lunes 20 de mayo de 2024

La Fragua

Un proyecto familiar propone descubrir paisajes de estepa y cordillera a caballo

Un desayuno con tortas fritas, una cabalgata por paisajes increíbles y un asado patagónico forman parte de un emprendimiento rural cerca de Villa Llanquín.

sábado 10 de junio de 2023
Un proyecto familiar propone descubrir paisajes de estepa y cordillera a caballo
La familia Peralta comenzó con este proyecto hace poco más de un año. Fotos: gentileza.
La familia Peralta comenzó con este proyecto hace poco más de un año. Fotos: gentileza.
Por Claudia Olate

Conocer la estepa desde otro lugar, desde otra forma, con una experiencia distinta y sobre todo, inolvidable. Esa fue la idea con la que los hermanos Alfredo y Javier pensaron en un emprendimiento familiar, algo que les permita vivir en el campo donde nació su padre y donde sus abuelos llegaron a principios del siglo pasado.

“Somos originarios de La Fragua abajo, estuvimos fuera del campo casi 30 años, nos desalojaron cuando éramos chicos por un problema con mi viejo y decisiones que había tomado con la tierra”, contó Alfredo en diálogo con ANB.

Cuando la familia fue desalojada, los reubicaron en Bariloche, pero poco tiempo después, volvieron a otro sector de La Fragua, donde vivía el abuelo de los hermanos que hoy encabezan este proyecto.

Alfredo recuerda que desde muy chico, cuando tendría 15 o 16 años, le pidió una autorización a su padre Juan Domingo Peralta, para iniciar los trámites de recuperación de la tierra que sirvió de cobijo a varias generaciones de su familia.

El campo de la familia Peralta se encuentra a unos 5 kilómetros de Villa Llanquín. Foto: gentileza.

Así empezó un camino arduo y muchas veces, con trabas que puso el mismo Estado. “Pasamos como 15 años enviando notas a Tierras y nunca tuvimos una respuesta”, relata el hombre. Fue varios años después cuando un trabajador del área les indicó que los papeles nunca habían salido de Bariloche. “Me di cuenta de que estábamos siendo totalmente ignorados”, contó.

Esto lo motivó a viajar a Viedma y empezar allí, nuevamente los trámites. Luego, la gente que vivía en el lugar se marchó y el campo estuvo deshabitado por al menos, unos 10 años. “Es complicado para vivir, no es fácil como la gente piensa a veces”, cuenta Alfredo.

Así fue como retornaron. Primero, su padre y su tío, hace unos 13 años. Vivieron la erupción del volcán Puyehue en ese lugar, “fue lo más duro”, recuerda y añade que “siempre hubo mucho abandono del Estado. Estamos en una línea intermedia entre Llanquín y Pilcaniyeu y eso fue siempre una excusa”, señala.

De todas maneras, tanto su padre como su tío, no tenían proyectos para el lugar y la vida rural se tornó cada vez más compleja. Así, decidieron volver con su hermano, aunque sus vidas también transcurrían “yendo y viniendo” de la ciudad al campo.

"Tenemos un lugar maravilloso", dice Alfredo Peralta. Foto: gentileza.

“Hace unos 6 años, arrancamos de nuevo, hicimos una casa, todo fue muy difícil. Pudimos invertir en hacer un camino bueno, así que se llega en vehículo, todo a pulmón porque conseguir una máquina del Estado, era imposible”, detalla.

Javier, quien vive en el lugar, de a poco pudo tener algunos animales, pero vivir de esto también se pone cuesta arriba en el campo, así que comenzaron a pensar qué otra vuelta de rosca podían implementar para tener una mejor calidad de vida.

“Gracias a Dios pudimos hacer una casa para que él esté cómodo. Pero es difícil sustentarse con animales solamente”, cuenta Alfredo y añade que como él tenía experiencia en turismo y atención al público, decidieron emprender este proyecto.

Las cabalgatas se hacen en grupos mínimo de unas 5 personas. Foto: gentileza.

“Dijimos “qué armamos?” la idea era mostrar el paisaje agreste, que es muy difícil para vivir, pero que se puede, si te administrás, se puede”, señala y agrega “queríamos que la gente vea la vida de campo, que puedan ver gallinas, ver la época de parición, de esquila, que vean cómo es vivir allá y todo lo que lleva”, añade.

Así surgió, hace poco más de un año, este emprendimiento que invita a vivir la estepa desde otra manera, conocer los lugares que no imaginamos que hay más allá de las casas que dan vida a Villa Llaquín.

Es una propuesta de día completo para disfrutar de la estepa. Foto: gentileza.

“Es un lugar hermoso y que no lo ves hasta que no llegas. Donde está la casa, todo lo que hay, solo lo ves cuando estás ahí”, dice el hombre y añade que su hijo, de solo 9 años, es un fanático del campo, de las cabalgatas y hasta oficia de guía a quienes los visitan, contándole todo sobre su familia allí.

“Ofrecemos la cabalgata que es nuestro fuerte. Cuando la gente hace cabalgatas, siempre duran 20 minutos o media hora, y nos parecía que no podía ser, queríamos una cabalgata de verdad. Se acompaña el desayuno con tortas fritas, pan casero, dulces caseros. Calculamos una actividad de unas 6 horas. Hacemos una caminata a una cascada y formaciones rocosas que hay por la zona. Uno ve a la gente que disfruta y nos damos cuenta de que tenemos un terrible lugar”, dice Alfredo.

La cabalgata se corona con un exquisito asado patagónico. Foto: gentileza.

Para hacer las salidas, se debe contar con un grupo mínimo de personas. “Mínimo 5 o 6 personas tienen que ser, hasta 14 podemos llevar de cabalgata”, explica y añade que disfrutan mucho del proyecto, “nos está enseñando muchas cosas, el sacrificio, lo que le gusta la gente”.

“Quisiéramos trabajar más, pero estamos contentos. De a poco vamos dándonos a conocer más”, contó. La mayoría de las personas, cuenta Alfredo, son de Bariloche o la zona, que quieren conocer más el lugar. “Tuvimos gente re macanuda de acá que se organizan y no ponen peros ni nada porque saben que es difícil”, agrega.

El proyecto se mantiene mientras el clima lo permita y se disfruta siempre de una experiencia distinta. “El lugar es especial, ojalá y Dios quiera se pueda seguir”, finaliza Alfredo. (ANB)

 

Para consultar por la excursión: Alfredo Peralta 2944 169843

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