Poner el foco en mantener la calma
Coronavirus: estrategias psicológicas para esta etapa.
Mantener la calma no es tener paciencia…la paciencia no es saber esperar…mantener la calma hoy es tener una actitud saludable mientras tanto.
Todos, hemos pasado por emociones inevitables; el shock inicial, el desconcierto y la confusión con los temores entendibles; la angustia y la ansiedad frente a la incertidumbre, el enojo, el aburrimiento al salir de nuestra rutina.
Nos acomodamos a un esquema de rutinas nuevas, a una comunicación diferente que nos acerca igual.
Hasta que parecieron casos positivos en nuestra ciudad y la tensa calma que habíamos logrado frente a la ausencia de casos confirmados, se diluyo frente a la noticia del positivo.
No es fácil mantenernos tranquilos. Digamos que para algunos es más fácil la autoregulacion emocional. Otros se convierten en facilitadores externos de la regulación de otros: los niños, los adolescentes, los ancianos, nuestras parejas. No es fácil, por eso tratamos de no mirar tantas noticias, o de analizar las fuentes de donde vienen; charlamos más que nunca, bailamos, cantamos, inventamos juegos, nuevas recetas de comidas; instalamos un gimnasio en el rincón más insólito de casa; nos transformamos en expertos para ordenar la casa, masticamos toneladas de series y películas y compartimos información sobre estrategias para zafar la cuarentena. Y algunos más valientes, por supuesto, aprovechamos para mirar para adentro y ver que hay que trabajar y buscamos soluciones.
Tratamos de no hablar de encierro, porque no estamos solos y aislados, decidimos permanecer en casa para preservarnos y cuidar al otro. Aprendimos de memoria las pautas de cuidado y la empatía y la solidaridad exploto por todos lados. Claramente, aunque costo al principio, ¡creo que logramos encontrar estrategias de afrontamiento!!
Y acá seguimos esperando…. ¿Qué?, que esto pase, una solución rápida, la vuelta a la zona de confort. La mayoría de nosotros no sabe cómo esperar sin desesperar y eso no es patológico. Es que no sabemos COMO esperar, por eso los que pueden buscan estrategias y los que no hacen síntomas.
Es complicado esperar, es difícil el mientras tanto, la famosa resistencia al cambio y lo que no podemos controlar, ufff…. lo sé, hasta para mí que me leí todos los libros de psicología.
Esperar saludablemente. Entrenemos un mientras tanto más saludable: es no tener una actitud desesperada ni catastrófica, es hacer el ejercicio de pensar lo más parecido a la realidad del día a día. Tampoco quiere decir que subestimemos lo que pasa porque eso nos llevaría a negar la realidad e incluso a tener conductas riesgosas como salir sin precaución. TRANSITAR LA ESPERA DE LA MANERA MAS TRANQUILA Y EN CALMA POSIBLE. El foco hoy debería estar no en que se haga la lista enorme de tareas escolares para los chicos o en que los adolescentes cumplan con todas las tareas domésticas que le tocan por estar en casa o en que el abuelo no se entere de nada porque si no le va a subir la presión o que mejor como la pareja no está bien, que no hablemos nunca para nada. Quiere decir, mirar el día a día, no el futuro y enfocar en lo básico, en la alimentación, en el sueño de calidad, en procurar los dispositivos para una convivencia amigable, en llenar las horas con actividades que nos entretengan para que el día no se perciba como interminable. CALMA CHICHA…todavía falta, nos tengamos paciencia y seamos tolerantes con nosotros mismos. No podemos tener hoy la vida que teníamos antes del 19 de marzo. Relajemos, nos permitamos romper las rutinas, ser vagos, desordenados, bajemos las presiones con nosotros mismos y con los demás. Convivencia pacífica y relajada. No sabemos cuánto va a durar esta espera, este mientras tanto, pero sabemos que no es un siglo; que esto es transitorio, que vamos a ir avanzando de etapa y que vamos a tener tiempo de decir y hacer todo lo que hoy no pudimos. Ya va a haber tiempo para ver que aprendimos de esto. Relajemos, hoy es la mejor estrategia.
