Ambiente y salud
La contaminación que no vemos: los microplásticos
Hay estudios que indican que la cantidad de plástico que ingerimos es de una tarjeta de crédito por semana.
Por Camila Soldati
No es ninguna novedad que los desechos plásticos se proliferan cada vez más a lo largo del planeta. Los residuos que generamos en casa se fragmentan constantemente en el ambiente, hasta convertirse en pequeñas partículas de plástico que ingerimos y hasta respiramos diariamente.
Los microplásticos son trozos muy pequeños de plástico fragmentado, muchas veces microscópico, proveniente de varias fuentes, que se degradan en el ambiente a través de diversas formas: el sol, el viento, el agua, entre otras. También ocurre que las partículas de los envases plásticos se desprendan, juntándose con su contenido.
Investigadores del CONICET realizaron estudios en aguas superficiales del lago, y encontraron una gran presencia de estos plásticos, pero principalmente, fibras textiles. "Casi toda nuestra ropa es sintética o mezcla, lo que significa que son fibras plásticas. Hay un estudio que dice que cada vez que se lava un pólar en el lavarropas, salen 2 gramos de esas microfibras. Entonces, todas estas telas sintéticas se van desgastando y liberando estas microfibras al ambiente", explicó a ANB la bióloga investigadora del CONICET, Micaela Buteler.
El plástico comenzó a comercializarse a gran escala en la década del ‘50 del siglo pasado. Foto: ilustrativa.
Un artículo publicado por Buteler en 2019, indica que se producen alrededor de 380 millones de toneladas de plástico anualmente, "el equivalente en peso a un millón de aviones Boeing 747 completamente cargados", y solo tres cuartas partes de esa masa de plásticos se desecha como basura, terminando en vertederos, ríos y océanos.
"Los plásticos fragmentados vuelan por los aires, los llevan las corrientes, y también los transportan los animales, y así es como contaminan. Es un problema globalizado", mencionó la investigadora.
Tanto las corrientes de agua como el viento, son medios de traslado de estos microplásticos. Según Buteler, en cualquier lugar donde se realizan muestreos se detectan estos desechos. "Hay en la Antártida, en la montaña, en los océanos, en todos lados".
Existen dos conceptos importantes a la hora de hablar de la contaminación del ambiente: biodegradación y degradación. Si bien son similares y muchas veces se confunde el uso y significado de los mismos, no lo son.
- La biodegradación es el proceso donde intervienen múltiples microorganismos para degradar distintos materiales, utilizándolos además como fuentes de energía y/o alimento. Los microorganismos pueden transformar estos en agua, dióxido de carbono, entre otros materiales.
- La degradación es el proceso a través del cual se fragmentan grandes partículas en partículas más pequeñas, como resultado de la exposición o acción de agentes como la luz solar, el agua, la humedad, el calor, etc. En el caso particular del plástico, este de degrada, pero no vuelve a formar parte de los ciclos biológicos.
Algunas estimaciones sugieren que el plástico constituye entre el 60% y el 80% de los residuos marinos. Foto: Marcelo Martínez.
La investigadora del CONICET explicó, que otro gran problema que tienen los plásticos, son los aditivos que estos contienen en su composición. "Hay distintos tipos de plásticos, y están llenos de aditivos. El plástico de un auto, por ejemplo, no es lo mismo que el plástico de una botella; algunos son más blandos y otros más duros, y para esto se les ponen colorantes y productos químicos para que no sean inflamables, o para que sean más duros, o más resistentes. Esos químicos sí pueden pasar al agua, al aire, y pueden ser tóxicos".
En cuanto al tiempo de degradación de los distintos materiales, y principalmente hablando de los plásticos, no se puede determinar con exactitud, ya que la degradación de los mismos dependerá exclusivamente del medio en el que se encuentren. Es decir, que el mismo producto se degradará y/o fragmentará de manera distinta, según el lugar en donde esté y los agentes que intervengan.
Entre las alternativas de solución, la disposición final en vertederos o rellenos sanitarios debería ser la última opción. La reducción o minimización del consumo de plásticos, es una gran opción, ya que "el mejor plástico es el que no se genera", principalmente evitando la compra y el uso de aquellos que son de un solo uso.
Si bien, a diferencia del vidrio, el plástico no tiene una capacidad infinita de reciclado, la utilización de estos productos como materia prima para que reingresen al circuito económico, es una gran opción para evitar el desecho del los mismos. La reutilización de los productos plásticos, sin transformaciones, para el mismo fin que tuvo originalmente, es una gran opción, que se suma a la lista de opciones.
"En el estudio que publicamos, tomamos muestras de agua del lago Gutiérrez, Moreno, Nahuel Huapi, Mascardi, y otros del circuito de los Siete Lagos. La idea era tomar agua superficial, y encontramos que todos los lagos estaban contaminados con microplásticos, pero no más contaminados que otra parte del mundo. Esto nos dice que no hay lugares del mundo que estén exentos de este problema. También queríamos saber si los lagos más urbanos presentaban mayor contaminación que los que están más alejados, y vimos que no, no hay diferencia", concluyó Micaela Buteler. (ANB)