jueves 28 de marzo de 2024

“Un fardo de amor” llegó a Arroyo Chacay

La campaña busca ayudar a pobladores rurales en medio de la pandemia y las intensas nevadas que complican la subsistencia de animales.

jueves 06 de agosto de 2020
En este viaje se repartieron 60 fardos de pasto, 16 módulos alimentarios y 8 pellets.
Fotos: Marcelo Martínez.
Fotos: Marcelo Martínez.

Muy temprano las camionetas 4x4 llegaron a la maroma de Villa Llanquín. Allí, sus trabajadores ya se aprestaban a comenzar las tareas que realizan a diario: cruzar a los vehículos a uno y otro lado del río Limay.

Este viaje de Red Solidaria tenía como fin ayudar a los pobladores de Arroyo Chacay, paraje ubicado a unos 15 kilómetros del pueblo, distancia que parece corta pero que presenta más complicaciones de las esperadas.

Se repartieron 16 módulos de alimentos además del forraje para los animales. (Foto: Marcelo Martínez)

Arroyos para vadear, barro pantanoso, subidas empinadas y estrechas hicieron del recorrido, toda una odisea. Pero el objetivo se cumplió: eran 60 fardos de pasto, 8 bolsas de pellets para los animales y 16 módulos de alimentos que serían repartidos entre los pobladores que viven alejados unos de otros y muchos, no cuentan con movilidad propia ni siquiera para llegar a Villa Llanquín.

La caravana fue encabezada por una camioneta de la Comisión de Fomento en la que el titular Roberto Loncón acompañó el recorrido para explicarle a los pobladores de qué se trataba esta ayuda solidaria.

El presidente de la Comisión de Fomento de Villa Llanquín, Roberto Loncón, acompañó el viaje de Red Solidaria. (foto: Marcelo Martínez)

La situación de los pobladores de la Línea Sur es conocida: hace tiempo no se vivía un invierno  tan crudo y la caída intensa de nieve provocó la mortandad de muchos animales que quedaron sepultados por las nevadas y los que sobreviven, no cuentan con alimento para subsistir.

En la provincia incluso se declaró la emergencia agropecuaria debido a que los productores se encuentran en un momento crítico, al que se le suman las dificultades generadas por la pandemia.

Así, en Bariloche comenzaron a surgir numerosas muestras de ayuda para los pobladores rurales. Una de ellas fue encabezada por Red Solidaria y se llama “Un fardo de amor”.

Un descanso después de palear para que las camionetas pudieran subir por los caminos llenos de barro. (Foto: Marcelo Martínez)

Con la condición del aislamiento, las comunidades rurales de la región no pudieron aprovisionarse, de manera previa,  con alimentos y/o forraje para la temporada invernal. La situación se agravó más con las intensas precipitaciones y fríos extremos que acaecieron en la región.

En este contexto, Red Solidaria encaró esta campaña e invita a toda la comunidad a ser parte: "para ayudar es necesario donar, lo que se pueda, a través de las cuentas de las cuatro forrajeras que se detallan en el flyer o bien acercando el efectivo a alguna de ellas", explicó “Cachito” Lepio, referente de la organización. Es importante saber que, si elige la modalidad bancaria, es necesario enviar los comprobantes a [email protected].

 
Cuatro camionetas partieron de Bariloche cargadas de forraje y alimentos.  (Foto: Marcelo Martínez)

Cuatro camionetas salieron de Bariloche este viernes y lograron repartir todas las donaciones entre las familias que viven en el paraje rionegrino. Algunos ya conocedores del camino, otros nunca habían cruzado en la balsa de Villa Llanquín. Incluso había gente que se sumó al conocer la campaña, sin ser parte de la organización.

La solidaridad se contagia, dicen, y desde la Red parecen comprobarlo. “Cada vez que hacemos algo de esto me emociono, como si fuera la primera vez”, expresó Carla cuando se hizo la última entrega en la casa de Audolia, una pobladora que vive allí donde el camino parece terminar.

"Lo que hicimos fue un granito de arena, falta mucho por hacer", concluyó "Cachito" Lepio. (Foto: Marcelo Martínez)

 

El agradecimiento de los pobladores es instantáneo. Es que la vida en el campo es difícil y las condiciones climáticas parecen hacerlo aún más complicado. “Gracias, gracias, estamos muy agradecidos”, dijo Luciano, uno de los hombres que recibió la ayuda.

Hasta el 15 de agosto habrá tiempo de poder colaborar con la campaña adquiriendo fardos de pasto que luego serán repartidos entre los pobladores rurales que más lo necesiten.

“Fue una experiencia maravillosa el poder compartir con gente que no conocíamos y que se viva esa solidaridad entre todos para poder llegar hasta el último poblador del camino”, expresó “Cachito” y agregó que “es muy duro ver en las condiciones que vive la gente y te hace darte cuenta que esto es solo un granito de arena, que hay mucho más por hacer”. (ANB)

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