Un grupo de amigos reparte leña a familias en situación vulnerable

Poco después de que inició el aislamiento social, preventivo y obligatorio comenzaron a recrudecerse las necesidades de muchas familias en los barrios más vulnerables de la ciudad. Casi a la par, las muestras de solidaridad se multiplicaron en todas sus formas. Así, un grupo de amigos que notó la cruda realidad de muchos vecinos, decidió poner manos a la obra y ayudar con un bien más que elemental en una ciudad donde una gran parte no tiene acceso al gas natural: la leña.

Así comenzó la iniciativa que lleva unos dos meses aproximadamente. La gestión implicó contactar a dueños de terrenos grandes o campos en la zona que permitieran recolectar leña en sus propiedades para luego ser repartida entre los más necesitados.

“En nuestro grupo de amigos hay varios con camionetas, por lo que se nos ocurrió que podríamos hacer esto luego de ver las dificultades del Plan Calor y del acceso a la leña”, explicó Damián, uno de los integrantes de la movida solidaria.

Cuando empezaron, tenían identificadas a tres o cuatro familias puntuales que necesitaban la ayuda urgente “pero luego se corrió la bola y se multiplicó de los dos lados: de los que querían colaborar y de quienes necesitaban la leña”, relató el hombre.

Cuando comenzaron disponían de unas 5 o 6 camionetas que eran cargadas y luego llevaban el material a cada vivienda, “pero un domingo llegamos a ser 14 camionetas cargadas en caravana”, contó con alegría.

El trabajo lo realizan en su mayoría durante los fines de semana, ya que la mayoría de los integrantes del grupo continúa trabajando. “Trabajamos en conjunto con la gente del Servicio Forestal Andino que nos marcan los árboles que se pueden voltear, pagamos el aforo y cumplimos los pasos para hacer todo en regla”, sostuvo.

Al difundirse la iniciativa, comenzaron a trabajar en conjunto con la Fundación Si Bariloche que se encarga de proveer de alimentos o ropa a quienes más lo necesitan. En este sentido, Damián agregó que “cuando ellos identifican una familia que no tiene leña para calefaccionarse, nos contactan, así sabemos puntualmente dónde ir”.

“En este tiempo de aislamiento la gente utiliza mucho más la leña. Antes quizás volvían a su casa a la tarde luego de trabajar, pero ahora, al estar todo el día encerrados, se usa más y se necesita más”, remarcó el hombre.

Los barrios del Alto fueron los lugares donde más leña repartieron, aunque la ayuda llegó también a otros puntos de la ciudad. “Con este clima se complica, pero la idea es seguir igual. La última jornada de trabajo fue con la leña enterrada en la nieve y lo hicimos igual”, manifestó.

La solidaridad se contagia y muestra de eso es lo que ocurrió con el grupo. “Nos pasó un día que íbamos en caravana con las camionetas cargadas y un vecino nos paró para preguntarnos de qué se trataba. Hoy es uno más de los que está ayudando”, expresó con satisfacción.

Además, el hombre también destacó la colaboración de los propietarios que permiten la extracción de leña, “incluso uno de ellos nos compró una motosierra mucho más grande que las que tenemos para poder trabajar con los troncos de mayores dimensiones”, destacó.

El objetivo del grupo es continuar con la ayuda durante todo el tiempo que les sea posible. “La gente quiere ayudar, hemos cortado leña bajo una lluvia torrencial y no dejan de venir. Nunca pensamos que iba a tener esta dimensión”, finalizó Damián. (ANB)