jueves 28 de marzo de 2024

“Leo” Cisneros, el incansable goleador

El futbolista repasó su carrera con ANB. Sus inicios en Rosario Central, la novela de amor con Cruz del Sur, el histórico gol de rabona y mucho más. Fotos y videos.

lunes 11 de junio de 2018
Cisneros, con sus camisetas más queridas.
Foto: Markitoz Ojeda.
Foto: Markitoz Ojeda.

Por Nicolás Malpede

Remera manga corta, jean y coquetos zapatos. Abre la puerta de su casa y saluda con simpatía. Va a la cocina, vuelve al living con el termo y el mate, se sienta y comienza a hablar de fútbol, una pasión que lleva en el corazón desde muy chiquito.  Habla, habla, sigue hablando. Es que ama a este deporte y eso se nota en cada palabra que emite.

Leopoldo Cisneros (36) es el goleador histórico de Cruz del Sur. Tras largos años vertiginosos, hoy transita su carrera con aplomo. Disfruta cada entrenamiento, cada partido. Si bien asegura que le faltó esa cuota de suerte que todo deportista debe tener, no duda en mostrarse agradecido al fútbol.

La pelota siempre en la mira de Cisneros (foto: Markitoz Ojeda). 

“Leo”, como le dice la mayoría, comenzó a tirar sus primeras gambetas en Rosario, en el barrio Jardín. Jugaba todo el día en las calles y en los potreros de la zona. Ya de chico le gustaba hacer goles.

El delantero es el goleador histórico de Cruz del Sur. Con la camiseta del “Cruzado” ya convirtió cerca de 100 goles, en los diferentes torneos que disputó.

“Cruz del Sur es el viejo amor al que siempre vuelvo (risas)”, dice el futbolista, y remarca que la institución local “cada vez que retorné me recibió con los brazos abiertos”. “Los dirigentes y el público me tratan de la mejor manera”, resalta.

La gran "Topo Gigio" (foto: Markitoz Ojeda). 

ANB: ¿Sos muy futbolero?

L.C.: ¡Soy re futbolero! Me gusta ver todo, tanto de Argentina como de las ligas de los países de Europa. Cuando mi esposa se enoja porque estoy viendo mucho fútbol, me voy en silencio a algún cuarto y me pongo a ver partidos ahí, más tranquilo (risas).

Pelota al pie (foto: Markitoz Ojeda). 

La carrera

A los 14 años empezó a jugar en Rosario Central, donde estuvo hasta los 21, año en el que quedó libre. “Fue una etapa muy linda. Me formé como jugador y también como persona”, recuerda Cisneros.

A los 21 partió rumbo a Paraguay a jugar al Club Atlético Tembetary. Allí estuvo una temporada. Luego, en 2005, desembarcó en Bariloche para ponerse la camiseta de Cruz del Sur.

Cisneros patea, el defensor que no llega al cruce. 

En el “Cruzado” estuvo unos pocos meses. Es que le surgió la chance de ir a Deportivo Colonia, de Uruguay, y no lo dudó. Después pasó fugazmente por Sud América (también de Uruguay) y Ñublense de Chile.

En 2006 retornó a Cruz del Sur. Con la camiseta del club barilochense tuvo un gran rendimiento, ya que convirtió muchísimos goles.

En 2007 sufrió su primer golpe duro en el fútbol. En un partido contra Puerto Moreno se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla, por lo que estuvo más de seis meses fuera de las canchas. “Quería largar todo, me agarró una depresión tremenda. Justo me había surgido la posibilidad de ir a Olimpo o a la CAI y esta lesión me lo impidió”, cuenta Cisneros,

Luego, pasó por el Standard F.C. de Rusia (2007), Argentino de Rosario (2008), Huracán de Comodoro Rivadavia (2008) e Independiente de Bariloche (2009).

En 2010 regresó a Cruz del Sur y siguió haciendo goles. Tras varias temporadas en el club local, en 2012 se fue a jugar a Cipolletti. Luego, pasó por Alianza de Cutral Có, Independiente de Bariloche, y regresó en 2015 al "Cruzado", donde se desempeña actualmente.

El goleador recibió a ANB en su casa (foto: Markitoz Ojeda). 

ANB: ¿Te arrepentís de algo a la hora de evaluar tu carrera futbolística?

L.C.: Me arrepiento de no haberme quedado en Rusia. La propuesta económica era muy buena. Me volví porque extrañaba mucho a mi familia.

ANB: ¿Te sentiste siempre una persona querida en Cruz del Sur?

L.C.: Me siento más querido que nunca ahora. Hace algunos años, sinceramente no noté demasiado el cariño de la gente. Creo que ahora los hinchas me bancan más porque vieron que me quedé en el club.

Grito de gol. 

El histórico gol de rabona

El 19 de junio de 2011 no es una fecha más en la historia de Cruz del Sur. Recientemente, había entrado en erupción el volcán Puyehue. Bariloche estaba repleta de cenizas. A pesar de la crisis social y económica que atravesaba la ciudad, el Estadio Municipal fue una fiesta aquel día.

El “Cruzado” jugaba la Promoción ante San Jorge de Tucumán para mantenerse en el Argentino "B". El local había perdido 3 a 2 de visitante.

En plena entrada en calor. 

Cruz del Sur ganaba 2 a 0 con tantos de “El Cabro” Gustavo Ramírez y Martín Asencio. El tercero llegó de la mano de Cisneros. Con una formidable rabona desde afuera del área grande, el goleador clavó la pelota en el ángulo. Luego, los tucumanos descontaron pero no les alcanzó.

El impresionante gol recorrió inmediatamente todo el mundo a través de cientos de canales de televisión que mostraron la fantástica definición.

“Ese gol no me lo olvido más en mi vida. La pelota me quedó justo para tirar la rabona y la tiré, y por suerte me salió bien. En los entrenamientos siempre practicaba pegarle así, pero nunca había imaginado hacer un gol como el que hice y en la instancia en la que se dio”, señala Cisneros. 

ANB: ¿Cuál fue el club en el que te sentiste más respetado?

L.C.: En Cruz del Sur hoy me siento muy querido, pero en Cipolletti fue donde me sentí un jugador profesional con todas las letras. Allí me hicieron un contrato profesional y me trataron todos los días como tal. La gente me reconocía en la calle y me alentaba. Fue una etapa hermosa.

ANB: ¿Qué es lo más importante que te dio el fútbol?

L.C.: El fútbol me dio muchísimo. Yo cuando empecé quería ganar plata con el fútbol. Mi sueño era vivir del fútbol, pero con el correr de los años me di cuenta de que eso no es lo más importante. Hoy en día estoy agradecido a este deporte, porque gracias al fútbol hice muchísimos amigos, formé una familia, y conocí ciudades de todo el país y del exterior.

“Leo” vive en la zona oeste de Bariloche junto a su esposa Romina y sus hijos Cirano (4) y Ludmila (10). Hace algunos meses abrió su escuela de fútbol Arrayán, donde entrena chicos de 4 a 12 años.

La charla con ANB continúa. Cisneros sigue hablando de fútbol. Lo hace con espontaneidad. Las palabras fluyen. Va de un tema a otro rápidamente. Se explaya, explica, desarrolla. Está claro: el fútbol es su pasión. (ANB)

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