viernes 19 de abril de 2024

“Te voy a volar la cabeza”, dijo el acusado por intento de femicidio antes de disparar contra la casa de su expareja

Comenzó el juicio contra Carlos San Martín. En enero rompió los vidrios de la vivienda de la víctima y meses después, la atacó con un arma de fuego.

lunes 30 de septiembre de 2019
El juicio por el intento de femicidio comenzó este lunes.
Foto: Marcelo Martínez.
Foto: Marcelo Martínez.

“Hija de puta, te voy a cagar matando. Te voy a volar la cabeza”, fue el amenazante mensaje que Magdalena Maragaño recibió el 15 de abril a través de una llamada telefónica de su expareja y padre de su hijo menor, minutos antes de que dispararan contra su vivienda mientras ella se encontraba en el interior.

La relación de Maragaño y Carlos San Martín había tenido episodios violentos en otras ocasiones y tras cinco años juntos, la mujer le solicitó al imputado que se fuera de la vivienda. El hombre lo hizo y allí comenzaron los conflictos más graves.

En enero de este año, Margaño se reunió con Lucas Mansilla, un joven con el que se escribían mensajes a través de Whatsapp desde hacía algunas semanas aunque “Carlos me volvía loca, me seguía, me espiaba”, indicó la joven este lunes en la primera audiencia por el juicio contra su expareja por intento de femicidio.

Maragaño tiene un hijo de cinco años con el hombre que disparó contra su vivienda. (Foto: Marcelo Martínez)

El 23 de enero Maragaño se reunió con Mansilla en su vivienda. “Yo decidí cerrar los postigos porque sabía que Carlos rondaba siempre la casa”, sostuvo. Esa noche era la primera vez que se juntaba con el joven al que había conocido en una clase en común de sus respectivos hijos.

“Estábamos tomando un vino en el comedor cuando de golpe abrieron los postigos y era Carlos que estaba parado en la ventana. Yo lo miré y estaba furioso, tenía los ojos rojos de ira”, dijo la mujer con la voz quebrada en llanto.

“Me empezó a insultar, me decía ‘hija de puta, te viniste a coger con este hijo de puta, dónde dejaste al nene’”. Maragaño llamó a la Policía y el episodio duró unos instantes más. Carlos San Martín salió de la propiedad y volvió con piedras, las cuales arrojó contra los seis vidrios de la casa que quedaron hechos añicos.

Para la Fiscalía, San martín "no aceptó que ella se alejara y de modo obsesivo la comenzó a celar". (Foto: Marcelo Martínez)

Según el relato de la mujer, en horas de la madrugada los mismos efectivos policiales los llevaron hasta la Comisaría de la Familia para radicar la denuncia. “Dejamos el celular de Lucas cargando en la mesa y me olvidé mi billetera también”, recordó.

Al volver a la vivienda, faltaban los dos elementos de la casa. “Llamé al teléfono de Lucas y me atendió Carlos, insultándome”, mencionó y añadió que luego de este episodio, “nos llevó mucho tiempo tener diálogo de vuelta".

Pasó el tiempo y “yo vivía con miedo, dormía con mis hijos en la misma cama porque me daba pánico”, recordó. El 14 de abril, Maragaño volvió a su vivienda luego de trabajar durante la tarde. Era domingo y sus pequeños hijos de 12 y 4 años (San Martín es padre del menor) la esperaban en la casa.

“Cerca de las 21,30 recibo un llamado de un número desconocido y era Carlos, insultándome. Me dijo ‘hija de puta, por tu culpa hice mierda mi celular, me tenés repodrido, tengo que volarte la cabeza de un tiro”, contó entre lágrimas. En ese momento llamó a la Policía para denunciar lo sucedido y a sus vecinos para alertar sobre la amenaza.

El hombre luego volvió a llamar para hablar con su hijo. “El nene era una coartada que tenía el para saber si yo estaba en casa”, consideró.

Un par de horas más tarde, Magaraño se encontraba colgando ropa en un tender ubicado al lado de la ventana que da a la calle. “Mi hijo estaba sentado al lado en el sillón y mi hija en su cuarto”, relató y siguió “les estaba hablando a los chicos cuando siento un estruendo y los cristales de la ventana que me impactan en el brazo”.

Los jueces Romina Martini, Marcelo Chironi y Sergio Pichetto integraron el Tribunal. (Foto: Marcelo Martínez)

Maragaño tardó unos segundos en darse cuenta que se había tratado de un disparo y que el autor había sido Carlos San Martín desde la calle. “Agarré a mis hijos y los encerré en la habitación del fondo antes de llamar a la Policía”, explicó.

“Sentí pánico. Me quiso matar y si sale, va a querer vengarse porque conociéndolo, debe pensar que está preso por mi culpa”, sostuvo.

El Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal jefe Martín Lozada y el fiscal Tomás Soto, consideró que San Martín no pudo asimilar la separación. “De modo obsesivo la celó, la amenazó y persiguió”, detalló Lozada quien agregó que “la escalada de violencia de la relación tuvo su máxima expresión con el último ataque”.

La opinión de la defensa y el acusado

Rodolfo Rodrigo, abogado defensor, por su parte consideró que “se disfraza con palabras la verdad para espectacularizar las cosas”, y en el mismo tono añadió que “San Martín es un tipo bueno, religioso, muy querido en el Penal aunque por ahí se emborrachaba y tenía algunos problemas”.

El abogado aseguró que las reacciones de San Martín se dieron en “un marco de infidelidades” y que “en un momento de calentura, tiró un tiro a la casa, o rompió los vidrios otro día por el enojo de la infidelidad”.

Según la versión del imputado que cumple prisión preventiva en el Penal 3, el 23 de enero antes de romper los vidrios de la vivienda de Maragaño, “la llamé tipo 20 para pasar a ver a los nenes y me dijo que estaba en la casa de su hermana y que se quedaban a dormir todos allá”, declaró ante el Tribunal compuesto por los jueces Marcelo Chironi, Romina Martini y Sergio Pichetto.

Carlos San Martín se encuentra detenido en el Penal 3 con prisión preventiva. (Foto: Marcelo Martínez)

Siguiendo el relato de hombre, se fue a cenar con amigos y cuando volvía a su casa “pasé por enfrente de la casa de Magdalena y vi que estaba el portón abierto y había una luz prendida y pensé que podían estar robando”.

“Estacioné y entré, un postigo estaba entreabierto y cuando lo abrí, la vi en la mesa con un vino y con Lucas, semidesnudos”, manifestó. San Martín sostuvo que “en ese momento la insulté y el tipo se acercó a la ventana para insultarme y me amenazó. En el momento de bronca, le tiré una piña al vidrio y lo rompí”.

Para el imputado, “la agresión no fue hacia ella, sino hacia él porque me dijo un montón de cosas”.  Así, añadió que se retiró en su vehículo pero que al volver a pasar por enfrente de la vivienda, “Lucas me hizo este gesto con el dedo”, indicó levantando su dedo medio ante el Tribunal.

“Ahí me enojé y volví y rompí todos los vidrios a piedrazos”, manifestó. “Después la llamé, le pedí disculpas por el hecho y le pagué los vidrios”, añadió el hombre antes de finalizar su declaración.

La audiencia continuará mañana con la presencia de más testigos que brindarán detalles del tipo de relación que mantuvieron la víctima y el imputado. (ANB)

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