sábado 20 de abril de 2024

La Casa Educativa Terapéutica comenzó a funcionar para recuperar la inclusión

Concurren jóvenes con problemas derivados del consumo de sustancias. Practican deportes, tienen un plato de comida y próximamente cursarán talleres. Un lugar que apunta a la reintegración social. Informe de ANB.

viernes 13 de marzo de 2015
Fernando Fernández Herrero, director de la Casa Educativa Terapéutica.

Por Nicolás Malpede

Algunos toman mate. Otros juegan un "picadito". Varios charlan risueños con "Cuqui", la cocinera. Van y vienen. Reina un aire positivo y enérgico. Están en la Casa Educativa Terapéutica (CET) de la Sedronar que funciona desde hace unos días en Bariloche. Son jóvenes en situación de consumo que tratan de salir a flote.

"El objetivo de este espacio es brindarles herramientas a los chicos para que puedan ir construyendo un proyecto de vida", resume Fernando Fernández Herrero, director de la CET local. "Lo que se busca es disminuir la demanda", remarca.

El dispositivo se encuentra en el predio de la pileta municipal, sobre la Costanera de la ciudad. Actualmente se llevan adelante algunas actividades y en los próximos días comenzarán a dictarse una serie de talleres para enseñar oficios y promover la práctica deportiva. La Casa operará allí de manera provisoria, hasta que se concrete la construcción del edificio definitivo prevista en un amplio terreno del barrio Quimey Hue.

Las CET son ámbitos de contención, formación, recreación y concientización, impulsados por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) que lidera Juan Carlos Molina. Hay varias esparcidas en diferentes localidades del país, las cuales fueron levantadas en el marco del Programa Recuperar Inclusión. El plan también involucra a Centros Preventivos Locales de las Adicciones (Cepla) y Punto de Encuentro Comunitario (PEC).

Si bien el lugar está siendo reacondicionado -los propios chicos colaboran en las tareas-, ya está en pleno desarrollo. Unos 20 jóvenes concurren a diario. Allí almuerzan, juegan al fútbol, al metegol y al ping pong, y poco a poco van encontrando una contención, de la mano de psicólogos, talleristas, docentes y operadores, quienes están siempre predispuestos para aconsejar, escuchar y acompañar.

“Estoy casi todo el día acá, porque me entretengo. La paso bien”, dice Luciano, quien cuenta orgulloso que hace poco cumplió años. “¡Hasta tenemos una cocinera que nos hace la comida!”, destaca. Después saluda y se va.

Las agujas del reloj marcan las 12. Los rayos del sol son intensos. María, alias "Cuqui", como la llaman todos, prepara el almuerzo con la cálida compañía de varios jóvenes que merodean por el sector. Un grupo de pibes se encuentra derribando una pared en mal estado del espacio que están refaccionando para emplazar el baño, la cocina y el comedor. Otros optaron por agarrar la pelota y jugar un rato con ella. La pisan, la dominan, la levantan, hacen jueguitos, arriesgan algún amague y la pasan. Las sonrisas que esbozan denotan alegría y libertad. El imponente lago Nahuel Huapi, a escasos metros, aporta serenidad.

Fernández Herrero sigue atentamente cada movimiento. Coordina e interactúa. Está activo y no se le escapan detalles. Mira a un lado y luego al otro, como si intentara corroborar que esa dinámica positiva continúa firme, por los rieles correctos. Coloca las manos en la cintura y finalmente se dispone a dialogar con ANB.

- ¿Cómo es el nuevo esquema que plantea la Sedronar?

- El paradigma cambió rotundamente. Antes este área estaba relacionado a la lucha contra el narcotráfico. Se conocía su trabajo cuando trascendía en un medio de comunicación algún allanamiento que realizaban. Ahora, se apunta a disminuir la demanda de sustancias y a trabajar con los chicos a partir del concepto de "salud social".

- ¿Cuál es la diferencia entre la modalidad de trabajo de la CET y la de los centros terapéuticos tradicionales?

- Nosotros tratamos de acompañar y contener a los jóvenes, pero trabajamos con ellos sin aislarlos de su ámbito. Acá pueden venir a la mañana y quedarse todo el día, pero a la noche se van a sus casas. El funcionamiento es diurno. Los recibimos cálidamente, con un mate o una buena charla, pero no les quitamos ningún derecho relacionado con la libertad. Todo tipo de consumo de sustancia que genere efectos negativos debe ser tratado socialmente y no de manera individual. El esquema de lugares terapéuticos de aislamiento en la gran mayoría de los casos fracasa, porque lo que hacen es sacar a los pibes de su entorno y más allá de las estrategias que se implementen, cuando finalizan el tratamiento vuelven a su barrio, a su garita, con sus amigos y su familia de siempre, por lo tanto retornan a su misma realidad, la cual, obviamente, va a generar lo mismo.

- ¿A qué se debe el nombre de las CET?

- "Casa", porque la idea es generar un clima amigable para que se sientan cómodos. Cada persona que se acerca es recibida de la mejor manera. El concepto "educativo" está relacionado con la formación. Se trata de que aprendan un oficio y que realicen actividades artísticas y deportivas. El objetivo también es incentivarlos para que vuelvan a la escuela y que tengan un proyecto de vida a partir de distintas herramientas adquiridas. Al 90 por ciento de los pibes que está acá le va mal en los colegios porque nos quieren hacer creer que el sistema educativo es inclusivo pero la realidad es que al complicado hay que sacárselo de encima rápido. Por último, lo "terapéutico" tiene que ver con la tarea de los psicólogos, quienes les brindan contención. Son un sostén más. Esta opción estuvo históricamente vedada para las capas populares de la sociedad por una cuestión económica.

- El trabajo sobre la autoestima debe ser importante...

- Sí, sin dudas lo es. Para lograr que mejoren en este aspecto hay que reconocer sus valores y capacidades, lo cual pocas veces hacen los docentes. Hoy el esquema educativo se desarrolla sobre la base de la evaluación y del objetivo al cual no llegaron. En cambio, hay que trabajar focalizando en las virtudes y en lo que van logrando. Los pibes de los barrios siempre están siendo construidos por la sociedad como el enemigo, el chorro, el negro y el complicado. Entonces, terminan creyendo que son como los demás dicen que son. Es fundamental romper con esta dinámica. Debemos darles oportunidades y generar expectativas para que tengan un horizonte un poco más amplio.

- ¿Cuál es la problemática más recurrente que padecen los chicos que visitan la Casa?

- El consumo de alcohol. Es el que más daña y el que está naturalizado. Es algo cultural. Los padres invitan a los hijos a tomar, las publicidades dicen que el alcohol es "el sabor del encuentro", los espectáculos promueven anuncios de bebidas alcohólicas. El 80 por ciento de los pibes que están detenidos en el Penal III por homicidio cometió el acto bajo los efectos del alcohol. Estoy seguro de que la misma situación sin esta sustancia se hubiera resuelto de otra forma.

La Casa Educativa Terapéutica de Bariloche ya está en marcha. El propósito principal es claro: lograr que muchos chicos de la ciudad vuelvan a soñar. (ANB)

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