sábado 20 de abril de 2024

Invierno

Vivir sin gas natural, un problema que pagan miles de vecinos

La falta del recurso afecta a numerosas familias, que por razones económicas o por la escasez de conexiones, vive la época más dura a leña y garrafas.

sábado 20 de mayo de 2023
Vivir sin gas natural, un problema que pagan miles de vecinos
Desde hace más de 1 año no se habilitan nuevas conexiones de gas en la ciudad. Fotos: Marcelo Martínez.
Desde hace más de 1 año no se habilitan nuevas conexiones de gas en la ciudad. Fotos: Marcelo Martínez.
Por Claudia Olate

Las montañas empezaron a pintarse de blanco en la ciudad y el frío se hace sentir, especialmente, en aquellas casas donde el gas natural es un anhelo, pero la realidad se traduce en leña y garrafas.

El problema del gas no es nuevo y si bien se alivió con las nuevas conexiones que permitió la larga y prometida obra del Gasoducto Cordillerano, no bastó para abarcar a toda la población y hay muchos que siguen esperando una solución.

Además, también hay otras familias que, aunque la red de gas pase a metros de sus viviendas, no logran acceder al recurso, paradójicamente, por falta de recursos. Una conexión de gas es costosa y para muchos, un bien inaccesible.

En la ciudad donde el invierno siempre fue el protagonista del turismo y la nieve, uno de los productos naturales más explotados, los servicios no alcanzan y no fueron pensados para la magnitud de habitantes que hay actualmente.

En Camuzzi dejaron de habilitar nuevas conexiones desde julio de 2022 debido a que el gobierno nacional no finalizó las obras comprometidas en 2017 para ampliar el Gasoducto Cordillerano y posibilitar así, nuevas conexiones en 25 localidades de Río Negro, Neuquén y Chubut.

El frío resalta la falta de acceso al gas natural en la ciudad. Foto: Marcelo Martínez.

En Bariloche, antes de la llegada de la época más cruda del invierno, comienza el Plan Calor, y se implementa una versión municipal y otra provincial. Se entrega una garrafa por semana para las familias de bajos recursos y dos metros de leña en total, dividido en dos entregas.

Para las familias beneficiaras, esto es una ayuda, aunque las complicaciones no dejan de sentirse por más anuncios de Plan Calor que los gobiernos realicen. Además, en muchas oportunidades, la calidad de la leña entregada no colabora en la necesidad.

“Es un desastre, trajeron troncos que, si la gente no tiene una motosierra, no puede cortar”, expresó molesto Carlos Bottali, del barrio Valle Azul cuando comenzó la entrega de leña en aquel sector.

El Plan Calor es un programa al que acceden numerosas familias de distintos barrios. Foto: Marcelo Martínez.

La leña o las garrafas que reciben algunas familias, “alcanza un poco, depende cómo la uses, en estos días fríos si haces fuego para tener la casa más calentita, se consume rápido”, contó Andrea, una de las vecinas del barrio que fue a retirar su metro de leña.

Soledad vive en el barrio Nahuel Hue y aunque la red de gas pasa por la calle de la pequeña casita donde vive con sus dos hijos, su mamá y su hermana, "es muy caro poder hacer la obra, los caños salen mucha plata y estamos al fondo del terreno", contó parada al lado de la salamandra donde se calefacciona y cocina cuando no hay garrafas. 

Otras familias, las que pueden, compran leña y/o garrafas por su cuenta y muchas otras, eligen los métodos eléctricos para calefaccionarse, cocinar y tener agua caliente, aunque esto obviamente, se ve reflejado en las boletas de la Cooperativa de Electricidad Bariloche.

“La diferencia económica es mucha. Nosotros tenemos una cocina de leña y un caloventor para la habitación, más la cocina que usamos con garrafas”, señaló Miriam, otra vecina del barrio.

El costo del metro de leña oscila entre los 6 y los 10 mil pesos. Foto: Marcelo Martínez.

En su caso, no acceden al Plan Calor e intentan rebuscárselas igual. Es que el metro de leña oscila entre los 6 y los 10 mil pesos y no dura más de 10 días y mucho menos en pleno invierno, cuando el frío cala los huesos.

“Nosotros usamos dos o tres garrafas por mes porque también tenemos un calefactor que funciona con garrafa”, contó Jonatan. En su casa, como en muchas otras, hay una niña pequeña y ellos intentan mantener la vivienda lo más cálida posible para ella.

“En invierno, la boleta de luz es de 20 mil y tantos, porque al no tener gas, tenemos termotanque eléctrico, una bomba eléctrica y todo suma”, agregó Miriam.

La inflación golpea a todos los sectores y se siente en cada cosa que la gente tiene que pagar. Las garrafas y la leña no son ajenas. En los últimos cinco años, el precio de las garrafas de 10 kilos aumentó un 1000% aproximadamente. En 2018, rondaba los 250 pesos y ahora, dependiendo dónde se compre, el precio oscila entre los 2 y 3 mil pesos.

Las garrafas aumentaron más del 1000% en los últimos 5 años. Foto: Marcelo Martínez.

Pero además de los precios, que hacen a una economía sin gas mucho más costosa que la de aquellos que tienen acceso al recurso natural, también hay otro factor: la calidad de vida.

“La gran diferencia está más en la calidad de vida; llegar a tu casa y que esté calentito y por las mañanas, también el hecho de no acumular leña y mantener más limpio el patio”, comentó Richard, un vecino del barrio Inta.

En este sentido, agregó que “en nuestro caso tenemos calefacción eléctrica, 1 placa por habitación y cambia el consumo, pero tampoco se nota mucho porque en verano se usa bombas de riego y algunas otras cosas eléctricas que se dejan de usar en invierno entonces eso equipara algo el gasto”.

Hay familias que acceden a una garrafa gratuita por semana como parte del Plan Calor. Foto: Marcelo Martínez.

Claudia, una vecina de Valle Azul cuenta que vive allí hace cinco años, pero antes alquilaba en una zona más cercana al centro. “Se siente mucho la diferencia. Antes llegaba a mi casa y estaba calentito. Ahora a la noche no te querés ni levantar al baño porque se pone muy frío”, dijo.

“Cuando puedo, compro leña de quebracho que la mezclas con la otra y dura, pero ahora estoy sin trabajo así que voy tirando con lo que puedo”, contó la mujer mientras cargaba los troncos que repartieron como parte del Plan Calor.

Volvió el frío y en las calles de los barrios, pasan las personas con carretillas y la leña o las garrafas a cuestas. Un paisaje que se repite año a año pero que se recrudece en invierno. La falta de obras, las promesas incumplidas y las inversiones que no llegan, las pagan, como siempre, vecinas y vecinos de la ciudad. (ANB)

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