viernes 26 de abril de 2024

PSICOLOGÍA

¿Qué es el amor? Parte II : El amor en la pareja- el amor erótico

Cuando se trata de la Pareja, creo que lo esencial, no debería ser invisible a los ojos. Llega la segunda parte de las columnas del psicólogo Gustavo Marín para pensar nada más y nada menos que este tema.

domingo 15 de mayo de 2016
¿Qué es el amor? Parte II : El amor en la pareja- el amor erótico

Si fuera médico, daría recetas, pero como psicólogo no, aquí me acerco más al filósofo que reflexiona y ayuda a sentipensar las cosas que suceden y me suceden, quizás, tomando la distancia óptima necesaria para Ver, y luego tomar el impulso y dar el salto. En realidad no me pienso (y espero no me piensen) como un corrector de conductas, que dice que hay que hacer, como si existiera un manual de cómo vivir y yo lo tuviera a mano. Estamos en un momento de apertura, se hablan y dicen cosas que antes no se decían, existen modelos de vida, modelos teóricos, terapéuticos y médicos, de educación, economía, que se están cayendo, que está a las claras que no dan resultado, y esto nos coloca en un lugar de desconcierto, de desamparo, pero también de oportunidad de crear algo nuevo y más coherente con nuestra verdadera naturaleza de humanos amorosos y conscientes.

Pienso y comparto: hay un Amor con Mayúsculas y un amor con minúscula (sin desvalorizarlo). El Amor con Mayúsculas es el que desarrollé en la columna anterior, es el Amor que hace honor a su etimología, que nunca muere, porque tampoco nació, porque es infinito y eterno, y es lo que dio origen y sostiene todo, y es el Amor que ansiamos encontrar para hallar la plenitud. Como he dicho, ese Amor trascendental no está escondido, esta todo el tiempo presente, solo tendremos que sintonizarlo. El amor con minúsculas, es el amor entre humanos y aquí nos concierne el amor erótico o si se quiere de pareja. Este amor puede llegar a ser un camino para sintonizar con el Gran Amor, pero no es el único camino, ni una seguridad. Quizás cuando nos enamoramos, estamos en pleno contacto con ambos Amores. El psicólogo Erich Fromm fue uno de los primeros investigadores del amor, que lo demostró con su libro “El arte amar”. Fromm dice claramente que cuando uno ama a su pareja, supongamos a una mujer, a través de ella, se ama a todas las mujeres, y si así no fuera, eso no sería amor. En sus palabras: -Si puedo decir a alguien “Te amo”, debo poder decir, “Amo a todos en ti, a través de ti, amo al mundo, en ti me amo también a mí mismo”.-1 Es a lo que me refería de que el amor con minúsculas, puede conducir a sintonizar con ese Gran Amor, que ama todo lo existente sin restricción. Pero el amor con minúscula, es frágil, difícilmente dure toda la vida (y más ahora que cada vez se vive más, y tenemos menos mandatos). Quizás es más factible que dure más el amor a los hijos/as, a las amistades que a las parejas; y eso no quita que el amor a una pareja pueda ser sumamente intenso, pleno y enriquecedor, lo importante ya no es la cantidad, sino la calidad de la relación.

Este amor erótico se escapa a nuestra voluntad humana, así como misteriosamente aparece como un rayo, así misteriosamente puede desaparecer. Claro está, que mientras está, algo puede hacerse para alimentarlo, como sería mantener el fuego que fue encendido por el rayo. Y es que en la relación de pareja se dan las dos cosas, un sentimiento profundo que incluye esa atracción física e individual por él otro, y a la vez una actitud de compromiso, de respeto, de trabajo para ser mucho más que dos. Hoy en día existe una gran cantidad de bibliografía sumamente capacitada sobre la temática de pareja que es comprensible para la gran parte de la población, y así contamos con autores como Walter Riso, Joan Garriga, Silvia Salinas, Sergio Sinay, Clara Coria, Enrique Rojas, Graciela Moreschi, Thomas Moore, por nombrar algunos. Y algo que todos coindicen es que la pareja es una construcción social, lo que significa que es un producto cultural (no algo dado o vivido como natural), que ha venido cambiando ha a través de la historia, del tiempo y lo seguirá haciendo. Hoy estamos en pleno cambio, nos encontramos en una transición, todavía conviven viejos mandatos, formas de relación, expectativas habituales que tenían nuestros padres y abuelos, con nuevos modelos de vinculares, con nuevas reglas de relación que todavía no están del todo estructuradas, son incipientes.

Es por ello que se dice que “la pareja está en crisis”, porque el viejo paradigma no murió y el nuevo paradigma no terminó de nacer y mucho menos consolidarse, y en una misma pareja conviven ambos modelos que producen fricción (con uno mismo y con el otro). Y otra cosa en que coinciden los autores, es que se sigue dándole demasiado espacio a la pareja en la vida de las personas, se sigue teniendo mucha expectativa en que la pareja, nos dará la plenitud o la realización que esperamos en la vida.

