miércoles 24 de abril de 2024

Intecnus se afianza como uno de los mejores centros de diagnóstico y tratamiento del país

La tecnología aplicada a la salud permite que la fundación brinde un servicio de excelencia que antes no se encontraba en la Patagonia.

martes 18 de agosto de 2020
Intecnus se afianza como uno de los mejores centros de diagnóstico y tratamiento del país

Fundación Intecnus se inauguró hace solo un par de años, pero la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) comenzó a idearlo casi una década antes como un centro integral donde diagnosticar y tratar distintas patologías. Quizás, hace 10 años no se dimensionaba todavía la importancia de un centro de tamaña magnitud, pero hoy son cientos los pacientes beneficiados con la posibilidad de realizar estudios y tratamientos que antes no estaban en la región.

El Instituto de Tecnologías Nucleares para la Salud (Intecnus) es una fundación sin fines de lucro diseñada para operar y administrar el Centro Integral de Medicina Nuclear y Radioterapia de Bariloche, una institución con características diferenciales en la región y en el país.

Fue inaugurado el 21 de diciembre de 2017 y ofrece tratamiento para enfermedades neoplásicas, así como también servicios asistenciales de diagnóstico para una amplia gama de patologías cardíacas, oncológicas, neuro-psiquiátricas y endócrinas, entre otras.

Luis Rovere, gerente general de Intecnus, relató que la concreción del proyecto demandó años de intenso trabajo y una millonaria inversión que lograron hacer del lugar, uno de los mejores del país, incluso, con tecnología que se encuentra en muy pocos lugares.

“En febrero de 2018 tratamos al primer paciente de radioterapia y comenzamos con algunos diagnósticos”, explicó Rovere.

En sus inicios “nos veían como un bicho raro, la gente se preguntaba qué hacía un centro de diagnóstico en medio de la CNEA”, sostuvo el gerente, pero la situación se revirtió poco a poco con los avances que presentó la Fundación Intecnus no solo para Bariloche, sino para toda la región.

Los beneficiarios directos de esto fueron “todos los pacientes que se derivaban para realizar estudios de alta complejidad que no se hacían en Bariloche, e incluso los pacientes oncológicos que tenían que viajar para recibir tratamiento”.

Alejandro Menant, coordinador de Servicios Médicos de la fundación, destacó que además “el impacto se ve también reflejado en el equipamiento con el que contamos de un nivel como no hay en la zona” y ejemplificó con “tenemos uno de los tomógrafos más potentes y el mamógrafo mejor configurado de Argentina”.

Aunque “nos conocieron como un centro de radioterapia y desde el inicio ya pasaron más de 700 pacientes oncológicos, cada vez ampliamos más el equipo médico”, detallaron los profesionales y añadieron que actualmente están por conformar un equipo de cardiología.

Son 32 profesionales especialistas de distintas áreas que se desempeñan en la fundación, aunque teniendo en cuenta al total de los trabajadores del lugar, son más de 100 personas que completan el equipo.

La pandemia afectó el normal funcionamiento como ocurrió con todo el resto de los aspectos en la sociedad. “Las prestaciones cayeron al 15% durante la primera etapa, aunque en mayo y junio comenzaron a recuperarse. La gente volvió a realizar consultas médicas y volvieron a venir”, señaló Menant.

En este sentido, los especialistas remarcaron la importancia de continuar con los tratamientos y estudios de salud que no estén vinculados con el Covid-19. “La gente debe entender que no puede olvidarse de las consultas porque incluso, los problemas por otras patologías siguen siendo más graves”, sostuvo Rovere.

Además de incorporar las medidas de bioseguridad correspondientes para una atención segura a sus pacientes, abrirán una delegación en el centro de la ciudad para que la gente pueda sacar turnos o retirar estudios. “La idea es facilitar el acceso para aquellas personas que quizás no tienen movilidad para llegar hasta aquí”, sostuvieron.

Entre los numerosos proyectos en los que trabajan, la apertura de una sala destinada a terapia intensiva es vital para la fundación ya que en 2019 comenzó a funcionar un quirófano especial instalado en una sala blindada que cuenta con un equipo de Braquiterapia, donde realizan intervenciones que no requieran internación. Se utiliza principalmente para realizar tratamientos en cáncer de cuello de útero, de endometrio y de próstata.

El objetivo es poder realizar intervenciones de otro tipo para lo que es necesario contar con el espacio donde los pacientes puedan permanecer internados en el período de recuperación post intervención. “Es una situación multidisciplinar en la que trabajan distintos profesionales, algo que no es fácil de encontrar en el resto del mundo”, destacó Menant.

En 2019 se convirtió en la segunda institución del país, después de la Fundación Escuela Medicina Nuclear de Mendoza, en emplear un estudio para diagnosticar la enfermedad de Parkinson. En marzo del año pasado también comenzó a funcionar el área de medicina nuclear que consiste en la aplicación en el cuerpo del paciente, de un radiofármaco específico que emite radiación que, a su vez, es detectada por el equipo utilizado permitiendo diagnosticar distintas enfermedades.

Otro de los proyectos que esperan concretar en un futuro cercano desde la fundación es la fabricación de radioisótopos. “Será el único centro del país que cuente con quirófano, radioterapia y la fabricación de radioisótopos en un mismo lugar”, remarcaron y añadieron que “a pesar de la situación actual, seguimos progresando y mejorando todos los servicios”.

En el verano, la fundación firmó un convenio con la Universidad Nacional del Comahue para combinar la formación de recursos humanos de ambas instituciones, como el caso de las carreras de Enfermería o Medicina, que podrían desarrollarse en especialidades de medicina nuclear.

La historia de la medicina nuclear no es nueva en la CNEA, sino que comenzó hace más de cinco décadas y fue creciendo en distintos puntos del país. En Bariloche, la creación de Intecnus estuvo directamente vinculada al Centro Atómico, para junto a las demás instituciones afines, crear un polo tecnológico y elaborar constantemente, innovadores proyectos relacionados a la salud.

En este sentido, Rovere resumió que “los ejes fundamentales de Intecnus son favorecer con asistencia clínica a la población, los Recursos Humanos y el desarrollo de innovación tecnológica vinculado con la salud”. (ANB)

 

 

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