Fundación Nahuel Rosa: Una historia de lucha y superación de mujeres
Una iniciativa social que a través del remo en bote dragón encontró una manera de hacerle frente al cáncer de mama y a otras enfermedades.
La Fundación Proyecto Nahuel Rosa se trata de una iniciativa social que a través del remo en bote dragón encontró una manera de hacerle frente al cáncer de mama y a otras enfermedades.
La fundación es acompañada por el municipio a través de la Secretaría de Deportes con aportes económicos y gestiones para contribuir al crecimiento de la actividad que no sólo tiene beneficios porque este tipo de remo en particular contribuye al drenaje linfático, sino porque -como la práctica de otros deportes- suma mucho en términos de recuperación general de la salud física y mental.
En noviembre de 2020, el grupo acudió a la Municipalidad en busca de un lugar para poder desarrollar su actividad. A través de la Secretaría se gestionó ante el Camping Lago Gutiérrez, que ahora les brinda un lugar para poder entrenar.
El grupo nació en 2016 por iniciativa de la licenciada en Educación Física y deportista Gabriela Borraro y no para de crecer. El pasado 12 de febrero de hecho recibieron de la gobernadora Arabela Carreras su personería jurídica como Fundación.
Gabriela vivió en carne propia los beneficios del remo en bote dragón para recuperarse de un cáncer neuroendocrino y el posterior trasplante hepático que necesitó para poder vivir. Hoy, es representante argentina en diferentes eventos y competencias deportivas internacionales, y hace años comenzó a multiplicar esa práctica junto a otras mujeres, sobrevivientes de cáncer de mama y de otras patologías. Hoy el grupo, que nació inicialmente como una subcomisión del Club de Regatas, busca crecer, ampliarse y que este deporte pueda ayudar a cada vez más personas.
“Siempre tuvimos el propósito de ser más que un proyecto social”, señala Gabriela, y cuenta que desde la ahora Fundación “trabajamos desde el deporte del Bote Dragón la rehabilitación integral de todas las personas que padecieron o transitan por alguna patología del cáncer, de forma inclusiva y gratuita. Eso es lo que hace que este proyecto sea innovador y haya sido referente para la creación de equipos similares en Panamá, por ejemplo”. El lema principal de la organización: “Dar testimonio de que es posible una buena calidad de vida después del dolor”.
Gabriela remarca que “trabajamos también con la participación de voluntarios y sin restricciones de edad, promovemos la actividad y la participación porque nadie está exento de cualquiera de estas patologías”. Por eso, destaca como los dos principales objetivos de la Fundación Nahuel Rosa “la práctica del deporte de bote dragón para ayudar a la rehabilitación y la no formación de linfedema, y posibilitar también el hacer concientización y difusión sobre la necesidad de realizar controles médicos para la detección temprana del cáncer”.
El corazón de la iniciativa se resume en uno de los párrafos finales del proyecto original: “Tiene todo una connotación simbólica, nos convertimos en eso que debemos dejar fluir, así como fluye el río. Fluye eso que hemos vivido, un desafío nuevo, remar en dirección al futuro, porque se puede conseguir vencer el cáncer, podemos seguir viviendo”.
