Tiempo de piso, ¡a jugar!

*Por María Laura Arrigo

Me dedico todos los días en jugar con padres y niños. Ustedes se preguntarán, ¿Cómo puede uno especializarse en algo que surge naturalmente? A pesar de nuestra capacidad innata a veces no sabemos cómo empezar, cómo hacer que sea divertido, y menos aún cómo lograr que el juego ayude al desarrollo del niño. 

Jugar moviliza las capacidades interactivas del niño, así como también las relacionadas con la percepción, el lenguaje, la exploración motora, y el proceso sensorial. 

Las interacciones un niño deben implicar siempre un dar y recibir. La meta es abrir y cerrar muchos, muchos círculos (¿Circuitos?) de comunicación. Una vez que el niño haya dominado esta interacción de ida y vuelta (¡Ojo! No siempre tiene que ser verbal), él puede utilizarla para superarse y avanzar hacia otros niveles adicionales del desarrollo. Incluyendo el juego imaginativo o simulado, el diálogo verbal y el pensamiento lógico. 

Les dejo una serie de técnicas para ayudar a abrir y cerrar círculos de comunicación, con el objeto de fomentar la capacidad interactiva y de desarrollo del niño. 

¡Ahí van las ayuditas!

• Siga la iniciativa del niño y únase a él. No importa lo que hagan juntos siempre que sea él quien inicie la nueva actividad. 

• Persista en su participación. 

• Trate todo lo que haga el niño como intencional y con un propósito. Dé nuevos significados a sus acciones, aparentemente azarosas, respondiendo a ellas como si fueran intencionales.

•  Ayúdelo a hacer lo que él desea. 

• Ubíquese frente a él. 

• Involúcrese en cualquier cosa que inicie o imite el niño. 

• No trate su evasión o su “No” como si fuera un rechazo. 

• Expanda, expanda, y expanda: Juegue a ser mudo, haga un movimiento equivocado, realice lo que su niño le pida, interfiera con lo que está haciendo. Ejecute cualquier cosa que mantenga en marcha la interacción. 

• No interrumpa o cambie el tema. 

• Insista en una respuesta. 

• Utilice el juego sensorio-motor (Balanceo, cosquillas, hamacarse, etc) para generar una sensación placentera. 

• Emplee juguetes sensoriales según la causa y el efecto: Esconda un juguete, luego hágalo reaparecer “mágicamente”; deje caer sonoramente un juguete de modo que escuche el ruido; acerque una pluma lentamente hasta que finalmente le haga cosquillas. 

• Practique juegos para infantes, tales como “Está-no está” o “Te voy a atrapar”. 

• Privilegie la búsqueda del placer, la satisfacción, lo positivo, y no interrumpa ninguna experiencia placentera. 

• Use gestos, el tono de voz, y el lenguaje corporal para acentuar la emoción en lo que está diciendo y haciendo. 

• Trate de aceptar el enojo y las protestas del niño tal como acepta sus emociones más positivas. 

• Ayúdelo a tratar la ansiedad (La separación, el lastimarse, la agresión, la pérdida, el temor, etc.) usando gestos y la práctica de solución de problemas. 

• Identifique las experiencias de la vida real que él conoce y disfruta y tenga juguetes disponibles para que las recree. 

• Responda a sus deseos reales a través de acciones simbólicas: 

Permítale descubrir qué es real y qué es un juguete. Por ejemplo, si él trata de descender por un tobogán de juguete, estimúlelo para que continúe. Si trata de ponerse las ropas de la muñeca, no le diga que no entran. Si coloca su pie en una pileta imaginaria, pregúntele si está fría. 

Si el niño tiene sed, ofrézcale una taza vacía o invítelo a un té. 

Si él tiene hambre, abra su heladera de cartón y ofrézcale algo de comida, haga que cocina o pregúntele si irá a un supermercado imaginario para comprar cosas. Si desea irse, déle llaves imaginarias o un auto de juguete. 

• Si se recuesta sobre el piso o un almohadón, traiga una frazada o una almohada, apague las luces y cante una canción de cuna. 

