viernes 26 de abril de 2024

¿Estoy dispuesto a hacer un cambio?

Alcanzar un equilibrio, aprender a comer y disfrutar de los sabores.

domingo 03 de julio de 2016
¿Estoy dispuesto a hacer un cambio?

Los motivos son variados, a veces más o menos urgentes o vitales. El asunto es, si más allá de una razón existente para ir a la consulta, la persona está motivada a hacer el cambio que sea necesario para lograr lo que ha venido a buscar.

¿Qué aspectos debo tener en cuenta para lograr cambios reales y efectivos para la salud en mis hábitos alimentarios? Lo primero debe ser estar en coherencia, o sea, preguntarme realmente si quiero cambiar mis hábitos.

Parece una tontería pero no lo es, a mi parecer es el paso más difícil al iniciar un cambio, ya sea un tratamiento para bajar masa adiposa, un tratamiento para diabetes, etc. No existen las soluciones mágicas ni tampoco los comportamientos mágicos. Como suelo decir muchas veces, bajar de peso puede hacerlo cualquiera, el asunto es mantenerlo. Si el cambio que hice para bajar de peso no es real ni duradero, entonces fácilmente voy a recuperar el peso perdido en cuanto me relaje y sienta que llegué al peso deseado.

Esto nos lleva al segundo punto a tener en cuenta: formular un objetivo posible de realizar en corto, mediano y largo plazo. Esto sirve para poder distinguir el árbol del bosque. Si logro a largo plazo modificar y establecer hábitos alimentarios más saludables, seguramente como objetivo de corto o mediano plazo tendré un peso adecuado o niveles estables de glucosa en sangre, por dar ejemplos. Y estos objetivos no solo se lograrán sino que además serán duraderos.

Asi llegamos al tercer punto, si lo que busco es un cambio real y duradero a largo plazo, entonces no voy a hacer “dieta” ni tampoco tendré alimentos “prohibidos”. Como casi todo en la vida, se debe buscar un equilibrio, aprender a comer, a disfrutar de sabores, texturas, reuniones, cumpleaños y demás cuestiones sociales o emocionales que involucren el comer pero en forma consciente.

Debemos quitar la ansiedad, tener la calma y confianza para saber con certeza que ningún cambio real se logra de la noche a la mañana. Somos aprendices de nosotros mismos, estamos en un proceso de aprendizaje y debemos permitirnos errores y aciertos. De a un cambio por vez sería lo más lógico o posible. El orden no es por importancia, cada uno de ustedes le dará la suya.

¿Qué pasos puedo comenzar a hacer?

1-Quitar el pan, tostadas, galletitas o grisines de la mesa en las comidas. Dejar este tipo de harinas para desayuno o merienda y consumirlas con medida.

2-Quitar el salero y aderezos de la mesa en las comidas. Reeducar esa costumbre de salar o aderezar muchas veces sin necesidad.

3- Realizar las 4 comidas diarias: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Y que la cena sea menor cantidad que el almuerzo.

4- Incluir todos los días en mi alimentación frutas y vegetales frescos con variedad de colores, proteínas bajas en grasas saturadas y variedad de granos y frutas secas.

5- Consumir un mínimo de 4 a 5 vasos grandes de agua potable por día. De acuerdo a los requerimientos esto va a variar. Evitar gaseosas y jugos azucarados.

6- A la hora de comer, hacerlo sentado, sin monitores (tv,computadora, Tablet, celular, etc). Evitar comer rápido, disfrutar de cada bocado, masticando bien.

7-Aprovechar la hora de la comida como el momento de encuentro con nuestra familia o amigos. Mirarnos a las caras, compartir una linda charla es parte de nuestro ritual cultural alrededor de la mesa y se está perdiendo.

¿Qué paso estás motivado a dar hoy?

Hasta la próxima

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