Alerta
Preocupa la gran cantidad de desarrollos inmobiliarios a orilla de los lagos de la ciudad
Por Miguelina Missotti
Llega la temporada estival y tal como sucede cada año, se hace presente el reclamo de residentes que desean poder acceder libremente a las costas de los lagos, ríos y lagunas, espacios de uso público y del que todo ciudadano tiene derecho a disfrutar.
Sin embargo, esto no pareciera importar a las autoridades de turno, quienes día a día se encargan de incumplir las normativas tanto a nivel provincial como municipal como, por ejemplo, procediendo a la autorización de grandes desarrollos inmobiliarios sumado a la poca fiscalización que se realiza en torno a ello.
Cuando comenzó a realizarse la actividad parcelaria en Bariloche, existía una ordenanza (actualmente derogada) que fue un antecedente del código de edificación y planificación y decía que no podía haber más de 500 metros entre una bajada a la costa y otra.
Por lo tanto, según esta ordenanza, los nuevos loteos que se hicieran, debían quedar a 50 metros del lago ya que en los fraccionamientos se prevé un espacio fiscal que pertenece a un porcentaje de la superficie de la parcela y el otro porcentaje que debería estar destinado a espacio verde.
“Esos 50 metros eran parte del espacio fiscal, no era restricción a la propiedad, sino parte de lo que se debía ceder para preservarlo como paseo costero para las futuras generaciones. No hace falta que lo diga, pero nunca jamás la cumplieron, ya que hoy no existen esos 50 metros desde la línea de palitos o la máxima crecida porque en ese año aún no existía la línea de ribera que vino después de nuestra insistente gestión en el año 2005”, aseveró a ANB, Ana Weiman, ambientalista e integrante de la Asociación Árbol de Pie.
La supuesta construcción de un hotel en playa Bahía Serena generaría un colapso en las napas. Foto: Marcelo Martínez.
Por su parte, a nivel provincial, el artículo 73 de la Constitución garantiza el libre acceso y circulación a las costas de ríos, riberas de lagos y espejos de agua. Mientras que, a nivel local, el Concejo Deliberante aprobó en 2015 la Ordenanza 2.694 que establece un régimen administrativo entre los límites de la propiedad privada y el lago, marcando una restricción de 35 metros sobre los lotes que linden con las costas de lagos, ríos y lagunas de Bariloche.
Más allá de esto, durante lo últimos años no hubo una política pública destinada a garantizar el acceso libre a las costas, pero sí se garantiza constantemente el desarrollo inmobiliario, “sobre todo los que se están llevando a cabo en el Oeste de la ciudad porque si en algún momento se piensa pedir una servidumbre eso va a ser imposible ya que se están haciendo urbanizaciones cerradas, porque ahora se dejó de fraccionar la tierra y hacen viviendas multifamiliares o un gran número de cabañas por lo que no van a abrir el paso a nadie”.
En cuanto a la gestión de las bajadas públicas, en la Carta Orgánica existen los artículos 183 y 184 que dicen que se podrán gestionar servidumbres donde no hubiera acceso, trámite que debe llevar adelante la Municipalidad. “En caso de que sea una distancia muy grande entre un acceso y otro, si hubiera voluntad desde el Ejecutivo Municipal, aunque después de la reforma de la Carta Orgánica nunca existió, se generaría una baja pública”, remarcó la ambientalista.
Y agregó, “tampoco hay voluntad ni intención de recuperar los accesos que están cerrados”. En este sentido, existe la cláusula transitoria Nº13 de acceso a lagos, ríos y arroyos que dice que “la Municipalidad dispondrá de un plazo de cuatro meses a partir de la sanción de la presente Carta Orgánica para dar inicio a la apertura de accesos a los lagos navegables y sus márgenes, así como a los ríos y arroyos y sus respectivas riveras externas y las continuará hasta su finalización”.
Es decir que tenían que empezar a los cuatros meses a trabajar, “y nosotros presionamos bastante para eso, incluso hicimos el relevamiento de los accesos y los obstáculos que encontramos, pero no se abrió ninguno de ellos”, sostuvo Weiman.
La planta depuradora a orillas del lago genera preocupación en los ciudadanos. Foto: Marcelo Martínez.
Problemas y más problemas
En Bariloche, la tierra es cada vez más costosa y la distancia, por ejemplo, que existe entre la avenida Bustillo y el lago Nahuel Huapi es extensa por lo que conseguir que se abra una servidumbre es algo complejo.
