viernes 26 de abril de 2024

Empresarios y comerciantes aseguran que la feria genera “competencia desleal”

La necesidad de tener una fuente de trabajo choca con las críticas de muchos que piden “igualdad de condiciones”. El municipio hace poco y nada, y todo sigue igual. Infografía interactiva y mapa.

sábado 30 de enero de 2016
Empresarios y comerciantes aseguran que la feria genera “competencia desleal”

Ilegítima, descontrolada, desleal y sucia, son algunos de las palabras que utilizan empresarios y comerciantes para calificar la feria de Santo Cristo, un polémico espacio que es fuente de ingreso para cientos de personas y que no para de crecer.

El lugar es cada vez más popular y convoca a una gran cantidad de vecinos que llegan desde diferentes puntos de la ciudad para comprar ropa nueva o usada, comida, plantas, discos musicales, anteojos, zapatillas, cuchillos, ojotas y muchos otros productos que cuestan hasta un 50 por ciento menos que en los comercios tradicionales.

“Estamos muy preocupados por el crecimiento que se ha notado en los últimos años en esta feria que es ilegal, ya que infringe todas las normativas vigentes que deberían regularla”, afirmó el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Bariloche, Eduardo Caspani.

”Absolutamente nadie controla el lugar, por lo tanto cualquiera puede ir a vender lo que quiere sin ningún tipo de inconveniente”, se quejó.

El empresario advirtió que “cada rubro tiene su complejidad”. En este sentido, remarcó que “se vende mucha comida que no es fiscalizada a nivel bromatológico”.

En tanto, expuso que el funcionamiento de la feria, ubicada sobre calle Onelli, provoca una “competencia desleal” con respecto a los comerciantes que deben pagar salarios, un alquiler e impuestos.

En la primera parte de este informe especial, se consignó el relato de varios feriantes, quienes destacaron que el sitio desde hace muchos años se convirtió para ellos en la única fuente de trabajo. También se mostraron dispuestos a abonar un canon al municipio en función de sus ingresos.

Para Caspani, no obstante, “este tipo de ferias ilegales no solucionan la necesidad de la gente, sino que la crean o la aumentan”. “Al haber competencia desleal, muchos dueños de locales van reduciendo su plantel de trabajadores debido a que no les queda otra al ver cómo sus ventas disminuyen. ¿Entonces qué pasa? Esas personas se transforman en desempleadas y terminan, en muchos casos, dedicándose a vender en la feria de una manera totalmente precarizada”, señaló.

”Hay que generar empleo genuino para que estén en una situación legal”, entendió el referente de la Cámara. “A todos nos gustaría vender en un lugar en el que el flujo de gente es masivo, pero lo que hacen no está permitido y el municipio va a tener que actuar, aunque tiene una tarea compleja, sin dudas”, añadió.

”Los dueños de los locales también tienen necesidades, ya que deben pagar sueldos a los empleados, el alquiler e impuestos. No hay equidad de condiciones. Además, es un lugar descontrolado”, dijo Caspani.

Los comerciantes de calle Onelli expresan su molestia por la “falta de igualdad” a la hora de vender productos. También apuntan al “nulo control” por parte de la comuna y reconocen que son muchas las familias que consiguen allí una fuente laboral para poder subsistir en el día a día.

“El núcleo fuerte tiene una necesidad social. Van a vender lo que tienen para lograr un ingreso. Creo que el gobierno municipal les debe dar un espacio acondicionado para que puedan trabajar dignamente y que todos quedemos contentos”, señaló un comerciante de la zona.

El hombre graficó que los vecinos concurren a la feria en masa, porque “los precios de la mercadería son buenos”. “Contra esto no podemos competir”, resaltó.

“La ecuación es simple. Yo pago los impuestos y ellos no. Tengo que afrontar los salarios de los empleados y sus cargas sociales y ellos no, y debo desembolsar todos los meses mucho dinero para el alquiler y, obviamente, ellos no”, graficó el comerciante, con claros signos de molestia.

”Un pantalón que en un local cuesta 400 pesos en la feria lo podés conseguir a la mitad de precio”, ejemplificó.

De lunes a viernes los puesteros se colocan sobre Onelli, de la mano de la iglesia Santo Cristo, entre 25 de Mayo y Santa Cruz. En tablas con caballetes, mantas y paneles expositores, ofrecen sus productos.

Entre estos días prácticamente no interrumpen el paso de los peatones. Cerca de las 8 comienzan a llegar y allí permanecen hasta que los rayos del sol se apagan.



El caos se genera los sábados y domingos, jornadas en las que la feria se extiende hasta cinco cuadras, ocasionando congestionamiento vehicular y un incesante flujo de personas que compran, comen y pasean.

Puestos, puestos y más puestos. La feria crece abruptamente los fines de semana. Se extiende desde Onelli y Santa Cruz hasta 25 de Mayo. De allí sube por esta última arteria hacia Otto Goedecke.

Sigue por esta calle hasta John O' Connor y también dobla por Otto Goedecke hasta la altura de Santa Cruz.

Las personas se ponen directamente en la calle y dejan un espacio muy reducido para el paso de los vehículos. La basura al final de los días, es mucha.

”La situación está descontrolada y desbordada. Muchos se pelean por el lugar de los puestos o por lo que sea”, aseguró otro comerciante de la zona, y aseveró que los fines de semana “vengo a sufrir”. “Si bien vendo más porque circula más gente, preferiría vender menos y estar más tranquilo”, sentenció.

”El municipio tiene que tomar cartas en el asunto de una vez por todas y conseguir un trabajo genuino y digno para los feriantes, que es lo que está buscando la mayoría”, entendió.

Este polémico espacio popular se creó en 2010. Desde aquel año hasta hoy, los intentos de desalojo con efectivos policiales fueron muchos. En ese entonces, un grupo decidió alquilar un lugar techado para funcionar. Unas 35 personas bajo la denominación Cooperativa Antú continuaron trabajando allí, fuera de la calle, en una feria también ubicada en Onelli, entre Santa Cruz y 25 de Mayo. No todos aceptaron ni formaron parte de la decisión.

El resto, sigue resistiendo. Y el Estado, continúa ausente. (ANB)

Producción: Claudia Olate, Lucía Arana, Luis Leiva y Nicolás Malpede.
Redacción: Claudia Olate, Lucía Arana y Nicolás Malpede.
Diseño: Florencia Montenegro.
Fotos: Emiliano Rodríguez.

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