viernes 17 de mayo de 2024

Colapso

¿Cómo influye el cambio climático en el clima de Bariloche?

En Argentina, la influencia del fenómeno de El Niño se caracteriza por lluvias por encima de lo normal.

domingo 17 de septiembre de 2023
¿Cómo influye el cambio climático en el clima de Bariloche?
Según la ONU, el 2023 será el año más cálido de la historia. Foto: Marcelo Martínez.
Según la ONU, el 2023 será el año más cálido de la historia. Foto: Marcelo Martínez.
Por Miguelina Missotti

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, debido a variaciones en la actividad solar o erupciones volcánicas grandes.

Sin embargo, desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.

En diálogo con ANB, Matías De Oto Proschle, oceanógrafo explicó que para entender el efecto que tiene el cambio climático en la región Patagónica es necesario hablar de algunas cuestiones de las que se derivan las condiciones climáticas imperantes en la ciudad.

“El cambio climático son oscilaciones que se dan naturalmente, cada determinado período de tiempo. La forma en que se produce este cambio ha cambiado y está relacionado a diferencias de calentamiento oceánicos y a la repercusión que tiene el fenómeno de El Niño”, detalló.

El Niño- Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural asociado a una alteración del sistema océano-atmósfera en una zona específica del Pacífico, próxima a la línea del Ecuador que influye en el clima en todo el mundo.

El accionar humano primero repercute en la atmósfera. Foto: Marcelo Martínez. 

En Argentina, particularmente, la influencia de El Niño se caracteriza por lluvias por encima de lo normal, lo que trae aparejado la posibilidad de lluvias y tormentas intensas a lo largo y ancho del país, en especial la región del litoral y en los andes de cuyo.

El ENOS presenta una fase cálida, conocida como El Niño, a partir del aumento de la temperatura del océano Pacifico tropical, y otra fría, La Niña, en la que ocurre lo opuesto. 

El Niño ocurre en promedio cada 2 a 7 años, y los episodios suelen durar de 9 a 12 meses. “Aunque, a veces duran más; no es periódico como un reloj”, aseguró el oceanógrafo.

Durante los últimos tres años, el país estuvo atravesado por el fenómeno de La Niña, asociado a la intensa sequía y falta de lluvias. Sin embargo, la temperatura del Océano Pacífico tropical comenzó a calentarse más de lo normal con valores superiores a 0, 5º Celsius. Ante esta situación, la Organización Meteorológica Mundial advierte que las condiciones de El Niño se están desarrollando por primera vez en siete años.

El impacto del ser humano en el clima

A lo largo de las eras geológicas hubo cambios climáticos naturales, por lo que no es la primera vez que el planeta sufre calentamientos o enfriamientos. Sin embargo, por el efecto del hombre este cambio se agudiza cada vez más.

“El uso de gases refrigerantes en el pasado por parte del ser humano, produjo una disminución del ozono, lo que dio como resultado un enfriamiento estratosférico en la Antártida repercutiendo en una intensificación de los vientos del oeste y un corrimiento hacia el sur. Ahí estamos en una evidencia que el uso de un producto químico humano generó un corrimiento de los vientos oestes hacia el sur y eso es fundamental en nuestra región”, aseguró De Oto.

Las bajas temperaturas del año pasado presentaron un clima más nevador. Foto: Marcelo Martínez.

En este sentido, se da cuenta cómo el accionar humano primero repercute en la atmósfera, luego en el océano y luego en la biodiversidad. “Hay una evidencia muy clara de que el dióxido de carbono, como gas de efecto invernadero, produce una mayor absorción de energía en la Tierra ya que impide su escape natural hacia el espacio”, detalló.

“Hoy en día la comunidad científica propone el nivel de consumo humano dentro de las variables climatológicas para proyectar un escenario posible donde se le suma forzantes de aerosoles de erupciones volcánicas y se observa que en nuestra región hay una tendencia hacia menores precipitaciones”.

“Lo que está pasando es que el ritmo de consumo del ser humano, es decir la liberación de dióxido de carbono, es más grande de lo que la vida en el planeta puede consumir, por eso es tan perjudicial”, aseveró.

Según informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 2023 será probablemente el año más caluroso de la historia a nivel global debido a las olas de calor intensas, sequías, inundaciones o incendios que azotaron durante el último tiempo a Asia, Europa y América del Norte.

