Causa Cárdenas Carrasco: un policía dijo haber visto gente armada el 17 de junio

El juicio por los asesinatos de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas continuó este jueves con la declaración de nuevos testigos. Los primeros en pasar frente al tribunal fueron efectivos policiales que estuvieron el día del desenlace fatal en el Alto de la ciudad.

Luis Oses es un uniformado que en el momento del hecho integraba el BORA, grupo especializado que actualmente se conoce como COER, y que el 17 de junio fue como apoyo a la Unidad 28, donde los vecinos enfurecidos por el asesinato de Diego Bonefoi, atacaban la Comisaría.

“Ese día se desató el caos en un par de horas. Tiraban botellas, piedras, palos. A nosotros nos pidieron que resguardemos la Comisaría”, manifestó el joven quien añadió que en determinado momento, mientras se encontraba en sus tareas, vio a unos 50 metros a una persona armada.

“Venían dos personas por Mange y una de ellas tenía un arma. Dispararon y yo sentí un impacto en los pies, fueron las piedras de la calle que rebotaron por el disparo”, indicó Oses, aunque no pudo precisar de qué tipo de arma se trataba. De todas maneras, sostuvo que “las personas estaban vestidas con ropa oscura y tenían capucha puesta”.

Según la declaración del efectivo policial, no fue la única vez que recibieron agresiones con armas. “Otro compañero vio cuando una persona salió de atrás de un container y disparó. Tenía jean y campera azul”.

Fernando Manquenao fue otro de los once testigos programados para la cuarta jornada del juicio. El hombre, quien al momento de los asesinatos se desempeñaba en Dina Huapi, inició su testimonio poniendo en duda lo que podía decir o no, debido a que “todos los imputados son superiores míos, ¿quién me asegura a mí que me van a dar estabilidad laboral?”, manifestó.

El hombre detalló que también concurrió al lugar como apoyo, luego que desde la Comisaría 28 se solicitara colaboración a todas las otras unidades policiales. Al ser consultado sobre si disparó la escopeta que llevó desde su lugar de trabajo dijo no recordar. “Quizás si efectué disparos, la 28 estaba desarmada, era todo un lío”, dijo.

Manquenao además señaló que el vio una bolsa con municiones, y que por el peso se podía pensar que eran de plomo, aunque cuando la abogada querellante Natalia Araya le preguntó si sabía si se habían utilizado, el hombre parafraseó “si el diablo metió la cola, ahora busquen al diablo”. (ANB)