miércoles 24 de abril de 2024

OBJETIVO LOGRADO

Comercio de Bariloche obtuvo una importante certificación por su labor social y ambiental

El Centro del Copiado se convirtió en la primera “empresa B” de la ciudad, tras aprobar todos los parámetros correspondientes.

lunes 01 de abril de 2019
Comercio de Bariloche obtuvo una importante certificación por su labor social y ambiental

Luego de aprobar la exigente evaluación internacional, fue presentada la primera empresa B certificada de Bariloche. Se trata de las firmas que incluyen en sus estatutos objetivos sociales y ambientales.

El viernes se desarrolló en Bariloche el II Encuentro de Comunidad B Patagonia y, luego de más de dos años de trabajo en la región, se presentó la primera empresa de la ciudad que logró aprobar los parámetros que exige Sistema B y recibió respectiva certificación.

El Centro del Copiado, a través de Leonardo Marcasciano, se transformó en la primera empresa B de Bariloche.

El evento contó con más de 100 asistentes y el respaldo del Consejo Federal de Inversiones (CFI), mediante la Secretaría de Ciencia y Tecnología de Río Negro. Asistió y expuso el ministro de Economía de Río Negro, Agustín Domingo; el Secretario de Ciencia y Técnica, Hugo Josserme y el Cónsul General de Chile, Diego Velasco von Pilgrimm; el Intendente Gustavo Gennuso y el subsecretario de Innovación Productiva, Julio Costa Paz.

“No escapo a la realidad de cualquier pyme de la Argentina que tiene que luchar con muchas cosas a diario. Entiendo que estamos acá porque queremos cambiar algo del mundo”, señaló Marcasciano en el cierre del II Encuentro de Comunidad B Patagonia.

“El proceso de certificación B hace que uno corra el  enfoque”, afirmó el empresario, y contó una experiencia comunitaria que fue significativa con la escuela de Aguada de Guerra.  A través del Instituto de Formación Docente, solicitaron una donación de afiches al Centro del Copiado. Después de escuchar la historia cargada de múltiples necesidades, decidieron involucrarse, colaborar y transmitir el desafío a proveedores y clientes.

Al poco tiempo se encontraron con una importante cantidad de materiales escolares para los chicos y chicas del paraje de la Línea Sur. “Tenían para dos años.  Nos sentimos muy bien, fue muy emocionante. Y entendí qué puede generar una empresa con su cadena de valor. Por eso, se trata de cambiar el enfoque”, sostuvo.

Las empresas B son un tipo de empresa que utilizan el poder del mercado para dar soluciones concretas a problemas sociales y ambientales. Operan bajo altos estándares sociales, ambientales y de transparencia. A través de sus estatutos se obligan a cumplir no solo con las metas financieras, sino también otros, como el vínculo con los empleados, los proveedores, clientes, la comunidad a la que pertenecen y el medio ambiente.

El encuentro se desarrolló en Tom Wesley Cabalgatas y contó con empresas B del país que compartieron sus experiencias, como ELSUS -en proceso de certificación-, que desarrolla energías renovables en Comodoro Rivadavia o el laboratorio de Innovación Empresarial para el Bien Común.

En diálogo con ANB, Marcasciano se mostró “contento y orgulloso” por el logro. “Fueron muchos meses de trabajo intenso, pero valió la pena tanto esfuerzo de todo nuestro equipo de trabajo”, destacó.

“Siempre tratamos de contribuir para que haya una sociedad mejor. Nuestro objetivo principal tiene tres pilares fundamentales: el económico, el social y el ambiental”, sostuvo.

En tanto, el presidente de Sistema B Internacional, Pedro Tarak, ponderó el crecimiento de la comunidad B en Patagonia y subrayó la importancia de que el proceso se realice uniendo actores que pretenden un cambio.

Por su parte, el Cónsul General de Chile, Diego Velasco Von Pilgrimm destacó el valor de establecer metas y desafíos conjuntos entre Chile y Argentina, sin barreras. “El gran objetivo de la Comunidad es la integración fronteriza con Chile. Ese es nuestro principal desafío”, coincidió Fernando López Peña, director de Comunidad B Patagonia Argentina.

26 años de historia

Hace 26 años Marcasciano decidió apostar por un comercio propio, pero no uno más de los que ya había. El maestro mayor de obras se arriesgó por un Centro de Copiados, para poder fotocopiar planos, cosa impensada hasta entonces en la ciudad.

Así, después de buscar un lugar y con muy poca inversión, abrió sus puertas en Elflein el 1 de junio de 1992. Era un local pequeño, donde instaló la primera máquina fotocopiadora de planos de Bariloche.

El comercio, después de dos años, se trasladó a Rolando 277, donde funcionó por más de una década. Hoy, se encuentra en Gallardo 272.

Actualmente, la empresa local trabaja con un programa de la Unesco llamado ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Se trata de 17 temáticas específicas en las que se puede colaborar para mejorar la sociedad. (ANB)

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