martes 7 de mayo de 2024

Orgullo

Seis estudiantes crearon un dispositivo para ayudar a gente perdida en la montaña

Son alumnas de un colegio técnológico de Bariloche y su proyecto fue seleccionado entre más de 180 equipos de todo el país, en un concurso de ARSAT.

martes 25 de octubre de 2022
Seis estudiantes crearon un dispositivo para ayudar a gente perdida en la montaña
Foto: Marcelo Martínez
Foto: Marcelo Martínez

Por Cecilia Russo.

Estudiantes mujeres de un secundario técnico de Bariloche presentaron un proyecto innovador en un certamen de Arsat y quedaron seleccionadas entre los primeros puestos, entre más de miles de participantes de todo el país. El dispositivo creado podría ayudar a personas perdidas en la montaña y, según aseguraron, estaría listo para poner en funcionamiento.

“TIC TAC ¡Hora de Innovar!”, es un concurso organizado por la empresa satelital argentina, en conjunto con la Fundación YPF, Microsoft Argentina y el Ministerio de Educación a través del INET, para promover que más niñas y mujeres jóvenes se acerquen a la tecnología y reducir la brecha de género en el sector, desde las edades más tempranas.

Es así que chicas de 12 a 18 años de escuelas técnicas de todo el país, de gestión pública o privada, presentaron proyectos con el eje puesto en soluciones tecnológicas a problemáticas de cada comunidad sobre energía, movilidad, residuos, tecnología y conectividad.

Alumnas del CTS y su profesor junto con el dispositivo seleccionado - Foto: Marcelo Martínez.

Kathleen Kennedy, Santina Russo, Ludmila Jara, Paula Jara, Andrea Quintana y Pirscila Dìaz son alumnas del Colegio Tecnológico del Sur y crearon un dispositivo portátil que se utiliza para cubrir necesidades básicas de supervivencia ante situaciones de emergencia. Su proyecto fue elegido en segundo lugar, en el segmento de “Segundo Ciclo”.

El profesor de Electrónica –quien acompañó en el trabajo– Luciano Minichiello, contó a ANB que “comenzamos con la idea, que en principio fue hacer un dispositivo de control para gente que se fuera a la montaña, y que, luego de hacer el registro de trekking, pudiera estar rastreada de alguna manera y mandar un mensaje si pasa algo. Esa fue la idea original, que luego mutó a un tótem de carga porque coincidió que justo en el colegio estaban trabajando con eso”.

“Con ese concepto, fue mutando la idea y cuando pasamos esta primera etapa seguimos con la de maquetización digital. Esto se hacía mediante Minecraft, un programa de Microsoft, que como era parte de la organización nos brindó cuentas para poder trabajar, porque es un programa pago. Pudimos avanzar con eso durante un tiempo”, continuó el profesor.

No es sólo un juego

Como había anticipado el docente, una vez que concluyó la selección de ideas, las estudiantes debían avanzar con una simulación digital del proyecto presentado.

Foto: Marcelo Martínez

Andrea Quintana, de tercer año, explicó: “trabajamos en una plataforma sobre la que tuvimos que desarrollar el proyecto. Ahí creamos una montaña y pusimos distintos tótems  a lo largo del camino, más o menos a 25 bloques de distancia entre cada uno”.

“Lo que hicimos fue crear una ciudad al pie de la montaña y empezar a programar cada tótem con bloques de comando que cuando te acerques, salte una señal de que estás yendo por buen camino hasta llegar a la base”, amplió.

De acuerdo a su relato, esta atapa fue la más compleja y duradera: “lo que más costó fue hacer la parte de la montaña con los tótems y conectarlos a la base. Fue lo más difícil”, remarcó Quintana.

Y añadió: “Era una simulación y tuvimos que hacer un video en el cual hacíamos que nos perdíamos, mientras íbamos subiendo la montaña y tocábamos un botón para ver si íbamos por buen camino o necesitábamos ayuda de la base”.

