jueves 25 de abril de 2024

Vecinos reclaman por vertidos cloacales en el Nahuel Huapi pero la CEB lo niega

A pesar de las inversiones, la Planta Depuradora sigue siendo un problema para la ciudad. Los vecinos muestran preocupación por el estado del lago en la zona aledaña, aunque desde la CEB aseguran no verter efluentes sin tratar.

lunes 15 de febrero de 2021
Solo hay 27 mil conexiones a las cloacas en Bariloche.
Fotos: Marcelo Martínez.
Fotos: Marcelo Martínez.

Por Claudia Olate

La planta depuradora fue construida en 1994 en un Bariloche que no contaba con la inmensa población que tiene actualmente. En pocos años, quedó chica y el servicio fue insuficiente, teniendo que recurrir a lamentables episodios de vertidos cloacales en el lago Nahuel Huapi que generaron, durante largos años, el reclamo y malestar de vecinos. Hoy la situación cambió con las recientes obras para modificar la problemática, pero los residentes de los barrios aledaños a la planta aseguran que se continúa vertiendo efluentes en crudo.

A pesar de que los reclamos iniciaron en 2006 aproximadamente, recién se comenzó la construcción del segundo módulo en 2017 y fue inaugurado a fines de 2020 en una conferencia virtual por el presidente Alberto Fernández a pesar de las promesas de inauguración durante el mandato de Mauricio Macri.

El segundo módulo de la planta depuradora funciona al 50% durante un período de prueba. (Foto: Marcelo Martínez)

Actualmente el segundo módulo funciona a un 50% porque, según explicó el presidente de la Cooperativa de Electricidad Bariloche, Carlos Aristegui, “hay un período de prueba en el que se utiliza a la mitad de su capacidad para detectar cualquier inconveniente o falla que pueda haber”. Así, con el segundo módulo de la planta depuradora recientemente habilitado, solo hay 27 mil conexiones cloacales en Bariloche.

Los problemas de vertidos de efluentes tuvieron su pico máximo en 2016 aproximadamente, cuando incluso la situación fue difundida a través de un noticiero nacional con fuertes imágenes del lago Nahuel Huapi en las que se veían líquidos marrones en la costa.

Esto derivó incluso, en que el lago tuviera una zona de exclusión: un sector de la playa aledaña a la planta depuradora, en el que no se puede ingresar a bañarse ni a practicar deportes acuáticos. “Se llegó a hablar del lago como una ‘zona de sacrificio’ debido a la situación de la planta”, recordó la ambientalista Ana Wieman, integrante de la asociación Árbol de Pie, que encabezó numerosos reclamos e incluso, junta de firmas para presentar recursos de amparo en la justicia.

Solo hay 27 mil conexiones a cloacas en Bariloche. (Foto. Marcelo Martínez)

Según el último informe del Departamento Provincial de Aguas, las aguas de Bariloche son aptas para nadar y actividades recreativas, aunque mantuvieron la zona de exclusión que inicia en la desembocadura del arroyo Ñireco hasta un sector aledaño a la planta depuradora.

Esto se desprende de un estudio bacteriológico de las aguas que realizó el DPA en conjunto con la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas durante noviembre y diciembre de 2020. De los sitios evaluados, los balnearios Playa del Viento, lago Gutiérrez, Villa Los Coihues, Arelauquen, Playa Bonita, Bahía Serena, Melipal, Puerto San Carlos y el Balneario Centenario se encuentran aptos y habilitados para el uso recreativo.

Con respecto a la zona de exclusión, informaron que se mantendrá en la misma categoría hasta que finalicen las obras del colector cloacal que permitirán descomprimir la situación.

“La planta está funcionando bien, estamos dentro de los regímenes normales. No se están vertiendo efluentes prácticamente porque se trabaja en el segundo módulo” aseguró Aristegui y agregó que “lo que sale hoy es el agua atrapada, y es lo que está permitido por las autoridades correspondientes”.

A pesar de esto, los vecinos tienen opiniones diferentes. “El agua de la costa se está pareciendo cada vez más al riachuelo”, consideró Alejandro Vaccari, residente del este barilochense hace más de 30 años. “Creo que especulan porque los días de oleaje no se perciben las manchas del lago, pero estos días calmos, se ve, además, un montón de residuos flotando”, sostuvo.

Aristegui remarcó que continúa vigente el protocolo que se aplica en caso de tener que recurrir al vertido de crudo al lago Nahuel Huapi, según el que la CEB debe avisar con antelación la fecha y cantidad de material que va a arrojar al agua.

El actual sistema de tratamiento de efluentes cloacales tiene capacidad para una población de 100.000 habitantes. El diseño de un segundo módulo en la planta depuradora suma 90.000 habitantes aproximadamente.

Vecinos reclaman por el estado de las costas en la zona aledaña a la planta. (Foto: Marcelo Martínez)

“Siempre llegan tarde con lo que hacen”, remarcó Vaccari y manifestó que “seguramente debe haber momentos del día en que tiran vertidos sin que nos enteremos. No puede ser el estado de las costas si supuestamente no arrojan más líquidos en crudo. Entonces ¿por qué tenemos el agua marrón, las piedras cubiertas por un musgo extraño y los olores que se sienten?”, criticó el vecino.

“Hay que tener en cuenta que pasaron muchísimos años sin ninguna inversión”, señaló el actual titular de la CEB y en este sentido añadió que “teniendo en cuenta la velocidad a la que crece la población, es necesario que ya comencemos a prever obras a futuro porque como vimos, llevan mucho tiempo y gestiones”.

Los vecinos del este son quienes más cerca se encuentran de la planta depuradora y por ende, quienes más notan el impacto en el lago. “El Nahuel Huapi es la gallina de los huevos de oro, nadie va a querer seguir viniendo a Bariloche si esto se convierte en el riachuelo”, manifestó Gerardo Rep, de la junta vecinal de Costa del Sol.

"El lago se va a convertir en el riachuelo", sostienen vecinos del este. (Foto: Marcelo Martínez)

“Nosotros no nos vemos tan afectados porque el viento termina llevando los olores y todo más hacia el este, pero al fin y al cabo, el lago es de todos y nos afecta a todos”, opinó por su parte Miguel, vecino del barrio INTA.

“La zona de exclusión y el estado de las costas son producto de un mal manejo del recurso”, criticó Aristegui y añadió que “Cuando el Estado no mantiene un plan de inversiones, trae estas consecuencias y lleva tiempo mejorar el sistema”.

El 2020 fue, debido a la pandemia, “un paréntesis”, en palabras de Aristegui en cuanto al vertido de efluentes al lago. La paralización del turismo y el escaso movimiento que se registró en la ciudad sumaron para que no se recurriera a verter crudos al Nahuel Huapi, según aseguró el titular de la CEB, pero “en el pasado ocurrió y si no nos ocupamos, vuelve a ocurrir”, manifestó. (ANB)

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