El 92% de los niños en edad escolar tiene problemas de sueño

Una investigación realizada por distintas instituciones de la ciudad, arrojó que el 92% de niños y niñas en edad escolar, presenta algún problema de sueño. El número es alarmante debido al impacto que genera esto en el día a día y sobre todo, a largo plazo.

“El sueño es el reflejo del día”, indicó Lorena Leiva, docente de la carrera de Medicina de la UNRN, una de las instituciones que participó de la investigación. La mujer explicó que desde hace un tiempo, en conjunto con el CONICET, la Universidad Nacional del Comahue y el Hospital Zonal, encabezaron un trabajo para abordar los problemas de la malnutrición.

Con el concepto de que la salud es un todo y no se pueden analizar elementos por separado, remarcaron que los problemas de sueño generan graves impactos en el día a día de niños y niñas y a futuro también.

“A grandes rasgos tiene un problema en el desarrollo, en la calidad de vida, el crecimiento, aprendizaje. Los chicos que no duermen bien tienen un menor rendimiento en el aprendizaje”, explicó Leiva en diálogo con ANB.

El estudio fue realizado en distintas escuelas de la ciudad como parte del programa de Salud Escolar, “adjuntamos cuestionarios a las planillas para que respondan las familias”. De allí, se encontró que el 92% de la población de niños y niñas de 1º y 7º grado presentó algún indicador de problemas de sueño como: dormir mal, levantarse cansado/a, tener frecuentes despertares, tener pesadillas, o no dormir lo suficiente. Incluso, muchas familias manifestaron que su hijo o hija ronca por las noches.

“A veces no se nota el impacto directamente, se ve al chico cansado o irritable, pero no sabemos lo que genera a largo plazo. Además, también está relacionado a cuestiones emocionales: las investigaciones a largo plazo, se puede impactar en cómo construyen su forma de encarar los problemas”, manifestó Leiva.

Otra de las cosas en las que puede tener incidencia los problemas de sueño es su vinculación o impacto en enfermedades crónicas, si bien “no tiene relación directa con otras enfermedades, pero si puede contribuir a que se desarrollen”, manifestó la docente.

“La salud es un todo. Hoy pensamos en que salud es calidad de vida, no es evitar la muerte o enfermedades graves, si no que la familia pueda tener mayor bienestar y en eso el sueño, es el ABC”, destacó Leiva.

De la investigación se desprende también que cerca del 90% de los niños y niñas en edad escolar utilizan pantallas a la hora de dormir, como teléfono celular, tablet, computadora o televisor. Este hábito impacta negativamente en el sueño, alterando tanto el inicio, como la duración total y calidad del mismo.

“Sabemos que la dificultad va en aumento por el estilo de vida que tenemos, por los tiempos acelerados y además, la pandemia nos sumó incertidumbre encima. Los chicos necesitan tiempo de calidad”, manifestó.

Leiva indicó además que “el sueño necesita una buena calidad del día, cuando los chicos pueden disfrutar de la jornada y no viven en estrés, se nota. El sueño es el reflejo del día. Un buen día hace una buena noche”.

Al consultarle sobre si el problema afecta en igual medida a los adultos, indicó que “la investigación dice que cuando alguien no duerme bien es un problema familiar. Cuando se hace un abordaje de sueño en los chicos, mejora el sueño familiar.”

“Tener un buen dormir es clave para la salud. Promover rutinas de sueño regulares, inclusive los fines de semana y evitar el uso de pantallas a la hora de dormir, son medidas simples que pueden tener una influencia altamente beneficiosa”, finalizó. (ANB)