jueves 25 de abril de 2024

RELATOS

Villa Llanquín, el paraje que mantiene la vida de campo, a pocos kilómetros de Bariloche

Callecitas sin bullicio, paisajes de estepa y pocos pero amistosos habitantes, hacen de este pueblo, un lugar digno de conocer.

sábado 25 de mayo de 2019
El pueblo está ubicado a menos de 40 kilómetros de Bariloche y tiene un ritmo de vida totalmente distinto.
Fotos: Marcelo Martínez.
Fotos: Marcelo Martínez.

Por Claudia Olate

Hace poco más de 80 años, la llegada de un poblador rural le daba origen a lo que hoy es Villa Llanquín, un pequeño paraje ubicado a pocos kilómetros de Bariloche, donde la vida de campo se mantiene casi intacta, y por sus calles, todos se conocen.

Lucio Llanquín llegó al lugar con paisajes de estepa, ubicado sobre la vera del río Limay, donde altas y curiosas piedras se erigen como parte del paisaje, tan distinto al cercano Bariloche, del que lo separan escasos 40 kilómetros.

Allí, en 1941 donó tierras que luego serían usadas para la construcción de la escuela, que poco a poco fue creciendo hasta el edificio que hoy se ubica frente a la plaza del pueblo, y en diagonal a la Comisión de Fomento.

El paraje se encuentra ubicado a menos de 40 kilómetros de Bariloche. (Foto: Marcelo Martínez)

El paraje cuenta con 350 habitantes aproximadamente, desperdigados en la zona rural, en viejas poblaciones que se afincaron en la zona en los comienzos de lo que hoy se transformó en el pueblo de la balsa, identidad obligada por estar del otro lado del río Limay y no tener un puente para el cruce.

Villa Llanquín cuenta con una Comisión de Fomento. Hace cuatro años, su responsable es Alejandro Sandoval, quien ganó las elecciones representando al Frente para la Victoria, aunque actualmente se encuentra más cerca de Juntos Somos Río Negro.

Alejandro Sandoval dejará este año la Comisión de Fomento, tras cuatro años de gestión. (Foto: Marcelo Martínez)

“Fueron años difíciles, no me tocó una buena época a nivel nacional”, dice desde su pequeña oficina ubicada frente a la única plaza del paraje, donde se concentran algunos juegos y un amplio espacio para que jueguen los niños.

Sandoval se muestra optimista, y a poco de finalizar su mandato no duda en decir que “logramos un montón de cosas que parecían imposibles”. En este sentido, enumeró algunas de las obras obtenidas para los pobladores, y una de las que más resaltan, es el alumbrado público que cambió la apariencia de las callecitas que componen a Villa Llanquín.

Entre otros logros de la gestión Sandoval, que llegó al comisionado de fomento con casi el 75 por ciento de los votos, se encuentra la compra de una máquina que se usa tanto en la parte pública, como también la aprovechan algunos pobladores cuando la requieren.

Sandoval destaca que a pesar de haber sido elegido por un partido diferente al provincial, “Weretilneck siempre estuvo disponible y nos dio una mano cada vez que lo necesitamos”.

Los habitantes se concentran frente a la ruta 40, aunque hay muchos en poblaciones rurales más alejadas. (Foto: Marcelo Martínez)

Actualmente una de las novedades más importantes es la posible apertura de un Centro de Educación para Jóvenes y Adultos en el poblado. La semana pasada hubo una reunión entre vecinos interesados, referentes de Educación y el comisionado de Fomento y “va bastante avanzado”, adelantó.

En principio son alrededor de 20 las personas interesadas en cursar sus estudios en esta nueva modalidad, que funcionaría de lunes a viernes de 17 a 21 aproximadamente. El edificio sería el mismo donde actualmente funciona jardín, primaria y secundaria, el mismo que hace tantas décadas, le dio vida al paraje.

Desde un tiempo a esta parte, Llanquín comenzó a explotar la veta turística, aunque “todavía cuesta encontrarle la vuelta”, considera Sandoval. De a poco, comenzaron con algunas ofertas como la pesca, aprovechando que tienen el río como protagonista indiscutido de su paisaje.

La pasarela y la maroma de Villa Llanquín son postales indiscutidas. (Foto: Marcelo Martínez)

El paraje ofrece una hostería, que trabaja más que nada con pescadores, y en los últimos años proliferaron los campings. Actualmente hay cinco predios habilitados para acampar, contra el único que existía hace 4 años.

“Algo que nos pone contentos es que haya gente local que empiece a vivir del turismo. A través de un convenio con Parques Nacionales conseguimos que algunos chicos se capaciten como instructores de rafting y ahora son ellos los que explotan ese servicio”, indicó el comisionado de fomento.

Por ahora, el objetivo para Llanquín es que mantenga su identidad de paraje. Por esto, no se lotean terrenos para la venta libre, sino que únicamente se venden aquellas propiedades particulares que cuenten con título para hacer la transacción. “Imaginate que si publicáramos que tenemos tierras en venta, mañana esto está lleno”, dijo el hombre.

Es que la tranquilidad de Villa Llanquín invita a quedarse. En las calles no se escuchan ruidos y el paisa de estepa deja sin aliento a más de uno. Los caminos que conducen a las poblaciones parecen perderse en las lomas que en otoño tienen ese dorado tan particular.

Los paisajes de estepa, animales y pobladores amables, son parte de la esencia de Villa Llanquín. (Foto: Marcelo Martínez)

Actualmente, el principal problema del pueblo, del que todos se quejan o hacer referencia, es la falta de transporte para llegar a Bariloche. Hasta 2018 la empresa Ko-Ko que realizaba el tramo San Martín de los Andes –Bariloche, llevaba a los pasajeros que solían esperar a la vera de la ruta, donde una garita anuncia la parada enfrente de la pasarela.

Con la quita de subsidios a nivel nacional, este tramo también se ve afectado y la empresa directamente no realiza más el recorrido. La gente vive esto como un gran problema, ya que no son muchos quienes tienen movilidad propia y llegar a la ciudad, aunque está a pocos kilómetros, a veces es un problema.

La falta de transporte es el tema más acuciante para los habitantes del paraje. (Foto: Marcelo Martínez)

Desde temprano, mientras aguardábamos para cruzar en la balsa que desde abril mantiene un horario de invierno de 8 a 20, la gente ya cruzaba la pasarela en dirección a la ruta. Muchos trabajan en Bariloche o Dina Huapi y a diario, de noche y sin importar las condiciones climáticas, tienen que salir y esperar que la suerte esté de su lado, y alguien los lleve mientras hacen dedo.

Sandoval explicó que el transporte es un tema que implica la intervención de Nación, porque atraviesa dos provincias: Río Negro y Neuquén. Durante muy poco tiempo, una camioneta ofició de transporte privado, pero al no contar con suficientes pasajeros a diario, dejó el servicio.  “Es algo con lo que estamos trabajando para llegar a una solución”, indicó.

El próximo 23 de junio se realizarán las elecciones en la Comisión de Fomento. Hay dos candidatos, Isabel Salazar por el Frente para la Victoria y Roberton Loncón por Juntos Somos Río Negro, acompañado por Sandoval. “Creo que ya cumplí mi ciclo, no era intención quedarme para siempre a cargo del comisionado”, resume. (ANB)

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