Un proyecto que convierte residuos forestales en leña para paliar el invierno

La llegada del invierno siempre afecta más a las familias de barrios vulnerables donde el gas es un bien preciado y la leña siempre es escasa. En este contexto, desde hace tres años, la Fundación Invap y el BID Lab, trabajan en Bioenergía Andina, un proyecto que este año se hace palpable con la entrega del Plan Calor que realiza el municipio.

El objetivo desde un principio fue colaborar con las personas de bajos recursos, pero el proyecto tiene un sinfín de efectos colaterales positivos, como son bajar el riesgo de incendios forestales, la creación de nuevos puestos de trabajo y el consumo “inteligente” de energía.

Para esto, la idea parte de la utilización de residuos forestales para la fabricación de material combustible. “Todo comenzó hace dos años pensando en el problema del déficit de combustible para calefacción en los barrios de Bariloche”, explicó en diálogo con ANB Erio Schweickardt, director de Bioenergía Andina.

Otro de los problemas que alentó la iniciativa fue la cantidad de residuos forestales incendiables no utilizados y “que se acumula en el vertedero o donde se generan, aumentando el riesgo de incendio”, indicó Schweickardt.

“Bioenergía Andina nace de la necesidad de darle una solución a las dificultades que tenemos para calefaccionar nuestros hogares en la Comarca Andina. Para esto promovemos la utilización de residuos forestales y remanentes de poda para calefacción, que a su vez ayudan a prevenir incendios en verano y fomentan el trabajo local”, sostuvo Verónica Garea, directora ejecutiva de Fundación INVAP.

Bioenergía Andina promueve en la región de la comarca andina una cultura de calefacción sostenible, eficiente y accesible, que fomenta el uso de biomasa forestal como combustible, generando calor en estufas eficientes y seguras, y  el abrigo accesible de los hogares para conservarlo.

El proyecto comenzó hace tres años y ahora, que transita la última fase, comenzó la acción concreta de fabricar el material a partir de los residuos forestales. Schweickardt remarcó que para esto es vital el trabajo conjunto que realizan con el municipio, ya que el objetivo es acompañar a las familias que atraviesen una situación socioeconómica compleja, pero además, en el contexto de cuarentena, facilitar el acceso a la leña de aquellas personas más expuestas al contagio de Covid-19.

Por su parte, la Municipalidad cedió un predio para el proyecto, ubicado junto al Vertedero local. “El municipio además, nos cede el insumo. Los residuos forestales que recolecten, son entregados para que se realice el trabajo de producción”, detalló el ingeniero.

Como parte de otro de los objetivos del proyecto, no menos importante que la provisión de material combustible para la calefacción, está la creación de nuevos puestos de trabajo. “No somos una empresa, somos una iniciativa que pretende generar emprendimientos sustentables”, aclaró Schweickardt.

En este sentido, detalló que actualmente trabajan entre 5 y 10 personas y apuntan a generar un total de 40 puestos de trabajo. Esperan que de esta manera, como parte de las capacitaciones y el trabajo en el predio, también se incentive el emprendedurismo entre los vecinos.

Con la producción que comenzó tiempo atrás y continúa en este momento, se acompañará la entrega de leña que realiza el municipio con el Plan Calor. “Sabemos que muchas veces lo entregado tiene sus dificultades porque la gente tiene que ir a buscar la leña que suele ser de grandes dimensiones, lo que implica inconvenientes para el transporte y el posterior fraccionado”, explicó el director de Bioenergía Andina.

Por esto, sumado a que continuamos en aislamiento social, preventivo y obligatorio y muchos de los beneficiarios del Plan Calor son también parte del grupo de riesgo (adultos mayores, personas con problemas de salud, embarazadas, entre otros), la entrega del material combustible será, en los casos que se justifique, “más amigable” y en formatos listos para ser utilizados.

Además, otro de los trabajos realizados en el marco del proyecto, fue la instancia de capacitación, en la que se dictaron una gran cantidad de talleres sobre la fabricación y uso de estufas de alto rendimiento. El último taller tuvo que ser suspendido por la cuarentena, pero en los últimos seis meses, más de 100 personas aprendieron cómo producir estos elementos prácticos de calefacción.

Schweickardt destacó que “queremos generar un cambio cultural en la forma que tenemos de calefaccionarnos”. Parte de este gran objetivo incluye además, la capacitación también en construcciones  eficientes y en técnicas para mejorar las viviendas y que de esta manera sean más “abrigadas”.

“El invierno y el frío son siempre difíciles y ahora llegan cuando estamos encerrados en casa y con muchas personas con dificultades económicas. La necesidad de abrigarse y tener calor en el hogar aumenta con la pandemia”, consideró.

Este año, se lanzó la campaña “Seamos parte de la solución”, informó por su parte Facundo Carmona, otro de los miembros del proyecto y detalló que para incentivar la participación, está disponible el sitio web bioenergiaandina.org.ar en el que los vecinos pueden encontrar información, manuales, tutoriales, material audiovisual y consejos útiles para abrigar los hogares.

“Este es un proyecto en el que todos podemos ser parte de la solución,  al promover la generación sustentable de calor en el hogar, e impulsar una correcta gestión de los residuos forestales para bajar el riesgo de incendio, al estimular el uso y fabricación de estufas eficientes, amigables con el ambiente, al  compartir información, técnicas y recursos sobre cómo abrigar mejor nuestros hogares. Además, al adquirir productos de fabricación local –combustible, estufas y soluciones constructivas eficientes– contribuimos al desarrollo sustentable de la comunidad”, concluyó Schweickardt. (ANB)