La importancia de las abejas, ¿mito o realidad?

¿Cuántas veces escuchamos sobre la importancia de las abejas? Hay campañas de concientización sobre los cuidados que hay que brindarle a la especie, especialmente, por la polinización que realizan. Pero, ¿cuánto de cierto hay en todo esto?

Horacio Matarasso es biólogo especializado en Ecología de la Universidad de Buenos Aires y sobre esto, aclara que las abejas fueron traídas “recientemente” de Europa. Con esto se refiere, claro, a dos o tres siglos atrás, lapso que parece insignificante en comparación con los miles de años de historia de nuestro continente.

El biólogo explicó que las abejas fueron introducidas exclusivamente con fines comerciales y/o productivos: la miel que producen. Pero más allá de este producto, altamente consumido en nuestro país, no aportan al ecosistema.

“En general todo lo que es especie introducida, suele generar un disturbio porque se meten dentro de un ecosistema natural y lo alteran”, remarcó el hombre.

En este sentido, sostuvo que las abejas “no aportan absolutamente nada a la Naturaleza de Sudamérica, sino al contrario, son un problema ambiental”, indicó Matarasso en un texto publicado en redes sociales.

Según indica el biólogo, “la naturaleza evolucionó durante millones de años y recién hace unos 300 años llegó la abeja traída por el hombre con fines productivos”. Además, remarcó que no se trata de discutir si la miel es buena para el consumo o no, sino de informar correctamente sobre las especies.

“En tiempos de emergencia ambiental, es necesario poner luz a estos mitos si queremos trabajar en la conservación de la naturaleza y de nuestro planeta”, indicó y agregó que en Europa sucede lo contrario, ya que al ser nativas de allí, sí son necesarias para el círculo productivo.

En esto encontró Matarasso la explicación al mito sobre la importancia de las abejas en nuestro ambiente, ya que “es probable que esa información haya sido traspasada generacionalmente por nuestros abuelos y bisabuelos que vinieron de Europa”.

De todas maneras, sostuvo que no se trata de buscar el fin de las abejas ni estudiar cómo terminar con ellas, sino simplemente de contar con la información certera al respecto y evitar la difusión de mitos que incluso, se difunden desde organismos e instituciones.

La situación con las abejas, acorde a lo expresado por el biólogo, “no es distinta a lo que sucede con la trucha en lago y ríos, extinguen especies nativas pero fueron introducidas con fines comerciales”.

Las abejas “molestan a las especies nativas, ocupan nichos ecológicos y modifican los ambientes naturales que co-evolucionaron con otros insectos” y esto sucede en todo el país y en países vecinos. “Son insectos exóticos, o alóctonos que es el término correcto”, finalizó el experto. (ANB)