El Municipio adquirió equipos sin boquilla para los controles de alcoholemia

Hace pocas semanas, en Bariloche se retomaron los controles de alcoholemia con nuevo equipamiento, que permite monitorear más vehículos en menos tiempo, además de garantizar la seguridad de todos los involucrados evitando riesgos por contacto en tiempos de pandemia.

La Subsecretaría de Tránsito y Transporte adquirió los primeros dos Dräger Alcotest® 5000: se trata de un equipamiento profesional de alta velocidad y rendimiento para este tipo de controles. Los alcotest funcionan sin utilizar pipeta o boquilla individual, de manera que la persona monitoreada no entra en contacto con el equipo, ya sea con la boca o las manos. El artefacto posee un embudo especial que reduce el retroceso del aire expirado al mínimo, por lo cual es mucho más seguro en tanto para la persona testeada como para quien lo manipula.

Este nuevo equipamiento se utiliza de manera complementaria con los tradicionales alcoholímetros homologados y calibrados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Durante los operativos de control, primero se somete a la persona al Alcotest, que demanda mucho menos tiempo y detecta la presencia o ausencia de alcohol. En caso de que se detecte alcohol en la exhalación, allí se aparta al conductor y se realiza un control con alcoholímetro, para establecer la graduación de alcohol en sangre (gramos por litro), de la que depende el tipo de infracción.

De esta manera, con una mayor optimización del tiempo, en el primer fin de semana en el que se retomaron los controles, los inspectores pudieron monitorear 750 vehículos. De esos operativos surgieron 11 alcoholemias positivas, con la de mayor graduación alcanzando 1,43 g/l.

Los nuevos alcotest se adquirieron con fondos de la coparticipación que Bariloche recibe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial por ser un centro emisor de Licencias Nacionales de Conducir. (Prensa Municipalidad de Bariloche)