Juicio por jurados
“Estos negros de mierda son así, hay que hacerlos cagar”
La frase que habría desatado la pelea entre Buchaillot y Quinchagual y que terminó en un brutal asesinato en el estacionamiento de un supermercado.

“Compramos dos o tres cositas, íbamos hacia la caja, había un espacio vacío. Nos metimos y de atrás empezaron a gritarnos que no nos colemos y después un señor dice ‘estos negros de mierda son así, hay que hacerlos cagar’”, indicó Hugo Méndez, padrastro de Brian Quinchagual en el primer día del juicio por el crimen.
Esta frase habría sido el detonante en la discusión que se dio en la fila del supermercado ubicado en la avenida Pioneros 4,400, aquel sábado 7 de mayo de 2022 cerca del mediodía, cuando el joven fue apuñalado por Mauricio Buchaillot.
Hoy (18/09), comenzó el juicio contra el acusado de apuñalar y asesinar a Brian Quinchagual, un joven de 23 años con el que habría tenido un altercado por haberse adelantado en la fila de la caja del supermercado.
Debido a que la Fiscalía adelantó que pediría una pena superior a los 12 años, se trata de un juicio por jurados, en el que 12 personas sin relación con el ámbito judicial, presenciarán todas las audiencias y definirán si Buchaillot es declarado culpable o no.
En el inicio del juicio, la Fiscalía y la defensa formularon los alegatos de apertura y luego comenzaron a brindar declaración algunos de los 30 testigos que formarán parte de las audiencias.
“En un horario comprendido entre las 13 y 13,15 horas de ese sábado, Mauricio Buchaillot fue al encuentro de Brian, comenzó una pelea y durante el transcurso le asestó dos puñaladas con un cuchillo de combate”, detalló el fiscal Martín Lozada y agregó que “mediante esas dos puñaladas, le causó la muerte”.
La Fiscalía aseguró que demostrarán que Buchaillot no actuó en legítima defensa. Foto: Marcelo Martínez.
Desde el Ministerio Público Fiscal, señalaron que la defensa de Buchaillot centrará su estrategia en la legítima defensa al argumentar que Quinchagual amenazó al acusado, pero Lozada sostuvo que “no fue víctima de ninguna agresión y si lo hubiera sido, tendría que haberse defendido del mismo modo en que era atacado: a los puños”.
Natalia Araya, defensora oficial del acusado, sostuvo en sus alegatos que “no pretendemos discutir lo indiscutible. No es justo para nadie lo que ocurrió”, en relación a la muerte del joven y a la situación de Buchaillot.
La defensa aseguró que intentarán que, en los días del juicio, el jurado popular pueda conocer a Buchaillot, desde sus conocidos, sus vecinos, sus allegados e incluso, los profesionales que lo atienden para “intentar contar una historia lo más completa posible”.
Para Araya, lo que ocurrió en la línea de la caja, donde “surgió una situación para él, intolerable”, explicó en relación a la “falta de respeto” que sintió Buchaillot por la actitud de Quinchagual quien estaba acompañado de su padrastro.
“¿Eso justifica lo que pasó? No, pero es una visión”, remarcó la abogada y agregó que “Mauricio hizo saber lo inapropiado de la actitud y pidió respeto y ante ese pedido, recibió una intimidación y una amenaza de vida”.
La defensa intentará que el jurado conozca "la visión del mundo" de Buchaillot. Foto; Marcelo Martínez.
La defensa sostuvo que Buchaillot tiene “su” visión del mundo y que siempre actuó como “cuidador” del barrio en el que vivía o de su familia. “Les pido que vean esto con la posición de Mauricio, con los ojos de Mauricio”, manifestó al jurado.
“Brian Quinchagual lo superaba en tamaño, era mucho más joven, desde ese lugar, Buchaillot se sintió en inferioridad de condiciones. No se puede justificar lo injustificable, pero vamos a traer herramientas para que puedan verlos e manera distinta”, indicó.
Luego de los alegatos, fue el turno de la primera testigo, Sandra Quinchagual, madre del joven asesinado. La mujer se presentó en un primer momento como querellante, pero un incumplimiento en los plazos por parte de su abogado, la dejó afuera de la causa.
Este lunes, fue la primera en atestiguar para luego, poder continuar presenciando el juicio junto a familiares y amigos del joven, que, desde temprano, llegaron a la sala con remeras con una foto de Brian Quinchagual impresa en el pecho.
“Brian era alguien especial, se ve que Dios lo mandó para que sea la persona que demostrara amor en la familia. No somos de andar abrazándonos, el único que lo hacía era él. Con todos, todos lo recuerdan así”, comentó la mujer con la voz quebrada.
Sandra relató además, que su hijo soñaba con tener su casa propia, con ser padre de una nena, y que era querido por todos.
Familiares y allegados del joven presenciaron la primera jornada del juicio. Foto: Marcelo Martínez.
Sobre ese 7 de mayo, recordó que le avisaron que habían apuñalado a Brian, “llegamos y bajamos corriendo, en ese momento vi el auto todo lleno de sangre, pero no lo vi a mi hijo”, recordó y agregó que luego, “los escuché a los chicos llorar y gritar y miro para abajo y ahí estaba su cuerpo…no me dejaron ni tocarlo”.
“Mi mundo se cayó, me sacaron una parte del corazón, se me vino el mundo abajo. Nos destruyeron la vida a todos. Lo único que quiero es que haya justicia, es lo que le pido a Dios y a todos. Esto no puede quedar así”, pidió la mujer.
Hugo Méndez, pareja de Sandra desde hace unos 20 años, además de ser el padrastro de Brian, también trabajaba con él. Ese día, habían terminado el horario laboral y pasaron a comprar a La Anónima.
Luego de la discusión que se generó en la fila, recordó que “un señor dice “estos negros de mierda son así, hay que hacerlos cagar””, aunque dijo no recordar si había declarado esto en el momento del hecho por estar “en shock”.
Según Méndez, en ese momento le dijo a Brian que lo espere afuera. “Yo pagué y me fui, me subo al auto y tenía que abrirle la puerta a Brian. Fue un segundo que tardé y ya estaban peleando”, señaló.
“El señor saca un cuchillo, y yo voy a buscar una botella, pero en eso le pegó dos puñaladas. me fui hasta donde estaba Brian, lo agarré, se cayó. “Este viejo de mierda me mató”, me dijo y yo le decía que no, que no era nada. Después se me desvaneció en los brazos”, detalló Méndez también al borde de las lágrimas. (ANB)