viernes 29 de marzo de 2024

¿Asado vs. milanesas? Cómo es el consumo de carne durante la cuarentena

Acostumbrados a los asados con amigos y familia, el aislamiento modificó también algunas tradiciones argentas.

miércoles 27 de mayo de 2020
Aseguran que durante el aislamiento creció el consumo de carne.
Foto: Marcelo Martínez.
Foto: Marcelo Martínez.

Argentina, además de sus paisajes variados y hermosos, es conocida por la calidad de su carne y el amor por los asados, sumado también claro, a la mano especializada de los asadores que protagonizaban reuniones familiares o con amigos, sobre todo los fines de semana. En aisilamiento, ¿cómo sigue la típica costumbre argenta de poner carne a la parrilla?

Según un relevamiento que impulsó el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA)  durante la cuarentena, ocho de cada diez consumidores argentinos están interesados en las ofertas de carne.

El cierre de parrillas y restaurantes donde muchos elegían saciar el antojo de asado, también contribuyó en este aumento de interés. Según la opinión de carniceros de la ciudad, durante los primeros días de cuarentena hubo mucha gente que compró grandes cantidades de carne temiendo un desabastecimiento, aunque con los días el consumo se fue normalizando.

“El primer mes parecía que la gente estaba de vacaciones, compraban mucho asado”, indicó Cacho, en diálogo con ANB, desde una carnicería céntrica. Los precios se mantuvieron, según manifestó y esto facilitó que la gente decidiera comprar más cortes destinados al asado familiar.

Días atrás, desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas aseguraron que el consumo interno de carne vacuna creció entre 4 y 5 kilos por habitante durante la pandemia.

Los fines de semana las compras de asado aumentan. (Foto: Marcelo Martínez)

En principio se debería a que los precios se mantuvieron con respecto a otros productos alimenticios donde los aumentos hicieron que los consumidores decidieran reducir las compras, como sucedió por ejemplo, con los huevos.

Además de los consumos y sus variaciones, también se modificó la forma de comprar o llegar a los productos básicos durante los casi 70 días que lleva el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Así, el rubro de la carne también incorporó el delivery e incluso, la venta online. Existe un incipiente 2 por ciento de la población que menciona haber comprado carne vacuna por este medio en esta primera etapa del confinamiento.

Una encuesta realizada recientemente por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) señala que 6 de cada 10 argentinos siguen comprando preponderantemente en las carnicerías, un 27% lo está haciendo en súper e hipermercados, apareciendo con menos importancia los autoservicios y las pollerías.

En una carnicería del centro, Miguel sostuvo que durante las primeras semanas de la cuarentena, la gente optó por comprar cortes  más económicos. “Se buscaba mucho la carne picada, el puchero, la aguja”, explicó y añadió que “los fines de semana repunta mucho el consumo de asado”.

Las costumbres no se cambian ni en medio de una pandemia. “Se redujo el consumo, compran menos, pero siguen eligiendo el asado siempre. Los cortes de asado y milanesas son de los más elegidos y la diferencia de precios es de unos 50 pesos por kilo entre ambos”, explicó Miguel desde atrás del mostrador de la carnicería Los Terneros.

Asado y milanesas son los cortes más comprados. (Foto: Marcelo Martínez)

En este sentido, “Cacho” remarcó también que la imposibilidad de salir afectó mucho a los clientes, ya que “siempre está el que hace una changa, sale a laburar y pasa a comprar y ahora no se puede y cuidan la plata todo lo que puedan”.

“Haciendo números rápidamente, diría que el consumo bajó casi un 50 por ciento”, resumió el hombre e indicó que “la gente compra lo más rendidor: carne picada, aguja o carnaza. El problema es que esos cortes se van rapidísimo y no siempre llegan”.

Las carnicerías locales muchas veces proveen además a pequeños almacenes de barrio e incluso, a restaurantes y parrillas locales. “Ahora toda esa venta está paralizada y también nos significa una pérdida”, sostuvo “Cacho”.

Lo cierto es que la gran mayoría de los argentinos son consumidores de carne y en menor o mayor medida, no se pierde la costumbre de un asado el domingo. Quienes tienen patio o parilla, continúan con el ritual que implica hacer el fuego, preparar la carne y esperar que las brasas hagan su trabajo, y quienes no, también optan por el asado al horno, porque al fin y al cabo, lo que importa, es la carne. (ANB)

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