En el medio, hubo capacitaciones del organizador y luego de mucho trabajo y casi un mes y medio después de esta etapa, a fines de septiembre, las alumnas del Tecnológico conocieron la noticia de que su trabajo había pasado a la etapa siguiente de maquetación.

Manos a la obra

Llegó la hora de hacer la maqueta y les ofrecieron dinero para comprar los materiales o un kit para su realización. “Fue trabajar con cosas recicladas –indicó Minichiello –. Este tótem era de un proyecto del colegio que pudimos usar, más placas de las compañeras, y cosas que ya había de otros profesores y mías, y quedó andando”.

La idea final es un prototipo en el cual con un botón de alerta que tienen los tótems distribuidos en un sendero de montaña, se pueda dar una señal de alerta en caso de perderse o tener una lesión, a una computadora conectada en Parques Nacionales, el Club Andino o la institución que puede llegar a brindar ayuda y se inicia la búsqueda.

Un proyecto innovador y con una mirada totalmente local - Foto: Marcelo Martínez.

“La idea es que esto ayudaría en un montón de aspectos a nivel local porque hay muchos senderos de montaña pero se puede transpolar a muchas provincias. Es mucho el recurso económico y humano que se pone a disposición para ir a buscar a las personas y muchas veces no hay referencias de dónde están. Esto colaboraría desde ese lado, también”, apuntó el profesor.

Kathleen Kennedy, alumna del quinto año, fue la encargada de dar los detalles del dispositivo: “esto está sustentado por un panel solar, cosa que no tenga ninguna conexión aparte. Nosotros usamos un módulo Wi Fi para simular el pedido de ayuda y que aparezca en la base, porque ahora no podíamos hacerlo con señal satelital”.

Y prosiguió: “Si uno se pierde o se lastima toca el botón que manda la señal a la computadora donde salta que alguien necesita ayuda en tal tótem. Como están fijos, si alguien tiene un problema, por ejemplo, en el tótem 3, no hay necesidad de estar buscándolo. En la pantalla del dispositivo aparece cuando la ayuda está en camino y se prende un led. También tiene un cargador de celular y un sensor de luz que es para cuando se hace de noche, se enciende para encontrar más fácilmente”.

“Habría que cambiar un par de cosas, como la señal Wi Fi por satelital, pero está para funcionar”, aseguró la joven.

Hora de innovar

La semana pasada, en conexión con todas las finalistas, un jurado, compuesto por especialistas de las instituciones organizadoras, evaluó cada uno de los proyectos teniendo en cuenta su innovación, originalidad, impacto social y factibilidad. En base a dicha evaluación fueron seleccionados tres proyectos por categoría -primer y segundo ciclo, según año de cursada- como equipos ganadores.

“Fue mucha emoción en el momento, no pensábamos avanzar tanto porque siempre estuvimos muy jugadas con el tiempo. La experiencia de todo el proceso fue muy linda, pudimos aprender cosas nuevas, por ejemplo, de programación”, expresó Paula Jara, de tercer año.

Su profesor, además, indicó que la selección de este proyecto fue un puntapié inicial para vincular la escuela con otras instituciones. “Una empresa que brinda servicios satelitales de mensajería nos permitiría hacer un enlace al año para probar nuestro dispositivo de manera gratuita. Y hay empresas locales de tecnología, con las cuales ya hay un vínculo por las pasantías de los alumnos, con las que podríamos avanzar”, afirmó.

“Es viable, está hecho con software y hardware libre, a bajo costo. Yo estoy muy contento porque creo que de todos los proyectos que se presentaron, el nuestro era el más viable para realizar”, manifestó.

Y concluyó: “la propuesta fue muy buena por el lado de la inclusión de las chicas en las escuelas técnicas, que es verdad que son un porcentaje mucho mejor en cantidad con respecto a los varones. Ellas son unas genias y pudieron a trabajar con todo muy bien; estoy muy contento”.

Ahora, el dispositivo y su proyecto quedarán por escrito de manera institucional para las próximas alumnas, de otras generaciones. Y el año que viene vendrá la oportunidad de llevar a cabo el prototipo y ponerlo en marcha. (ANB)

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