viernes 29 de marzo de 2024

Educación

Más de 40 chicos y chicas le dan vida a la escuela rural agrotécnica de Pilca Viejo

Impulsado por la fundación Cruzada Patagónica, el Centro Educativo Rural se convierte en una de las opciones para los jóvenes de parajes y localidades rurales.

jueves 16 de marzo de 2023
Más de 40 chicos y chicas le dan vida a la escuela rural agrotécnica de Pilca Viejo
El CER fue inaugurado en 2022 y este es su segundo ciclo lectivo. Fotos: Marcelo Martínez.
El CER fue inaugurado en 2022 y este es su segundo ciclo lectivo. Fotos: Marcelo Martínez.
Por Claudia Olate

Cuando se inauguró el Centro Educativo Rural, en marzo de 2022, quizás había más incertidumbres que certezas. Un nuevo desafío, en otro punto de la extensa Patagonia, una nueva propuesta educativa para las y los jóvenes de parajes y localidades rurales, y un nuevo trabajo, que día a día suma nuevas aristas. Pero todas las dudas quedaron disipadas a lo largo de un año lectivo más que exitoso, tanto para estudiantes como para el equipo profesional que acompaña.

Y luego, otro desafío: la escuela que se preparó con esfuerzo y a una velocidad descomunal en un edificio abandonado y arrumbado, tenía solo un aula, ya que inició de cero, con chicos que recién salían de la primaria. Otra vez, en tiempo récord, se hizo lo que parecía poco posible y se construyeron dos aulas y el número de estudiantes se multiplicó.

Este miércoles 15, con un chamamé bien bailado en el patio de la escuela, se inauguró el nuevo espacio que permite además, contar con una oficina para la Dirección. “Tenemos 43 estudiantes entre 1º y 2º año. Ese parecer ser el numero final”, contó a ANB el director de la institución, Federico Mutti.

Este miércoles huboun acto para inaugurar el nuevo espacio. Foto: Marcelo Martínez.

“Este ciclo lectivo empezamos con alternancia, una semana venían los chicos de 1º y la otra, los de 2º”, relató el hombre, debido a que restaban trabajos en la obra que se inauguró ahora. “Nos habíamos quedado sin fondos para las terminaciones”, contó, pero la situación se subsanó gracias al aporte económico de la Municipalidad de Pilcaniyeu.

Mutti además, explicó que el año que viene necesitarán un aula más, ya que se abrirá el 3º año de los seis que implica la escuela agrotécnica rural. “También vamos a necesitar baños más grandes porque esto que actualmente es la escuela, va a ser la futura casa estudiantil y hay que hacer el edificio de la escuela nueva”, contó proyectando el futuro de la institución.

El CER es una escuela de gestión social, impulsada y financiada por la fundación Cruzada Patagónica que ya cuenta con otros dos establecimientos similares: uno en San Ignacio (Neuquén) y otro en Cholila (Chubut). Aunque el proyecto se concretó en 2022, comenzó muchos años antes, allá por 2009, cuando a la escuela ubicada en San Ignacio, comenzaron a llegar chicos de la región sur rionegrina.

Son 43 los estudiantes que concurren al CER Pilca Viejo. Foto: Marcelo Martínez.

El lugar elegido para concretar este proyecto, tiene mucha historia encima. En el predio, donde originalmente estuvo el paraje muchas décadas atrás, hace unos 40 años funcionó otra escuela, tiene 11 hectáreas y un edificio que fue totalmente reacondicionado.

La modalidad de la escuela es de jornada extendida. Las clases comienzan a las 8,30 y se extienden hasta las 17 con un corte en el medio para almorzar. El trayecto educativo es de seis años y el título con el que egresarán los estudiantes es de técnico agropecuario con trayecto formativo en cooperativismo y agroturismo.

A la escuela asisten chicos y chicas de distintas localidades y parajes y 27 de ellos, viven en el lugar de lunes a viernes, en la casa estudiantil. Uno de los problemas que impide la llegada de otros alumnos, es la falta de transporte. “Quienes viven en Pilca o Comallo, vienen todos los días, pero tenemos chicos de Cuyin Manzano, Laguna Blanca, Pilquineyeu del Limay”, enumeró.