• Estimule la asunción de roles con vestidos, ropas, titeres: El niño puede preferir ser el actor antes que usar figuras simbólicas. 

• Utilice un equipo específico de figuras/muñecos para representar a los miembros de la familia e identificar otras figuras con nombres familiares. 

• Déle un significado simbólico a los objetos mientras juega: Cuando su niño trepe hasta el tope del sofá, haga que está trepando por una montaña alta. Cuando descienda por el tobogán en el patio de juegos, pretenda que se está deslizando dentro del océano y observando los peces. 

• Sustituya un objeto por otro cuando sea necesario. Pretenda que la pelota es una torta o la cuchara es una vela de cumpleaños. 

• Refuerce el uso de gestos para urgirlo. 

• Mientras juega, ayude a su niño a elaborar en base a sus intenciones. Pregúntele quién está conduciendo el auto, dónde está yendo, si tiene el suficiente dinero, si se acordó de las llaves, por qué está yendo allí, por qué no a otro lugar, etc. Expanda el tema tanto como pueda. 

• Utilice los berrinches. Cuando aparece un problema durante el juego, cree soluciones simbólicas: Traiga el equipo del doctor cuando la muñeca se caiga, de modo que su niño pueda ayudar a la muñeca herida; traiga el equipo de herramientas para el auto roto, etc. Reconozca el desacuerdo de su niño y estimule la empatía. 

• Implíquese en el drama. Sea un jugador y asuma un rol con su propia figura o personaje. Hable directamente a los muñecos, en lugar de cuestionar a su niño sobre lo que está ocurriendo o narrando. Hable como si fuera un aliado (tal vez susurrando) pero también haga que su personaje se oponga o desafíe las ideas del niño. 

• Inserte obstáculos dentro del juego. Por ejemplo, haga que su colectivo bloquee la ruta. Entonces, hablando como un personaje, desafíe a su niño a responder. 

• Utilice figuras simbólicas que él ya conozca y ame, tales como las de Disney o los personajes de la Calle Sésamo, para generar el juego simbólico. Vuelva a actuar escenas familiares o canciones.

Preste atención a los personajes y temas que él pueda estar evitando o temiendo. 

• Emplee el juego para ayudarlo a comprender y dominar las ideas/temas que puedan haberlo asustado. Trabaje con la fantasía y la realidad. 

• Permítale ser el director. Su juego no necesita ser realista (El puede ser todavía un pensador mágico) pero estimúlelo en el pensamiento lógico. 

• Focalice su proceso mientras juega: Qué personaje ser, qué apoyos necesita, cuándo cambian las ideas, cuál es el problema, cuándo terminar la idea, etc. Identifique el comienzo, el punto medio y el final. 

• Mientras juega, adapte su tono de voz a la situación. Haga que llora cuando su personaje está lastimado, alégrese ruidosamente cuando su personaje está contento, hable en tonos rudos cuando esté haciendo de malo. Recuerde: drama, drama, y más drama, para darle a su niño claves afectivas. 

• Reflexione sobre las ideas y sentimientos en la historia, mientras juega y luego también, tal como haría con las otras experiencias de la vida real. 

• Discuta los temas abstractos que surjan durante el juego con él tales como el chico bueno/el chico malo, la separación / la pérdida. Y las diferentes emociones como la cercanía, el temor, los celos, el enojo, etc. Recuerde que el juego simbólico y la conversación es el modo seguro de practicar, re-actuar, comprender y dominar el rango completo de ideas emocionales y experiencias 

• Por ultimo! Dediquemos al menos 20 minutos por dia para jugar con nuestros hijos. En la cocina, en el viaje, en la plaza... busquemos su idea, su interés, su inquietud, su alegria y sus ojos!!

Lo aprendido cognitivamente no puede compararse con lo que se adquiere a traves del afecto. Pongamos emoción a nuestro juego que la biología de cada niño hará que se incorpore con placer.

¡Si todos nos divertimos todos vamos a pedir más!

¡A JUGAR!

*Licenciada en Psicología. 

Especializada en Modelo DIR Floortime “Basic DIR®/Ft competencies”

Terapia relacional en casa.

Más información en Instagram.