viernes 29 de marzo de 2024

INTA

Investigación sobre cannabis medicinal: “hay que valorizar las capacidades que hay en Argentina”

El INTA trabaja en 11 proyectos sobre metodologías específicas para la producción de la planta de cannabis. Qué avances hay en Bariloche sobre el tema.

viernes 06 de agosto de 2021
Investigación sobre cannabis medicinal: “hay que valorizar las capacidades que hay en Argentina”

Por Cecilia Russo.

La planta de cannabis se utiliza desde hace siglos en distintas culturas alrededor del mundo para diferentes fines, entre ellos, el medicinal. La investigación médica y científica del uso médico de la planta de cannabis y sus derivados tiene oficialmente sólo cuatro años en la Argentina, desde la sanción de la ley nacional 27.350.

“La ley de cannabis medicinal”, nombre que recibe la norma sancionada en 2017, es el marco legal imprescindible para el estudio de Cannabis spp, bajo estándares de calidad y control, a través de la investigación científica y estudios agronómicos. El INTA trabaja en 11 proyectos de desarrollo del cultivo con fines medicinales, entre los cuales se destaca el trabajo en la sede de Patagonia Norte, donde se interrelacionan los avances de las estaciones experimentales de Bariloche y Alto Valle.

En enero de 2021 fue aprobado por el Ministerio de Salud el proyecto local para avanzar en la investigación de mejoramiento genético y banco de germoplasma, y en el registro de semillas nativas: “lo presentamos con Ciencia Sativa, ya que ellos tenían variedades mejoradas. Iniciamos el pedido de registro para comenzar a cultivar estas semillas nativas, sabiendo que ya se tiene bien estudiado para qué sirven los aceites que producen”, explicó a ANB Mariana Amorosi, responsable legal y coordinadora general del proyecto.

En paralelo, en Alto Valle, prosiguió, “tenemos pensado  generar módulos de cultivos y un laboratorio en el lugar para extraer resina. Ya tenemos dos hectáreas aprobadas por el Ministerio y la idea es desarrollar diferentes tipos de cultivos para investigación”.

Si bien se encuentra en la búsqueda de financiamiento, cabe destacar  que el Centro regional fue el primero en suscribir un convenio con una organización cannábica, como Ciencia Sativa, y “también estamos terminando un sistema de trazabilidad del cultivo con una empresa, que muestra toda la producción, desde la semilla hasta el producto final, lo cual tampoco había en el país”, destacó Amorosi, quien también es magister, contadora y asistente de planificación del INTA Patagonia Norte.

En este sentido, la coordinadora general relató que “en Argentina, lo único que está es el cannabis medicinal para casos de epilepsia. Lo que queremos generar es THC para el resto de las patologías, porque sabemos que también se usa para dolores y otras cosas que los médicos utilizan. Tenemos una becaria en variedad de cannabis que está anclada en dos laboratorios: PROBIEN, que es de la Universidad del Comahue y CONICET, y PROFARSE, de la provincia Río Negro, el cual va a producir los fitopreparados y se encargarían de la distribución”.

“Nuestra idea es generar productos cannábicos para que todos puedan acceder”, aseguró.

Además, señaló que “dentro  de las instituciones todavía hay miedo, prejuicios, falta de información y eso hace que se traben un montón de cosas. Hay que ir generando muchas capacitaciones y toda una cadena de difusión para ir disminuyendo todos estos mitos que hay alrededor”.

“A medida que la gente sepa que hay un cultivo seguro, un fitopreparado de calidad que se sabe de dónde viene, se va air tranquilizando todo”, concluyó Amorosi.

La investigación sobre el cannabis y el rol fundamental de las ONG

“Para nosotros fue un vínculo exitoso”, calificó Amorosi sobre el aporte que incluyeron las organizaciones cannábicas en la investigación y desarrollo del cultivo para fines medicinales.

“Hay que valorizar el trabajo que ellos vienen haciendo desde hace tantos años. Tienen el know how de la planta. Son los que cubrieron la demanda de la sociedad cuando todavía era ilegal. La gente hoy sabe que si necesita un preparado cannábico, tiene que ir a las  asociaciones que les brindaron ayuda cuando no se encontraba”, destacó la contadora.

Y agregó: “fue un vínculo virtuoso porque el INTA tiene experiencia en investigación a gran escala y ellos tienen todo el conocimiento del cannabis, que es muy amplio”.

“Hay que valorizar las capacidades que hay en Argentina, porque en lo que son estudios cannábicos siempre contratan personas del extranjero y en el país tenemos gente que sabe mucho”, manifestó. (ANB)

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