La magia de un pequeño y gran espacio cultural
El arte y una porción de la historia barilochense se esconde detrás de tablas de ciprés pintadas de azul.
Por Sofia Solá
Su gracia quizás se deba al estilo de los años 30 en cada rincón del exterior. En el interior, al arte inunda sus paredes de colores y adornos casi surrealistas que parecen tan concadenados y al mismo tiempo, antagónicos.
La Casita Azul, ubicada en la intersección de Tiscornia y Rolando, tiene la magia de la fusión entre historia y arte. Su constructor, el señor Contreras, trabajaba con Primo Capraro quien imprimió en la aldea en aquella época su estilo de prismas rectangulares y techos a dos aguas en 45 grados. Totalmente construida en madera de ciprés y tejuela negra en el techo.
En el año 1935 cuando Honorato Alonso compró la propiedad a Lorenzo Peduzzi funcionaba un almacén de ramos generales. En la planta baja estaba el salón de ventas, dos dormitorios y la cocina y en la planta alta dos dormitorios. El comercio funcionó hasta el año 1959.
En el 68 la familia Alonso, vendió a quienes son sus actuales dueños: la familia Mirkus, de precedencia eslovena. Fue en entonces cuando aquel almacén de color amarillo cambio su tono que hoy le da el nombre. Su nuevo propietario, el señor Mirkus, quien era pintor de obra habría teñido la casita de color azul marino.
Hoy La Casita Azul está declarada Patrimonio Histórico por la municipalidad de Bariloche. Hace dos años fue alquilada por la artista visual, Gabriela Arias, quien la convirtió en vivienda y en el espacio cultural que la semana pasada cumplió dos años.
Al llegar al pequeño patio los colores intensos de sus pinturas y objetos decorativos contrastan con el azul de las paredes. Gabriela nos recibió junto a Rubén Fernández, que iniciaba ese día un taller de teatro para niños.
No se tardó en entrar en el tema que agobia a los teatrantes de Bariloche por su carácter cliché: faltas de espacio, falta de cultura teatral, falta de obras. Pero esta vez, el foco no fue la “falta” si no, la propuesta cultural que tiene hoy en día la ciudad. “A cada función llega alguien nuevo a la casita”, señaló Gabriela y continuó “hay un interés por conocer y ver teatro en el público que no está relacionado directamente con la actividad”.
La artista contó que hace dos años, un grupo de actores colaboró con la pintura del lugar “la casa es Patrimonio Histórico pero estaba muy venida abajo, entre todos logramos devolverle su azul brillante y proteger las tejas con brea”.
La casita Azul recibe e invita a ver teatro, música, humor y además ofrece diversos talleres como actuación para niños y adultos, pintura, porcelana fría, danza y fotografía. (ANB)
Esta es la agenda de Marzo
Viernes 17 – 22hs.
Improacción - Unplugged!
Sábado 18 – 22hs.
Dúo Canciones Escondidas & Alicia Pez- Ciclo de música y pintura en vivo.
Sábado 25 – 22hs.
Ciclo Brújula – Primera Edición/ Apertura.
Fuente consultada: Ente Patrimonio Hitórico, Secretaria de Cultura de Bariloche.
