viernes 19 de abril de 2024

Más de 65 mil personas pasaron por hostels de Bariloche durante el verano

Conocer gente nueva en un ambiente cálido, incursionar por diferentes culturas y precios accesibles, son algunos de los atractivos que ofrecen los 38 albergues que hay en la ciudad. Una oferta que se consolida. No te pierdas la galería de fotos. Informe de ANB.

sábado 28 de marzo de 2015
Más de 65 mil personas pasaron por hostels de Bariloche durante el verano

Las estadísticas indican que los hostels de la ciudad resultan cada vez más seductores para visitantes tanto de Argentina como de diferentes puntos del mundo. En el verano, pasaron por este tipo de albergues casi 70 mil personas.

“Además de tener precios razonables, el servicio es bueno”, señaló Pablo Molteni, presidente de la Asociación de Hostels de Bariloche. En diálogo con ANB, hizo especial hincapié en el “intercambio cultural genuino y placentero” que se genera.

En la ciudad hay 38 habilitados que brindan 1.400 camas. Cuentan con Wi-Fi, sala con televisión, área de juegos y cocina. Para promover la recreación, algunos ofrecen hasta mesa de ping pong.

Molteni informó que el nivel de ocupación en diciembre osciló el 82%, en enero el número trepó a 96% y en febrero bajó a 85%. Calificó los porcentajes como “muy buenos” y aclaró que son cifras que se vienen repitiendo desde hace varios años, prácticamente desde que surgieron los primeros hostels de la ciudad, entre fines de 1990 y comienzos del 2000. Dijo que en la temporada invernal la actividad disminuye notoriamente.

Aclaró que en 2011 y 2012 ante la erupción del volcán Puyehue el rubro se vio afectado, pero aseguró que se reactivó rápidamente.

Indicó que desde el 1 de diciembre de 2014 al 25 de marzo pasado pasaron por los hostels de la localidad cerca de 70 mil personas, de acuerdo a un relevamiento que realizó en los últimos días, teniendo en cuenta las camas y la rotación estimativa de visitantes en los 38 albergues locales.

Molteni, quien es propietario del hostel Achalay, ubicado a unas pocas cuadras del Centro Cívico, remarcó que los huéspedes provienen en su mayoría de Argentina, Alemania, Francia, Estados Unidos, Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, Israel, Colombia, Chile y Venezuela.

Afirmó que en términos generales se registra un “predominio extranjero por encima del argentino y latinoamericano”.

“En enero los porcentajes cambian, ya que los argentinos reservan con anticipación y los visitantes de otros países no, lo que provoca que muchos mochileros no encuentren camas en hostels y terminen en campings”, explicó.

La franja etaria de las personas que pernoctan en estos lugares va desde los 20 a los 40 años. Muchos arriban a la ciudad sin un recorrido delineado y al llegar comienzan a diagramar el circuito, el cual en muchos casos incluye actividades en la montaña, como caminatas y escaladas.

Hospedarse en una habitación compartida con desayuno y cambio de sábanas cuesta actualmente, en promedio, entre 180 y 200 pesos. Una privada con los mismos servicios, en tanto, posee un valor cercano a los 500 pesos.

“Los hostels dan la posibilidad de conocer gente nueva en un ambiente súper descontracturado. El intercambio cultural se da de manera genuina”, subrayó Molteni. “Es un atractivo muy grande hoy para los argentinos que se vuelcan a esta modalidad la chance que tienen de conocer personas de distintas partes del mundo. Además, contar con una cocina a disposición marca la diferencia con respecto a hoteles”, añadió, con orgullo.

“Generalmente los europeos, israelitas, australianos, neozelandeses y norteamericanos viajan por seis meses recorriendo Sudamérica en forma de U. Comienzan por la cordillera y terminan en Brasil o viceversa, por lo tanto Bariloche es punto obligatorio, lo cual genera un buen flujo de turistas”, destacó.

Dijo que muchas de las personas que paran en hostels realizan actividades de montaña y visitan los distintos refugios, por lo que desde la asociación que representa muchas veces llevan adelante acciones en conjunto con la Asociación de Turismo Activo de la Patagonia (ATAP). En este sentido, recalcó que el segmento de público al que ambas entidades apuntan es parecido. Agregó que también mantiene un contacto permanente con el Ente Mixto de Promoción Turística (EMPROTUR).

“La idea es que se sientan como en su casa. Hay que atenderlos como nos gustaría que nos atiendan a nosotros. En un hostel entran huéspedes y se van amigos. Nunca están solos. Hay muchos lugares de uso común como la sala de estar, terrazas, salones de juegos y, el principal, la cocina, donde la relación se da naturalmente”, expresó.

Aseguró que Bariloche cuenta “con un nivel de hostels que pocas ciudades del país y de Sudamérica tienen”.

“En los últimos años los hostels del país se han multiplicado con la devaluación de la moneda argentina. Los bajos precios debido al cambio y las bellezas naturales son grandes incentivos para los viajeros independientes de los países con monedas más fuertes”, indicó.

Son las 9 de la mañana. Heidi tiene 23 años y es oriunda de Londres, Inglaterra. Con cara de recién levantada, se sienta en la mesa y comienza a desayunar junto a tres jóvenes. Los cuatro charlan de manera fluida, en inglés. Ríen. La pasan bien. Están en un hostel.

“Es barato y puedo relacionarme con gente de otros lugares, con culturas distintas”, afirma Heidi, con un español claro. “Siempre conozco mujeres y obviamente hombres también”, aclara, entre risas. Ante la consulta de ANB, cuenta que viene viajando hace seis meses por diferentes países de Europa y América. “Me quedaré unos días más y seguiré mi recorrido”, informa.

Si alguien observara con detenimiento la escena de los cuatro chicos desayunando podría pensar con absoluta seguridad que se trata de un grupo de viejos amigos. Sin embargo, el sorpresivo comentario de Molteni echa por tierra esa presunción: “Ellas dos vinieron solas y los otros también, pero ya se conocieron”, advierte. Un ejemplo de intercambio cultural y socialización. (ANB)

Fotos: Emiliano Rodríguez

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