 de septiembre.

La audiencia sucedió con rapidez y los testigos se sucedieron relatando lo ocurrido la fatídica noche del 9 de septiembre. Celeste y Rodrigo habían salido de trabajar y volvían a su casa, cerca de las 4 por la avenida Bustillo, cuando se encontraron de frente con un Fiat Uno que transitaba a más de 93 kilómetros por hora.

Los jóvenes murieron en el acto debido a las graves heridas recibidas. Rodrigo Pereyra estaba tendido al costado de la ruta, mientras que el cuerpo de Celeste Domínguez fue encontrado recién al mediodía siguiente, en cerco de una vivienda particular. El dolor de la familia y la indignación social trascendieron de inmediato ante dos nuevas víctimas de accidentes viales.

Matías Carabajal Rosciani admitió su responsabilidad y además pidió perdón en reiteradas ocasiones, pero “tiene en su contra todos los agravantes”, consideró el presidente del Tribunal, Héctor Leguizamón Pondal.

Uno de los peritos que atestiguó este miércoles, Néstor Vidal, consideró que las cubiertas del vehículo no estaban en condiciones para circular y agregó que la motocicleta en la que se trasladaban las víctimas intentó frenar, pero no logró impedir el impacto.

Carlos Catini, el director de Transporte del municipio, explicó que al enterarse del siniestro vial, el apellido del conductor “me sonaba por haberlo visto en algunos informes de alcoholemia”. Al chequear la información, el funcionario municipal pudo cerciorarse de que “el carnet estaba retenido y había sido infraccionado en dos ocasiones por alcoholemia positiva”, afirmó.

El vehículo de Carabajal había sido retirado del playón municipal tras pagar el acarreo este invierno, pero el joven nunca retiró su licencia de conducir de la Subsecretaría de Tránsito.

“¿Cómo eran Celeste y Rodrigo?”, le preguntó la fiscal a Nancy Albornoz, compañera de trabajo de los jóvenes. “Tenían grandes proyectos de vida, eran excelentes compañeros de trabajo”, resumió la mujer y añadió que “Cele era una mamá feliz, con muchos sueños”.

Para Cendón, el accidente fue una “crónica de dos muertes anunciadas” ya que el conductor incumplió con numerosas pautas, como la licencia necesaria para manejar, tener seguro y no beber alcohol. “Hoy ni Celeste ni Rodrigo están con nosotros por una acción temeraria” sostuvo y agregó que “a Carabajal nada le importó. Es una amenaza social”.

Además, la fiscal consideró que las muertes de Celeste y Rodrigo “tuvieron impacto en la conciencia social” y que desde entonces, “no se registraron muertes en hechos similares”.

Para la defensa en cambio, “con esto no se logró que no ocurran más casos, creo que mandando a alguien a la cárcel no se va a ayudar a que esto se solucione”, indicó y remarcó en dos oportunidades que “Matías no es un asesino, es un infractor”.

“Estoy muy dolido y pido disculpas de todo corazón, me siento muy mal y tengo que convivir con eso. Yo no salí con intención de hacerle daño a nadie”, finalizó Carabajal Rosciani.

Finalmente, tras una corta deliberación, el Tribunal decidió condenar al joven a seis años de prisión y 10 años de inhabilitación para conducir, mientras en la sala se escucharon aplausos y el llanto de los familiares y amigos de las víctimas. (ANB)

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