Encuentro para la restauración ambiental

Los vecinos de Llao Llao propusieron la instalación de “canteros nativos silvestres” como una herramienta de restauración ambiental, que promueve además la protección y valoración de la biodiversidad originaria.

La convocatoria es para el Día Nacional del Árbol Nativo, el domingo 29 de agosto, a las 14 horas, en la junta vecinal, ubicada en avenida Bustillo km 24.800, frente al hotel Amancay.

En ese día se instalarán tres “canteros nativos silvestres” en el predio de la sede, iniciándolos con plantas donadas por el vivero de la Isla Victoria del Parque Nacional Nahuel Huapi y con las aportadas por los vecinos, todas especies que forman parte del ecosistema del bosque andino patagónico presente en el barrio.

Para la jornada se recomienda que los participantes lleven barbijo, guantes, pala de punta y de mano o jardín, pedazos de malla cima o de alambre soldado cuadrado reciclado (no nuevo), pinza y alambre. Se seguirán todos los protocolos de seguridad y aforos de participantes establecidos en el marco de la pandemia Covid-19.

Los “canteros nativos silvestres” son libres de corte de bordeadoras, motoguadañas y cortadoras de césped, en donde se colocan numerosos ejemplares de variadas especies y tamaños de plantas nativas: árboles, arbustos, hierbas, y enredaderas, de manera tal de conformar una pequeña réplica de un ambiente nativo silvestre.

Todas las plantas nativas del cantero crecen libremente y sin intervención humana, y pronto el sitio adquiere un aspecto “silvestre”, lo cual le da su nombre.

La principal ventaja de los “canteros nativos silvestres”, es que como están conformados por especies nativas originarias de la zona, conforman mini ecosistemas totalmente autosustentables y autosuficientes, adaptados perfectamente a los suelos, las condiciones climáticas y al régimen de lluvias locales, y su crecimiento es controlado permanentemente por las innumerables especies animales de herbívoros (invertebrados y vertebrados) que las consumen, y que también ayudan a reproducirlas, como los insectos que polinizan sus flores y las aves y pequeños mamíferos que dispersan sus semillas.

Es por ello que todo espacio poblado por plantas nativas es considerado “de muy bajo mantenimiento” ya que no necesita de riego, ni de podas permanentes, ni del uso de fertilizantes o agroquímicos.

Asimismo estos canteros cumplen otras dos funciones vitales: representan pequeñas muestras de los ambientes silvestres nativos, constituyendo un seguro refugio a la biodiversidad nativa, y son la mejor herramienta para mitigar los efectos del calentamiento global producido por el hombre y el consecuente cambio climático ya que fijan mucho más carbono que las especies foráneas.

En este sentido los “canteros nativos silvestres”, así como todos los ambientes silvestres, tienen una “huella de carbono positiva” porque fijan mucho más carbono que el que liberan, y casi no requieren de mantenimiento. Esto los diferencia de las áreas parquizadas y antropizadas de la ciudad, donde predominan las especies vegetales foráneas, que sumado a una gran inversión de horas de trabajo de mantenimiento con el uso de bordeadoras y cortadoras de césped con motores a combustión, hace que tengan una “huella de carbono negativa” dado que emiten más carbono que el que fijan, contribuyendo irónicamente, a agravar la crisis climática y el calentamiento global.