viernes 26 de abril de 2024

CARTA DE LECTORES

AMIA. La tristeza, la vergüenza

Texto escrito por Ramón Chiocconi, quien trabajó como rescatista luego del atentado.

jueves 18 de julio de 2019
AMIA. La tristeza, la vergüenza

Hace veinticinco años me levanté temprano. No hacía frío. Me puse un jean, un suéter de rombos verdes y me senté en las escaleras de la facultad de medicina a leer "Sobre héroes y tumbas" mientras esperaba que mis compañeros salieran de un examen de microbiología. Siempre tengo un libro en la mano.

De pronto todo retumbó. No entendí. El mundo se congeló. Una columna de humo se elevó detrás de algunos edificios. Llegué al lugar corriendo. Nunca había visto algo igual. Era un escenario de guerra, de una película, no de una calle en Buenos Aires.

Levantamos a los heridos y los cargamos improvisando camillas con carteles de los frentes destruidos de los negocios. Pasé toda la mañana intentando ayudar.

Años más tarde, ya siendo médico y rescatista, muchas veces debí enfrentar a padres que buscaban a sus hijos perdidos o accidentados en la montaña. Siempre hubo una respuesta, casi siempre una explicación.

En la AMIA también me pasó, también hubo preguntas. Pero transcurrieron 25 años y no hay, aún, respuestas ni explicaciones para los familiares. Estoy lleno de dolor, estoy lleno de tristeza, estoy lleno de vergüenza.

 

Firma: Ramón Chiocconi - DNI 21.831.647

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