El Chango Mac Donald se presenta en La Llave

Este viernes (20/1) a partir de las 20.30 horas, en la Escuela de Arte La Llave, José Eduardo “el Chango” Mac Donald presenta “Comprame una serenta”, canción que integra su último disco “De amores”.

En diálogo con ANB, el Chango contó que se nombró de esa forma a la presentación porque es una de las canciones que va a cantar, entre otra más. “También voy a hacer un repaso de mis discos y de las canciones que yo considero las más importantes. Además, interpretaré a otros autores que me interesan como Horacio Guaraní y Alfredo Zitarrosa”.

Es un espectáculo para toda la familia y la entrada será a través de un bono contribución que cuesta $500. Además, previo a "Comprame una serenata", hará su presencia el ballet Redomon, de Bariloche. 

Además, este miércoles (18/1), a las 21.30 horas, se presenta en la Peña de Fylgja ubicada en calle Elflein 301, casi Rolando. También se harán presentes Rauly Díaz Carabajal y Martín Sponton de El Bolsón y el Ballet El Redomón. La entrada tendrá un valor de $600. Para reservar las entradas se debe hacerlo al 2944-590971.

El Chango Mac Donald es un artista con una amplia trayectoria en la ciudad. Foto: Cultura Bariloche. 

Un poco de su historia

José Eduardo “El Chango” Mac Donald nació en Capitán Sarmiento, un pueblo de la provincia de Buenos Aires que queda cerca de San Antonio de Areco, de donde es oriundo don Segundo Sombra.

A los pocos meses de edad, su familia viaja para instalarse en la isla de Tierra del fuego porque a principios del siglo XX, su abuelo paterno migra a estas tierras para instalar y administrar campos que luego fueron quedando en manos de su padre.

Durante su infancia y su adolescencia se crió en una estancia llamada “María Behety”. En ese transitar fue que comenzó a admirar al hombre de campo y sus costumbres “que están tan unidas a nuestra música y a nuestras tradiciones”, cuenta en su biografía no autorizada.

A los 9 años de edad comenzó a estudiar en una escuela agrotécnica de los salesianos en Río Grande donde aprendió todas las labores del campo y, también, a hacer música. Fue así que comenzó a entrenar solfeo y formó parte de la banda de música del colegio.

El primer instrumento que tocó fue el requinto y, luego, el clarinete. También aprendió muchos otros, aunque durante 7 años permaneció tocando la trompeta en la banda. A su vez, desde la escuela incentivaban a los estudiantes a entrar en la música y sumaron al equipo docente a un profesor de guitarra para los que quisieran aprender y “desde ese momento, sigue conmigo”, relata.

“Con las guitarras sucede algo muy especial. Una vez que uno logra tener una y tocarla muchas veces pasa a tener un valor afectivo enorme. Si alguien la quiere comprar dándote más plata de lo que pagaste, sabes que nunca podrás comprar una igual”, sostiene el Chango.

La escuela de río Grande tenía, en ese momento, alrededor de 120 alumnos y llegaron a formarse tres grupos de folklores simultáneamente, además de varios solistas. Sin embargo, con el correr del tiempo, “este tipo de música se fue desvirtuando debido a la asociación de ésta a cuestiones políticas. Esto hizo que las familias ya no escucharan; en las escuelas se dejó de enseñar y en las radios se cambió por música extranjera que era más rentable”, cuenta el cantante.

Estudió la carrera de veterinaria en la Universidad Nacional de La Plata e hizo el servicio militar en Palermo, pero nunca dejó de tocar la guitarra, de cantar y de componer canciones.

Cuando se radicó definitivamente en Bariloche comenzó a cantar de manera profesional y eso fue haciendo que hoy en día se dedique plenamente a eso. “El turismo trae muchas cosas buenas. Gracias a ellos canté de forma estable durante casi 20 años en el Hotel Llao Llao”, relata.

Su primer disco está compuesto enteramente por canciones propias y se llamó “Primogénito” y fue presentado en Buenos Aires en “Oliverio Olways” en el hotel Bauen.

Su segundo disco se titula “Don Imaginador”, que posee un chamamé y otros temas de su autoría, también una zamba de Facundo Saravia, Quirno Costa y de algún otro autor. “Mis canciones tratan de ser lo más folklóricas posibles. Generalmente, uno escribe cosas que vivió o de cosas actuales que suceden en la sociedad, pero mis ritmos son del folklore de todo el país porque me crié escuchando música de todos los lugares de Argentina. Escribí zambas, chacareras, gatos, milongas, valses, cuecas, chamamés, huellas, canciones sureñas, tonadas, entre otras”.

Hace poco acaba de salir su último disco titulado “Chango Al Sur”, donde grabó canciones propias como zambas, folklóricas, románticas, una chacarera a dúo con Yamila Cafrune, una cueca, una litoraleña, el adagio en mi país con Alfredo Zitarrosa, una canción chilena de Víctor Jara llamada “Cuartetas por diversión”, la canción de Despedir, entre otras.

“Mi idea es seguir componiendo, cantando y grabando todos los discos que pueda. Me gusta mostrar lo que hago y quiero que mis hijos sepan cuál es nuestra música para que puedan divulgarla y enseñárselas a las generaciones venideras”, concluyó el Chango. (ANB)