“Pero, por otra parte, están las bajas públicas que tienen calles de acceso donde la gente puede circular libremente, sin embargo, y la inacción de la Municipalidad permite que los obstáculos que van poniendo los vecinos linderos queden para siempre y, de esta manera, se restringa todo cada vez más”, expresó la ambientalista.
Por ejemplo, esta última semana desde Árbol de Pie solicitaron a Parques Nacionales y al Departamento Provincial de Aguas (DPA) que estableciera donde está la línea de ribera en el kilómetro 14.100, que es la bajada pública de la zona “porque los vecinos de los dos lados donde termina la calle, que no es vehicular en su totalidad, sino que es un sendero que no está mantenido ni por la Municipalidad ni la Junta Vecinal de Tres Lagos, estiraron sus alambres, por lo que estaban metidos adentro del lago”, relató.
En este sentido, desde Parques informaron que se acercaron al lugar y que retiraron los alambres, “pero lo que pasa es que los vecinos tenemos que estar atentos a eso porque en cuanto nos descuidamos vuelven a tirar el alambre para adentro”, aseguró.
Además, otra cosa que sucede es dueños de casas linderas a la costa plantan especies invasoras como álamos o sauces, “entonces la costa se llena de esas plantas y cuando uno quiere pasar caminando por ahí no puede. Son distintas artimañas que implementan para que nadie pase por ahí como si fueran dueños de la costa del lago”, detalló Weiman.
En este sentido, en el kilómetro 13 se está llevando a cabo un proyecto de construcción que se llama Lake Hue, donde van a realizar varios edificios de varios pisos y cuando apearon los árboles del terreno, tiraron todo sobre la costa para que nadie pase por ahí. “Lo mismo sucede cuando podan y desmalezan, sobre todo mosquetas, las tiran en la costa y no se puede pasar, salvo que te metas al lago. Entonces el problema es que la Municipalidad se desentiende del cuidado de los accesos y los vecinos aprovechan y los hacen más complicado todavía”, aseguró.
El artículo 73 de la Constitución garantiza el libre acceso y circulación a las costas de ríos, riberas de lagos y espejos de agua. Foto: Marcelo Martínez.
Otra de las luchas históricas por el acceso libre a las costas es lo que sucede en el kilómetro 6, donde el Municipio se comprometió a implementar una escalera como lo hizo en el kilómetro 13.200 para que la gente pudiera bajar a la costa del lago, sin embargo, hasta ahora nada se hizo al respecto. “Desde el gobierno municipal insisten en que el acceso es al final de la calle, pero si vos vas te encontras con una puertita con candado”, aseveró.
Los desarrollos inmobiliarios aceleran la contaminación de las aguas
La falta de cloacas en Bariloche data de muchos años y esto genera un gran impacto negativo a nivel ambiental. “Supongamos que todas estas obras cumplan con todos los requisitos que se solicitan desde la Municipalidad. De todos modos, todo tiene un límite porque una cosa es que haya una vivienda a 50 metros de la costa y otra es que se desarrollen inmuebles multifamiliares, donde no se puede saber la cantidad de gente que estará utilizando las instalaciones y todos los residuos terminan yendo al lago”, aseguró Weiman.
En este sentido, desde un tiempo a esta parte, la gente comenzó a utilizar containers como edificación de viviendas. “Sin embargo, no existe ninguna regulación que contemple cuál es la cantidad de containers que se pueden colocar el un terreno. Por ejemplo, en mi barrio se podía construir el 30% de la superficie de ese terreno, pero aún no sabemos cómo se contabilizan estas estructuras”.
Cuando en septiembre de este año, luego de días de lluvias intensas, varios barrios de la ciudad sufrieron inundaciones, “lo que pasó en Tres Lagos fue que había 12 containers colocados en un mallín y toda la cañería de residuos estaba colocada dentro del agua”, afirmó.
Otro ejemplo de esto es lo que sucede en playa Bahía Serena. “El año pasado se vendió el predio donde está el restaurante y, por lo que nos contó la gente que allí trabaja, están tramitando la construcción de un hotel que sería de tres o cuatro pisos. Sin embargo, ahí no sólo la superficie es muy acotada, sino que además es en la costa del lago, por lo que sería imposible hacer un hotel en ese lugar”, remarcó.
La crisis habitacional por la que atraviesa Bariloche es cada vez peor, “sin embargo todos estos desarrollos inmobiliarios están destinados a un turismo de gran poder adquisitivo y no para la solución habitacional que necesita la ciudad por eso nosotros debemos proteger la riqueza que tenemos para que la gente siga eligiendo venir a Bariloche con el objetivo de tener contacto con la naturaleza”.