“Esto se da debido a una suma de factores. Por un lado, cuando tenés el fenómeno de El Niño que es un calentamiento del Océano Pacifico tropical, que es a su vez, el océano más grande del mundo, la temperatura aumenta y libera dióxido de carbono a la atmósfera y, a su vez, a mayor temperatura oceánica hay registro de que aumenta la temperatura del planeta”, atestiguó.

“En los últimos 10 años, en la región central de Chile y de Cuyo se experimentaron períodos extremadamente secos, salvo en 2015 y 2018, donde se presentó el fenómeno de El Niño”, informó. Sin embargo, en investigaciones recientes se muestra que no todas las regiones se comportan de la misma manera ante el calentamiento global. Por ejemplo, cruzando la cordillera, en las regiones costeras y marítimas del Pacifico se observa un enfriamiento en los últimos años”, atestiguó el meteorólogo.


Muchos barrios de Bariloche sufrieron inundaciones a raíz de la cantidad de agua que cayó en menos de 48 horas. Foto: gentileza. 

Matías estuvo en la Antártida ayudando a un grupo de investigación que busca determinar cómo la circulación de las bahías es afectada por el calentamiento antropogénico, que empuja los vientos hacia el sur. “Esto hace que el oeste de la Península Antártica se caliente, de hecho, la región ha presentado una de las tasas de calentamiento más elevadas del planeta, de hasta 0.6 grados por década. Asimismo, en la región patagónica norte el desplazamiento al sur de los vientos oestes a largo plazo, promueven una disminución de las precipitaciones”, expresó.

En los últimos años, se ha determinado con un gran consenso que el tacho de basura de nuestro dióxido de carbono es el océano. “Este gran espejo de agua todo lo captura y lo lleva al fondo, pero esto no quiere decir que desaparezca”.

Lluvias intensas, aumentos térmicos

“Más allá de que este año se generaron precipitaciones invernales por sobre lo normal, hace 20 años atrás este clima era más frecuente. Otra diferencia de este año, es que la mayor parte de las lluvias se dieron con temperaturas elevadas, en cambio, el año pasado se transitaron temperaturas bajas por eso es que fue un período más nevador”, aseguró De Oto.

Para De Oto, el calentamiento global se debe abordar desde una temática interdisciplinaria, que evalúe los riesgos derivados del mismo. “En este sentido, hay tres componentes fundamentales: la amenaza, la vulnerabilidad (antrópica o natural) y la exposición. El riesgo, entonces, es una multiplicación de estos tres elementos. Por ejemplo, una amenaza es un sistema meteorológico que proviene del pacífico con una cota de nieve baja. La vulnerabilidad, en cambio, se asocia con la distribución de la población o de los ingresos, no es lo mismo la vulnerabilidad del Alto que la del Barrio Belgrano. La exposición es la más valiosa, ahí juega el rol el Estado y las garantías que nos otorga para cuidarnos”, detalló.

Y agregó, “lamentablemente, la malversación de fondos, las obras que no se realizan o las máquinas quitanieves que no se cuentan, terminan perjudicando a la población más vulnerable. En otros casos, los recursos de una población (vulnerabilidad) no son relevantes, y termina siendo la exposición la determinante del riesgo", relató.


Las intensas lluvias, también, generaron deslaves en varios puntos de la región. Foto: Marcelo Martínez. 

En este caso, un claro ejemplo fue el deslave de Villa Huinid, en donde el mal uso del suelo derivó en una gran exposición ante una amenaza meteorológica. "Realizar un mapa regional del riesgo debe ser, además, dinámico, porque estos tres elementos lo son. Entonces, la determinación de estos tres elementos resultaría fundamental para afrontar el calentamiento global en nuestra ciudad. Y, por ejemplo, a pesar de que los recursos de la población sean distintos (vulnerabilidad), todos disfrutemos con fines recreativos una nevada”, reveló.

Matías nació en Bariloche y se crio en el barrio Jamaica. Desde pequeño le fascinaba la meteorología y, cada vez que podía, se escapaba al ciber a ver el pronóstico y en el barrio todos les preguntaban cómo iban a estar los días. “Cuando no tenés calefacción ni luz, poder prever un sistema de precipitaciones y tener leña para calefaccionarte, era un gol”, finalizó.

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