viernes 19 de abril de 2024

Combatientes de incendios forestales, un oficio con pasión y sacrificio

Hoy se conmemora el día de los brigadistas. Bariloche cuenta con una central que es reconocida hasta en otros países por el nivel de sus integrantes.

martes 04 de mayo de 2021
El Splif local cuenta con una central propia hace 4 años. Durante dos décadas, funcionaron en edificios prestados o alquilados.
Fotos: Marcelo Martínez.
Fotos: Marcelo Martínez.

“El trabajo en sí es sacrificado. Muchas veces te toca dormir en campamentos improvisados, vas al medio de la montaña a apagar incendios y te expones al calor extremo, muchas veces lo que llevaste en la mochila no llegó en estado y tenés que esperar que te lleven otra ración de comida...Es un trabajo que te tiene que gustar”, resumió Orlando Báez, brigadista hace 16 años y actual jefe de la central de Bariloche.

Cada 4 de mayo se celebra el día del combatiente de incendios forestales en conmemoración a un accidente que ocurrió en 1999 en Canadá y le costó la vida a cinco brigadistas. En Bariloche, el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales existe hace unos 25 años y hace ya bastante tiempo, que la central local es referente no solo en el país, sino en el extranjero por el nivel de trabajo que tienen.

Actualmente son 100 personas que se desempeñan en la central barilochense, aunque son 59 las personas que salen al terreno a luchar contra los incendios que ponen en vilo a la sociedad especialmente durante los veranos. El resto se reparte entre tareas administrativas, de mecánica, mantenimiento de herramientas, entre otras.

En la central de Bariloche hay 100 trabajadores y esperan contratar a 15 más. (Foto: Marcelo Martínez.)

“En los últimos años hemos mejorado mucho el equipamiento, pudimos adquirir algunos elementos en el extranjero que hasta ahora venía siendo muy difícil”, consideró Báez, quien asumió en el cargo de jefe en noviembre pasado. Esto además, posibilita un mejor desempeño laboral a la hora de combatir el fuego.

Los brigadistas de incendios forestales cuentan con una central propia hace poco más de cuatro años. Durante dos décadas boyaron de un edificio al otro. “Estuvimos alquilando en algunos lugares, de prestado en otros. Tener un espacio propio fue un logro y además, es una de las mejores centrales del país”, destacó el hombre.

Previo a la pandemia, integrantes de cuarteles de bomberos de otros países llegaron a la ciudad para ser capacitados por personal del Splif, “hace poco se contactaron otros bomberos de Chile, pero por razones obvias no se pudo concretar la capacitación, aunque eso habla del nivel que tienen los brigadistas locales”, remarcó Báez.

Exposición al calor extremo y kilómetros de caminata para llegar al fuego son parte del trabajo de los brigadistas. (Foto: Marcelo Martínez)

Como parte de los proyectos, el Splif ampliará su alcance y planean en junio,  poner en funcionamiento la subcentral de Comallo. “Era una deuda que teníamos con los vecinos, estar más cerca a la hora de dar respuestas a los incendios o emergencias climáticas”, relató.

El Splif llegó a un acuerdo con la Municipalidad de la localidad de la Región Sur que cedió un espacio donde funcionará el organismo durante el primer tiempo aunque con miras de construir una subcentral en breve.

“En principio nos vamos a organizar con los brigadistas de Bariloche, se realizarán guardias rotativas para que se cubra el espacio en Comallo y esperamos ya dentro de un tiempo, poder contratar personal nuevo de la localidad”, agregó.

El Splif inaugurará otra sede de la central en el este de la ciudad, para estar más cerca de los principales lugares donde se desatan incendios. (Foto: Marcelo Martínez)

Además, se encuentran prontos a inaugurar otra sede de la central local en Esandi y ruta de Circunvalación. “El objetivo es seguir creciendo y estar más cerca de los lugares donde más incendios suele haber, para dar una respuesta más rápida”, indicó.

El verano 2020-2021 fue demandante. Además de los incendios conocidos por todos, en los que participaron brigadistas locales intentando apagar las llamas que consumieron miles y miles de hectáreas, el trabajo en la ciudad no fue menor. Fogones mal apagados, fuegos en lugares no permitidos, focos de incendios que llegaron a ser combatidos antes de pasar a mayores, significaron un denodado esfuerzo diario.

“Muchas veces los jóvenes son con quienes más problemas tenemos. La gente adulta entiende más fácil, pero con los chicos a veces recibíamos insultos y agresiones. Se puso más tenso todo luego de la prohibición de hacer fuego en toda la región”, sostuvo.

El oficio de brigadista requiere pasión y sacrificio constante. (Foto: Marcelo Martínez)

El trabajo del brigadista es sacrificado sin lugar a dudas. Conviven con el fuego a diario, pero definitivamente, es un empleo que tiene que despertar pasión. “Nos ha pasado en otras centrales de personas que trabajan un par de meses y renuncian porque se dan cuenta que no pueden hacer eso todos los días, que no era lo que pensaban”, contó.

Después de unos años, los brigadistas que lucharon contra el fuego en distintos lugares, suelen pasan a otras áreas para dar lugar a los integrantes más jóvenes, aunque “se extraña cuando te alejas del fuego, de los incendios donde se generan experiencias, anécdotas, se extraña mucho. Uno comienza desde la base y hoy por hoy me toca estar en otro lugar, atento a las necesidades de mis compañeros que durante años viví, pero el laburo te tiene que apasionar”, finalizó Báez. (ANB)

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