Vecinos aledaños a las costas de las aguas implementan distintas artimañas para evitar que la gente camine por la costa. Foto: Marcelo Martínez.
Al ser consultada sobre lo que esperan del nuevo gobierno municipal afirmó que desea que el intendente pueda rodearse de gente más comprometida con el ambiente y que cuando no sepa algo, consulte y se haga asesorar por gente especializada. “Que lo que tenga en mente no sólo sean negocios inmobiliarios e inversiones privadas ya que la herencia que queda es bastante preocupante y lo que se pierda ambientalmente es difícil de recuperar”, concluyó.
Que lo que tenga en la cabeza no sólo sean los negocios y las inversiones porque queda una herencia bastante preocupante. Lo que se puede ambientalmente es difícil de recuperar.
Una mega construcción en el lago Gutiérrez
Desde hace meses, una obra iniciada en el predio de la exhostería El Retorno en la costa del lago Gutiérrez despierta preocupación en los vecinos, ya que los apeos de árboles y los movimientos de suelo preanunciaban una mega obra.
Ante esta situación, el tema se incorporó en la agenda de la Comisión de Ambiente y Hábitat de la Junta Vecinal de Villa Los Coihues, quien envió al Municipio numerosos pedidos de información.
“Las preocupaciones de las y los vecinos aumentaron cuando las respuestas llegadas mostraban a una gestión municipal desentendida de la obra en marcha y de las preocupaciones vecinales respondiendo que sólo había “consultas informales” al respecto y que no había información del proyecto para compartir, estando el proyecto en evaluación y la obra sin ninguna aprobación”, reza un párrafo de la nota que la Junta Vecinal hizo llegar a la población.
Ante los avances de la obra, sin autorización municipal ni licencia social y la no respuesta del Ejecutivo Municipal, a fin de septiembre del corriente se solicitó reunión con el Intendente municipal. Sin embargo, a más de dos meses, aún no recibieron respuesta.
Desde el mes de julio, la empresa Toribio Achaval, a través de sus redes sociales y su página web, está vendiendo “residencias premium sobre el lago Gutiérrez”: el megaproyecto denominado Terrazas del Gutiérrez.
Según esa publicación se trata de 6 módulos de 4 plantas (el edificio cuenta con planta baja y 3 pisos) y 48 residencias (cada módulo cuenta con 2 residencias por piso), residencias de 2 dormitorios y 2 dormitorios con dependencia. Por lo que puede estimarse que comprende unas 200 camas. Además, también en la publicación ofrecen, entre otros amenities, piscina climatizada, cubierta y descubierta a 15 metros del lago Gutiérrez.
La envergadura de esta construcción no se corresponde con la normativa de la edificación actual. Foto: Internet.
“El conocimiento de esa oferta inmobiliaria despertó nuevas preocupaciones sobre la viabilidad ambiental: la experiencia previa de la Hostería El Retorno y de su antecesora Hostería Los Coihues (construida en los años 40) ya mostraban que el predio costero soporta una cantidad limitada de efluentes cloacales, los que de colapsar no sólo afectan las condiciones ambientales del predio sino también al lago y arroyo, a su flora y fauna y a la comunidad de Los Coihues que toma agua de allí”, sostienen en la nota.
El estudio de Servicio de Geología Minero Argentino (SEGEMAR) considera inaceptable la urbanización de alta densidad en la Pampa de Gutiérrez. Según este estudio, el lugar donde se está llevando adelante esta construcción es un "bajo", es decir, que las cloacas quedan bajo el nivel del lago, segñun informó a ANB Mauro Cesetti Roscini, integrante de la Junta Vecinal.
Y aclaró, "esos bajos que acompañan arroyos son quasi-mallines, que es la categoría del suelo previa al mallí, que funcionan como mallines en el sentido de la comunicación subterránea de napas".
Por lo tanto, la envergadura no se corresponde con la normativa de edificación actual, lo cual demandaría un tratamiento de excepción, estudios de impacto ambiental y social y la realización de una audiencia pública y abierta a la participación vecinal, tal como lo plantea la Carta Orgánica.
“No obstante, el desempeño de los funcionarios municipales sobre este tema desde febrero a la fecha, la no-información y desatención de los requerimientos de la comunidad, despiertan otra preocupación: el rol del estado municipal a la hora de contribuir al desarrollo económico local sustentable y socialmente responsable y el lugar que se le da a los habitantes en la planificación del propio lugar”, finalizaron. (ANB)