“Atemorizar a la población de que se llevan el quirófano, retrocede”

En 2013, a través del Programa Nacional de Tenencia Responsable y Sanidad de Perros y Gatos del Ministerio de Salud de la Nación, se entregó a la Municipalidad de Bariloche un quirófano móvil para castraciones. Ocho años después, el espacio no es utilizado y recae sobre sus responsables una acusación por falta de informes del uso de medicamentos y drogas.

Todo comenzó cuando la concejal Roxana Ferreyra advirtió la ausencia del quirófano: “a raíz de un proyecto de control de fauna urbana que estamos llevando adelante en el Conejo, pedíamos la compra de un nuevo quirófano móvil y se nos contestó que ya había uno del programa Pro Tenencia de Nación. Pero, también nos llegaron denuncias de que no estaba prestando servicios en los barrios y desde el área del Programa Nacional de Tenencia Responsable también se estaba haciendo el mismo reclamo, que si no le estábamos dando el uso correspondiente teníamos que hacer la devolución”, contó a ANB la representante del Frente de Todos.

“Desde el área sólo me respondieron que por la pandemia se lo estaba usando para funciones extraordinarias. Además, nos encontramos que estaba repintado y apostado en la zona de Las Chacras”, señaló Ferreyra, quien también confirmó que “sabemos que desde el 2019 el quirófano no funciona en los barrios”.

A raíz de la instalación del tema en los medios, el titular del Programa Nacional de Tenencia Responsable, el doctor Juan Enrique Romero, aseguró que la estructura “es para que la usen y la resguarden, y no para que lo reploteen y hagan lo que se les dé la gana”.

Las denuncias sobre las irregularidades que estaba presentando la ciudad de Bariloche dispararon una cuestión más grave aún, ya que el funcionario nacional acusó a la comuna por la la falta de rendición de 300 frascos de ketamina, una droga utilizada como anestésico en los animales. “Bajo ningún punto de vista podemos hacer la vista gorda”, precisó y, en diálogo con medios locales, no descartó llevar el caso a una instancia judicial.

En respuesta a la polémica, Javier Fibiger, secretario de Fiscalización –área de la cual depende Sanidad Animal – aseguró a este medio que “los frascos están declarados en SENASA en la trazabilidad que este organismo nos requiere”, y manifestó que la posibilidad de trasladar el quirófano a otra jurisdicción “es pura y exclusivamente una maniobra política”.

“Hubiera sido muy bienvenido y mucho más fructífero colaborar desde el Programa nacional, para ayudar al vecino, y no hoy sacarle a los barrios una herramienta que, en nuestra geografía y territorio, se puede utilizar cuando el clima colabora”, apuntó el funcionario municipal.

Fibiger explicó que “por una cuestión de pandemia, el quirófano fue utilizado para el retén de Las Chacras cumpliendo con los protocolos que enviaban de Nación. Hoy está en el área de Sanidad Animal esperando que mejore la situación epidemiológica para poder salir a los barrios a realizar las castraciones, cuyo plan estamos elaborando”.

El titular de Fiscalizaciones remarcó la falta de colaboración en cuanto a los insumos y recalcó que “de todas las castraciones que realizamos, los gastos los soporta el Municipio”.

Y agregó: “hay que tener en cuenta que no sólo se usa el anestésico para castrar, muchos insumos descartables y medicamentos complementarios se utilizan para llevar adelante la practica correspondiente”.

“Llevamos 3323 animales castrados en lo que va del año y 2380 dosis de vacunas antirrábicas aplicadas”, detalló Fibiger.

Y finalizó: “A los barrios vamos a salir a castrar lo mismo, cuando se pueda, como hemos hecho siempre. Esto de atemorizar a la población de que se llevan el quirófano,  retrocede y  no es cierto. Vamos a seguir castrando porque es una decisión y un compromiso que ha tomado el señor intendente y se seguirá llevando adelante”. (ANB)