Infraestructura
Se inauguró el Centro de Referencia en Levaduras y Tecnología Cervecera
Ubicado en la ruta Carlos Bustos s/n en el Acceso al Cerro Catedral, el centro tiene capacidad para albergar a 40 investigadores, becarios y técnicos del CONICET.

En un emocionante acto que contó con la presencia de destacadas autoridades nacionales, se inauguró oficialmente el Centro de Referencia en Levaduras y Tecnología Cervecera (CRELTEC) en la ciudad de Bariloche.
Este innovador centro, que abarca 1.250 metros cuadrados cubiertos, se convierte en la sede del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales, una institución de doble pertenencia entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad Nacional del Comahue (UNCo).
La ceremonia de inauguración estuvo encabezada por la presidenta del CONICET, Ana Franchi, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, el vicerrector de la UNCo, Paul Osovnikar, y el director del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC, CONICET-UNCo), Diego Libkind. También estuvieron presentes otras figuras destacadas, como la directora del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Patagonia Norte, María Celeste Ratto, y el decano de la UNCo Bariloche, Marcelo Alonso.
El CRELTEC, financiado por el CONICET con una inversión actualizada de $1.450.406.996 pesos, se presenta como un espacio multifuncional sin igual en la región, especialmente en el ámbito científico y tecnológico. Destaca por albergar la colección más extensa de levaduras autóctonas del país, además de contar con laboratorios de microbiología y biología molecular, así como instalaciones para el análisis de alimentos.
En una segunda fase de construcción, se prevé la incorporación de un área de procesos biotecnológicos microbianos y una planta piloto experimental de cerveza, la cual sería única a nivel nacional.
Ana Franchi, presidenta del CONICET, expresó su orgullo por la inauguración y subrayó la importancia de inspirar a las generaciones jóvenes a seguir carreras científicas. Destacó el impacto que el CRELTEC y el IPATEC han tenido en el desarrollo local y nacional, enfatizando la contribución de la ciencia a la sociedad.
El edificio de 1.250 metros cuadrados busca potenciar actividades relacionadas con la biodiversidad microbiana de los ambientes naturales, la biotecnología y la tecnología de alimentos mediante la incorporación de equipos de última generación y personal altamente especializado. Además, se enfocará en la interacción con el sector productivo, con un énfasis particular en la industria alimentaria, ofreciendo servicios tecnológicos avanzados, asesoramiento, capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología, así como oportunidades de incubación de empresas de base tecnológica.
El ministro Daniel Filmus destacó la importancia de la colaboración entre el sector público y privado en la inversión en ciencia y tecnología, subrayando que esta es la clave para avanzar hacia la exportación de productos con valor agregado y mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
Por su parte, Diego Libkind, director del IPATEC, recordó la génesis de la institución en 2014 y su evolución hacia un referente en temas de relevancia regional. Explicó cómo el CRELTEC era un paso más en la consolidación de un espacio adecuado para la investigación y desarrollo científico.
El CRELTEC se distingue por su arquitectura sustentable, que se ajusta a los estándares de eficiencia energética para zonas de climas fríos. Cuenta con una moderna planta de tratamiento de efluentes, reciclaje de aguas grises, placas constructivas de material reciclado y pre-calentamiento de agua con colectores solares, entre otras características ecológicas.
Ubicado en la ruta Carlos Bustos s/n en el Acceso al Cerro Catedral, el centro tiene capacidad para albergar a 40 investigadores, becarios y técnicos del CONICET. Además, cuenta con un auditorio con capacidad para 50 personas para la realización de charlas de divulgación científica, exposiciones y capacitaciones.
Este proyecto también se integra en un circuito de turismo científico-educativo más amplio que tiene como objetivo acercar la ciencia a la comunidad, visibilizar los desarrollos tecnológicos y fomentar vocaciones científicas. Se espera que esta iniciativa genere una sinergia entre la Ciencia, la Tecnología y la Industria Turística. (ANB)