sábado 27 de abril de 2024

Cambios

El peronismo no pudo contra el peso de su propia realidad

El cambio de gobierno trajo consigo críticas, esperanzas y gran incertidumbre sobre el futuro del país en los próximos cuatro años.

sábado 16 de diciembre de 2023
El peronismo no pudo contra el peso de su propia realidad
Foto: Border Periodismo.
Foto: Border Periodismo.

Por Tobias Fuentes Llebana*

Luego de la asunción de un nuevo presidente y de la exposición de las medidas a tomar por parte de un nuevo ministro de Economía, vinieron consigo aquellas reacciones provenientes de distintos sectores de la sociedad que tienden a venir acompañadas de la llegada de una nueva gestión. Desde críticas hasta paros, desde anhelos de esperanza por un país mejor, pero sobre todo, incertidumbre sobre lo que podría pasar de acá a los próximos cuatro años.

Desde ya que la asunción de Javier Milei vino acompañada de la asistencia de distintos líderes políticos y de opinión en el panorama internacional, así como también de la euforia y alegría de un gran sector de la sociedad argentina que, ya sea por convicciones propias o simplemente por deseos de un futuro mejor, optaron por dar un cambio hacia aquel candidato que, en teoría, se presenta como una alternativa a los mismos de siempre.

Sin embargo, considero que, más que una alternativa, fue el anhelo hacia una mejora para el país lo que trajo consigo este cambio tan rotundo en nuestra política nacional. Y es que este resultado no solo es histórico por su desenlace, sino que lo es aún más por su desarrollo.

El peronismo, aquella tradición, aquella doctrina hegemónica que había marcado la pauta durante gran parte de nuestra historia, se vio enfrentado por un enemigo al que muy difícilmente le iba a poder hacer frente, el peso de su propia realidad.

Y es que se le hace muy cuesta arriba hacerle frente a un candidato tan mediático cuando se gestiona de manera tan paupérrima.

Desde escandalosas declaraciones hasta desastrosas políticas, si algo trajo consigo el gobierno del ahora ex mandatario Alberto Fernández fue la personificación de la incompetencia, en donde se deja un panorama francamente alarmante para cualquiera que vaya a hacerle frente a estos cuatro años de gestión. En donde 5 de cada 10 niños son pobres, en donde el salario que gana un laburante no le alcanza para sustentar a su familia, en donde aquel que quiere emprender un negocio se encuentra con las trabas de un sistema que se lo imposibilita, mientras la cúpula política brindaba en plena pandemia.

El peronismo firmó la que en términos numéricos fue la peor elección de su historia, siendo prácticamente un milagro que hayan podido forzar un ballotage, lo que nos da indicios de que más que un triunfo rotundo el liberalismo, fue una derrota general del oficialismo. Una derrota que refleja el descontento y desilusión de un gran sector que esperaba un país mejor, que votó convencida no del candidato, sino de quien no estuvo capacitado para gobernar.

La juventud, aquel capital político, aquel colectivo que durante años se jactó el peronismo de tener bajo sus filas, ahora lo abandonó y se pasó hacia el nuevo bando, el bando del “cambio”, de la “libertad”, el laburante raso que durante años fue el pilar fundacional de la doctrina, ahora opta por cambiarse de bando, reflejando una vez más el desastre que fueron para el peronismo, estos últimos cuatro años de gestión, quien ahora tendrá que ocupar el rol de espectador de una nueva gestión que tiene la difícil tarea de resolver la situación paupérrima que ha heredado.

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