jueves 25 de abril de 2024

Una oportunidad de libertad: internos del Penal pintan un mural en la Comisaría 28

Se trata de una iniciativa junto al muralista Horacio Ferrari que lleva a dos internos cada mediodía a pintar en la unidad policial del Alto.

jueves 27 de febrero de 2020
Durante dos semanas, los internos salieron unas 4 horas diarias para participar del mural.
Foto: Marcelo Martínez.
Foto: Marcelo Martínez.

Por Claudia Olate

Cada mediodía el escenario se repite: algunas latas de pinturas, una parrilla improvisada en un balde metálico, el mate y alguna comida que llevan desde el propio Penal dos internos que desde hace casi dos semanas participan de una actividad que los lleva a salir del encierro y volver a la calle en total libertad, al menos por unas horas.

La idea comenzó tiempo atrás, “creo que era invierno, julio o agosto”, trata de rememorar el conocido artista y protagonista de murales por toda la ciudad, Horacio Ferrari mientras está parado en la vereda de la Comisaría 28.

Según recuerda el muralista, fue un día en que se encontró en la calle con Gladys Tallarico, asistente social del Penal III, quien le transmitió la idea de hacer alguna actividad artística con el objetivo de que participaran algunos internos de la cárcel local.

El mural representa la importancia del agua y su preservación. (Foto: Marcelo Martínez)

Así comenzó a pergeñarse la idea que el pasado 17 de febrero tomó forma oficialmente. Dos hombres, Oscar y Jonathan, que en realidad son conocidos como “el Morra” y “Jonny”, fueron los elegidos, un poco por confianza, un poco por su modo de comportarse en prisión.

“Es un voto de confianza, salir y estar sin custodia policial, sin esposas, sin nada. Tomarte un mate mirando la montaña y saber que nadie te está vigilando”, dice Morra parado en frente de la pintura que están por terminar y su compañero reafirma la idea y añade que ahora, “se nos abren otras puertas”.

Tienen 63 y 25 años respectivamente. Ambos son padres, el Morra incluso, bisabuelo. Comparten además de varios años de prisión, el gusto por trabajar la madera. Jonny trabaja en la carpintería del Penal. “Estamos re bendecidos”, destaca cuando le consulto por el trabajo y añade “gracias a Dios tenemos muchos pedidos, y con eso ayudamos a nuestras familias, vio?”.

Los mediodías se vivieron distintos en la esquina de la Comisaría 28. (Foto: Marcelo Martínez)

El Morra por su parte, hace tallados en madera y lo describe como una forma de expresarse. “Cuando estoy tallando, pongo música, y en ese rato se me pasan todos los recuerdos. Cuando era chico, cuando andaba en bicicleta, cuando estaba afuera”, dice y a pesar de los anteojos de color que lleva, se nota un quiebre en su voz. “De pronto y sin darte cuenta, ves caer las lágrimas arriba del trabajo”, relata.

Ahora, los dos fueron los compañeros de Horacio en la tarea de pintar las paredes de la Comisaría. “No tenemos más que palabras de agradecimiento para Ferrari, para el jefe del Penal José Ibarra, el asistente Matías Simón, para la jueza Sandra Raguzza”, enumeran ambos sin querer olvidarse de ninguna de las personas que permitieron que puedan salir a la calle y vivir unas horas de libertad cada día.

La responsabilidad recae directamente sobre Horacio, al punto de que incluso cuando no había móviles policiales disponibles para llevar a los internos, el artista ofreció llevarslos en su propio vehículo.

Ferrari contó con la ayuda de otros artistas que se sumaron a dar una mano en el mural. (Foto: Marcelo Martínez)

“La idea es sacarlos del Penal y darles libertad, aunque sea un rato”, dice Horacio mientras mira la pintura que cada vez toma más forma en las paredes de la Comisaría 28, ubicada en La Paz y ruta 40.

Todos los días, de lunes a viernes, cerca de las 12 llega un móvil policial con los dos hombres que cumplen condena por diferentes delitos. Los muchachos llegan con comida, ganas de charlar y de respirar otro aire, al menos por un rato.

“Hay gente que tira mala onda siempre, pero hay que levantar la cabeza y seguir para adelante siempre”, afirma con convicción Jonny y el Morra añade que la posibilidad de salir todos los días, “te cambia la cabeza”.

Para ambos, además, con esta actividad de alguna manera, sentaron un precedente. “Esto va a servir para que otros muchachos también puedan participar de actividades así, por eso tenemos que hacer todo bien y devolver la confianza que nos dieron”, reflexiona Morra o “el viejo”, como también lo apodan.

 

El "Morra" fue pintor de casas durante más de 20 años pero asegura que le faltaba aprender pintura artística. (Foto: Marcelo Martínez)

El artista, que además cuenta con la ayuda de su colega René Vargas Ojeda, con el seguimiento de Cristian Gómez Aguilar encargado de retratar cada momento y la colaboración de otros artistas, para guardar registro de esta primera experiencia, enfatiza en la importancia que tiene que, además de salir a la calle, lo hacen sin custodia policial. “Significa que se confía en ellos de verdad”, resume.

Trabajar con internos del penal no es nuevo para Horacio. Tiempo atrás comenzó a trabajar dentro del edificio donde durante largos meses intentó darle vida al lugar con graves deficiencias edilicias públicamente conocidas, donde muchas veces los presos conviven prácticamente hacinados.

De allí que muchos de ellos tengan experiencia previa con la pintura, aunque claro está, la guía es de Horacio. “¿Y sin agua qué hacemos?” es el título del mural que ahora colorea las paredes de la Comisaría y el objetivo fue visibilizar la importancia de cuidar a la naturaleza y el medio ambiente de políticas que solo busquen intereses económicos en detrimento de la calidad de vida.

La Comisaría 28 fue la elegida para la primera actividad fuera de las paredes del Penal. (Foto: Marcelo Martínez)

“Están felices”, dice Horacio sin necesidad de agregar más palabras. La posibilidad de salir, de estar en la calle, de ser parte de una tarea retributiva para la sociedad, y de incluso, encontrarse con familia o amigos fuera del Penal, es inmensa para Jonny y Morra. “De pronto pasa gente conocida y te ven en la vereda pintando y se sorprenden. Está bueno”, señala con alegría el hombre que durante más de 20 años trabajó como pintor de casas.

Horacio se acerca a la charla y el Morra le confía que cuando aprenda “bien bien” a pintar, quiere hacer un mural “y pintarlo a él”, dice mientras abraza al artista. “Le quiero poner una frase”, agrega y le pregunto qué le escribiría: “uh, tantas cosas…tanto para agradecer”, dice con lágrimas en los ojos que le impidieron seguir hablando.

"Y sin agua ¿qué hacemos?" es el nombre del mural. (Foto: Marcelo Martínez)

La pintura la terminarán este viernes por la tarde. La idea es compartir un cierre de la actividad, cocinar y comer juntos. Pero claramente, no es el final porque como bien dijera Jonny, el buen desempeño de las tareas les abrió nuevas posibilidades y ahora, les pidieron que dieran el toque final a otro mural.

“Después de salir del Penal un rato volvés con otra cabeza. Te despeja, te da ánimos. Te ayuda a ver las cosas desde otro lugar”, resumen antes de ponerse manos a la obra otra vez. Todavía faltan detalles que terminar y pocas horas para hacerlo. Mates de por medio, avanzan con una tarea más que especial para ellos, para el artista y quienes compartieron estas semanas de laburo. (ANB)

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