martes 23 de abril de 2024

Todo lo que pasa – Segunda visión

Nota de opinión de Alejandro Vaccari

domingo 18 de octubre de 2020
Todo lo que pasa – Segunda visión

A principios de éste año, surgió ésta pandemia del Covid 19, una situación nueva e imprevista, por y para todos.

Tomó por sorpresa personas, gobiernos y doctores; y nos obligó a todos a adaptarnos y a cambiar nuestra realidad presente.

Es una realidad por un lado tremendamente incierta, porque no hay certeza cuando lo que ocurre es nuevo y no ce conoce, eventualmente se volverá una experiencia, pero son inevitables la incertidumbre, las idas y venidas, y si, también algo de dolor.

Para muchas personas, especialmente las que están solas y con mayor edad,  la novedad ha sido el largo confinamiento, que quizá aún no termina… para otros la enfermedad en sí misma, en algunos casos la muerte misma, o la pérdida de algún familiar, para otros la necesidad de acompañar un familiar enfermo, para muchos médicos un trabajo abrumador y seguramente también la posibilidad de reafirmar sus votos en cuanto a vocación y servicio… para muchos la falta de trabajo o la imposibilidad de trabajar y con ello la incertidumbre económica y la necesidad de contención y apoyo, para todos  la expectación de ésta situación algo turbia e incierta, en el caso de mi país, la Argentina, enturbiada además por una enfermedad crónica preexistente, la misiadura y el debacle económico, donde la pandemia quizá patea el tablero, para que se caigan de una vez todas las fichas, y la realidad se vuelva visible hasta para los que no quieran verla…

¿Qué tenemos que aprender de esto?... Menudas veces me lo he preguntado.

Nada pasa porque sí, el destino tiene sus propias reglas, lo aceptemos o no, la realidad va más allá de nuestra potestad y todo ocurre seguramente para mostrarnos algo, para fortalecernos y encaminarnos.

En primer lugar, los que se han ido, con cada pérdida una y otra vez, nos recuerdan que estamos de paso, nos ponen en un lugar de necesaria humildad, sabiendo que nadie, desde el vasallo hasta el rey, dispone cuanto se queda o cuando se va… también nos pone en una perspectiva respecto al tiempo finito, eso te apura o al menos te vuelve a invitar a realizar tus sueños, a completar tus metas, que busques significados para crecer, o solo tomes el valor para cambiar lo que no te guste en tanto dependa de ti, o simplemente para que recuerdes lo importante de querer, de amar, o solo de volver a caminar.

Si extrañamos la compañía, el abrazo, las reuniones familiares es que quizá no las valoramos cuando eran moneda corriente, cuando podíamos disfrutar ese encuentro cada día. Sería un buen momento para darnos cuenta de ese verdadero valor más allá de la añoranza…

Si extrañamos la libertad de andar, de salir a pasear solos, en pareja o en familia; también es un buen momento para replantearlo.

Si ésta época finalmente, nos ha quitado la posibilidad de ir hacia afuera y nos obliga a ir hacia adentro, es seguramente para encontrar algo más verdadero, que, lo valioso,  los afectos, los sentimientos, lo esencial y quizá también lo divino, están dentro y no fuera, y de algún modo lo habíamos olvidado, perdido o dejado de lado. Y éste sea quizá el verdadero sentido.

Así a la distancia va un abrazo amoroso de cariño a todos, sin el contacto bendito y precioso de la cercanía, pero con el sentimiento vivo del corazón latente, que trasciende cualquier distancia y tiempo.

Firma: Alejandro Vaccari

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