Algo que antes se esperaba más de la familia, ahora se espera de la pareja. Y claro, esto no es bueno. Como decía Jung, la vida consiste en un proceso de individuación, al que refiero como Camino hacia el Sí Mismo2, y ese camino es individual, nadie lo puede recorrer por nosotros, ni decirnos por donde ir y es lícito descubrirlo y andarlo solo (con el riesgo de que nadie venga al rescate cuando nos perdamos), y también es legítimo hacerlo en compañía, si es una compañía amorosa que estimula ese camino, hasta a veces con cierta fricción, pero que no implique un desgaste o una pérdida de energía y dirección. He visto demasiadas veces que el sentido de vida de las personas consiste en tener o no tener pareja (aquí aparece también la idea de posesión), todos sus conflictos están ahí, todo, su felicidad, su auto-realización, su búsqueda, su proyecto de vida, todo está puesta allí. Entonces la pareja se ha vuelve una obsesión, una adicción, una simbiosis, y se le pide y exige demasiado. Algo de esto es notable de ver en la película (o leer libro) “Comer, rezar y amar”. Pero no están mejor aquellos, que por evitar las sacudidas del amor, y vivir una vida sin sobresaltos, “controladamente” evitan entrometerse en la vida alquímica de una relación íntima, rechazan la pareja por no abrirse a los torbellinos misteriosos que entusiasma y embriaga a nuestro corazón y desafía a la razón. Dicha evitación los hace terminar enamorados de sí mismos como Narciso de su imagen que se ahogó en ella, sin poder conocer sus sombras y sus luces, ni transformar las heridas en perlas, aquí el miedo al amor es patente y domina.

Si hay algo que funciona en la pareja es “la sinceridad”. La Verdad a veces incomoda, por ello, la sinceridad puede ser dolorosa, pero siempre sana, y cuando sana, la vida se hace más amplia, luminosa y profunda. Las parejas mantienen contratos de relación de forma explícita (se habla de ello) o implícitamente (se da por sobre-entendido). Una de esas reglas, es la de ser fiel al otro, algo tan raro y difícil de cumplir, porque creo que las personas debieran ser fiel solo a sí misma, y al otro solo le debo sinceridad. Sinceridad sobre cosas fundamentales y esas “fundamentales” son las que tienen que acordar en la pareja con madurez. Es necesario sobreponerse del miedo al otro, afrontar los conflictos, y Ser quien realmente somos, y no es necesario disminuirnos para que nos acepten o forzarnos a aceptar al otro. La mentira (hacia uno mismo o hacia el otro) siempre traerá sufrimiento innecesario. La culpa y los celos, malogran las relaciones.

Una pareja está construida y sostenida por muchas cuestiones, en donde todas son importantes, no se alcanza aquí a desarrollarlas, pero una de ellas y que nos interesa es el amor, entendiendo por amor esas ganas de estar con el otro, de anhelar su presencia, de aceptarlo tal cual es, y todo sumado a la atracción sensual/sexual. Lo sexual es un gran tema, es mejor hablar de la sexualidad ya que nos permite entenderla como algo mucho más amplio que la relación sexual propiamente dicha (coito).Una pareja sin sexualidad, no es una pareja realmente constituida. Aunque con sexo no se arregla todo en una pareja, porque el aspecto de “amistad” y otros son determinantes también, la sexualidad es lo que hace que la pareja pueda mantenerse entusiasmada, enérgica, viva ya que hay alguien de confianza con quien se disfruta del placer que puede brindar una cena romántica hasta el cuerpo sensual, una comunicación a un nivel mucho más profundo e íntimo, la elevación del espíritu.

En definitiva podemos aspirar y nos debemos a nosotros/as mismo/as un buen amor en la pareja, el poder crecer y enriquecerse con el otro, de ser acompañado por alguien que es un igual (y diferente a la vez), un par, alguien que te entiende y comparte temas de interés y que de ahí saldrán proyectos comunes. Pero no olvidad que Amor y Libertad son sinónimos, si con la pareja perdemos libertad y dignidad quizás estemos en presencia de una relación de apego (como diría Riso), o simbiótica como dice Fromm: - “En contraste con la unión simbiótica, el amor maduro significa unión a conservar la propia integridad. El amor es un poder activo en el hombre, que atraviesa las barreras que separan al hombre de sus semejantes y lo une a los demás; el amor lo capacita para superar su sentimiento de aislamiento y separatidad, y no obstante le permite ser él mismo, mantener su integridad. En el amor se da la paradoja de dos seres que se convierten en uno, no obstante, siguen siendo dos.”3 O sea, poder comprometerse con el otro, sin perder el compromiso con uno mismo. Y es que muchas veces caemos en esa dependencia del otro, debido a mandatos sociales, comodidad y principalmente falta de amor a sí mismo. Y esto último es lo que abordaremos en la próxima columna.

1 Fromm, E.(2011) El arte de amar. Editorial Paidós. Buenos Aires. Pág. 68

2 Marin, G. (2015) Camino hacia el Sí Mismo. Las cuatro facetas humanas desde una Piscología Integrativa: lo cognitivo, lo emocional, la existencial y lo espiritual. Ed. PubliFadecs. Universidad Nacional del Comahue. Río Negro.

3 Fromm, E.(2011) El arte de amar. Editorial Paidós. Buenos Aires. Pág. 37

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