jueves 18 de abril de 2024

Errores cotidianos, ¿cuál cometemos?

A veces, pequeños detalles diarios, hacen la diferencia a la hora de una alimentación saludable. Enterate cuáles son.

domingo 23 de octubre de 2016
Errores cotidianos, ¿cuál cometemos?
  1. Comer sin grasas: menos materia grasa a menudo significa más glúcidos (hidratos de carbono) en forma de harinas o azúcares, que provocan un pico de glucemia, un pico de insulina e inmediatamente después mayor apetito. Reducir en su alimentación la parte de hidratos de carbono a favor de las proteínas y grasas vegetales le va a permitir almacenar menos grasas corporales y disminuir la sensación de hambre.

  1. Dormir demasiado o insuficiente: según algunas investigaciones, las personas que duermen 5 horas diarias o menos acumulan 2,5 veces más grasa en la zona abdominal que el resto. La grasa en esta zona del cuerpo es un riesgo a la salud per se, ya que se acumula alrededor de los órganos internos, al contrario de la que se acumula en los muslos por ejemplo. El problema afecta también a las personas que duermen demasiado, es decir, más de 8 horas cada noche.

Se debería dormir entre 6 y 8 horas todas las noches. Esta es la duración óptima del sueño para mantener un peso saludable y buen estado de salud en general.

  1. Comerse todo lo que nos ponen gratis en el restaurante: el pan, las salsas, la manteca, papas fritas pueden ser gratis, pero eso no significa que no se vaya a pagar más tarde (con su salud). Cada vez que come un trozo de pan está agregando 80 calorias a su comida. Si come tres trozos ya agregó en la comida 240 calorías. Son calorías vacías que no tienen ningún aporte nutritivo y lo hacen engordar.

  1. Tomar gaseosas o bebidas azucaradas: este tipo de bebidas son consumidas todos los días por miles de niños y adultos. Por qué es tan perjudicial? Porque tomando uno o dos gaseosas por día aumenta el riesgo de sobrepeso u obesidad en un 33%.

Las bebidas 0% azúcar también son perjudiciales, ya que trastornan el apetito y mantienen la dependencia del sabor dulce.

  1. Comer demasiado rápido: el estómago tarda veinte minutos en mandar al cerebro la señal de saciedad, o sea, en decirle a nuestro cerebro que ha recibido suficiente comida.

Un estudio del Journal of the American Dietetic Association ha constatado que las personas que comen despacio consumen 66 calorías menos por comida y comparadas con las que comían rápido, además tenían la impresión de haber comido más!. Usted dirá: solo eso? Yo le digo, si hace eso en todas las comidas se traduce en kilos de más con el paso de los meses.

  1. No preocuparse por la nutrición: podemos seguir negándonos a nosotros mismos, pero la realidad es que somos lo que comemos. Hipócrates, el padre de la medicina lo decía y sigue siendo hasta el día de hoy una gran verdad “Que la comida sea tu alimento y este tu medicina”.

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