El edificio cuenta ahora con dos aulas nuevas y un espacio para la Dirección y Secretaría. Foto: Marcelo Martínez.

“Desde Educación nos consideran una escuela privada, y se entiende, pero los chicos no pagan por venir y muchos son hijos de pobladores rurales que no tienen la posibilidad de traerlos o buscarlos cada semana”, indicó Mutti.

De todas maneras, desde la fundación y la institución, continuarán las gestiones para poder ser incluidos en el transporte escolar que facilite la llegada de jóvenes habitantes en lugares alejados de Pilcaniyeu y que puedan así, acceder a educación y a una escuela pensada para pobladores rurales.

El equipo profesional que compone la escuela, consta de 19 personas, entre docentes, talleristas y auxiliares. Tres son las personas que viajan todos los días y el resto, intenta acomodar las materias y clases de modo tal que no deban viajar a diario.

“Venimos todos los días de Dina Huapi y Bariloche, son 120 kilómetros diarios que se hacen sentir y más en una ruta que suele estar complicada.  Hay días en que es verdaderamente difícil llegar”, contó el director.

Los estudiantes que egresan de la institución lo hacen con el título de técnico agropecuario con trayecto formativo en cooperativismo y agroturismo. Foto: Marcelo Martínez.

Cada viernes, las familias de los chicos que residen en la escuela, los buscan y los lunes, vuelven a la institución. “Nuestro hijo empezó 1º año ahora, fue idea de él venir acá”, indicó Walter Painefil, que este miércoles acompañó a Kevin hasta la escuela.

La parte más difícil, para quienes dejan a sus hijos en la modalidad internado, es justamente, el desapego. “Para nosotros fue muy difícil, lo extrañamos mucho, es el más chico”, indicó Painefil junto a su compañera.

“Mi viejo le dijo que estudie en una escuela así y él lo quiso hacer, no se sentía cómodo con el ambiente de la escuela en Bariloche”, remarcó el hombre quien contó que los chicos tienen habilitada una hora al día sus teléfonos celulares para comunicarse con su familia. “A la tarde hablamos siempre”, agregó la mamá de Kevin.

 Las familias de los estudiantes participaron del acto en el lugar. Foto: Marcelo Martínez.

En este mismo sentido, Pablo Chamorro recordó que cuando su hijo Francisco aceptó inscribirse en la escuela agrotécnica el año pasado, “tuve más trabajo en convencer a su mamá que a él”, dijo a modo de broma.

Chamorro sabe por experiencia propia lo que significa vivir en la escuela. El fue uno de los primeros egresados de la primera escuela que abrió la fundación, en San Ignacio. “Cuando mi mamá me mandaba, yo no quería ir, pero ahora me doy cuenta todo lo que aprendí. Mi base principal fue en esa escuela”, indicó.

Así fue como le transmitió la idea a su hijo, luego de que se enteraran a través de Radio Nacional, que finalmente abría la escuela en Pilca Viejo. Ahora, el adolescente ya cursa 2º año y “nosotros ya nos acostumbramos un poco, al principio fue difícil dejarlo”, sostuvo.

En el lugar, hace muchos años estuvo el paraje. Foto: Marcelo Martínez.

Desde este miércoles, los 43 chicos y chicas que asisten al CER Pilca Viejo, comparten el espacio a diario. Hay guardias que rotan cada semana con las tareas de dar de comer a los animales, regar, mantener la limpieza del predio.

Así, la vida transcurre en el lugar que supo estar abandonado y hoy luce totalmente renovado, con banderas celestes y blancas que flamean con el viento constante de la estepa y hacen distinguir el predio, apostado a la vera de la ruta 23. Un espacio que apuesta por la educación y por el fortalecimiento de la vida en el campo, con el objetivo mayor de evitar el desarraigo y el éxodo rural. (ANB)

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