viernes 19 de abril de 2024

Día del chofer, una profesión de paciencia y respeto

Un 24 de septiembre, hace 90 años, circulaba en el país el primer colectivo para pasajeros.

lunes 24 de septiembre de 2018
Fotos: Emiliano Rodríguez.

Cada 24 de septiembre se conmemora el Día del chofer, debido a que un día como hoy, pero en 1928, comenzaba a circular el primer colectivo del país, en la ciudad de Buenos Aires.

Una profesión de paciencia, precisión, atención y respeto que implica recorrer infinidad de veces la misma ruta, con caras ya conocidas y otras nuevas. En Bariloche, hay una gran cantidad de choferes que a diario, recorren la ciudad para brindar el servicio de transporte urbano de pasajeros.

Aldo Cárdenas es uno de ellos, y si bien ya está cerca de jubilarse, cumple con su trabajo a diario como hace casi 35 años. “Empecé en la empresa Mercedes allá por el ‘84” recordó en diálogo con ANB.

El hombre tiene anécdotas para entretenerse. Es que más de 3 décadas atrás de un volante, dan muchos recuerdos. A veces buenos, a veces malos. “En su momento, la empresa 3 de Mayo fue una especie de academia de muchos conductores que hoy por hoy siguen trabajando”, relató Aldo.

Los recorridos cambiaron, y la empresa a cargo también, pero el trabajo sigue siendo el mismo: llevar responsablemente a los pasajeros a destino. “Antes todo era distinto, por empezar la ciudad era más chica, nos conocíamos todos, ya sabías dónde bajaba la doña del barrio y capaz la acercabas más allá de la esquina para que no camine tanto cuando andaba llena de bolsas”, destacó Aldo.

“Hay gente y gente y choferes y choferes”, dijo Aldo en relación al trato con los pasajeros, aunque remarcó que en el último tiempo, los usuarios están más “exaltados” que de costumbre y “los que pagamos los platos rotos somos nosotros”, sostuvo.

En este sentido, el hombre añadió que “soy nacido y criado en Bariloche y me entristece ver cómo se va perdiendo el respeto por el otro”, en relación a la falta de cumplimiento de las normas de tránsito, como la de los conductores que estacionan en doble fila o donde para el transporte urbano. “Le complican el día a los usuarios y a nosotros”, manifestó.

A pesar de todos los aspectos negativos o estresantes que puede tener la profesión, Aldo afirmó que ama lo que hace, y aunque está cerca de jubilarse, “salgo todos los días contento y agradecido de tener trabajo”. En las líneas en las que conduce el trabajador, nunca falta la música. “A la gente le gusta subir y escuchar un poco de música o que los saluden cordialmente”, dijo.

“Hace falta un poco más de empatía, de ponerse en el lugar del otro”, consideró Aldo y explicó que “muchas veces la gente se enoja porque no los llevas si no tienen SUBE o si no los dejás tomar alcohol arriba de la unidad, pero nosotros tenemos reglas que cumplir y tenemos un trabajo que mantener porque atrás nuestro hay una familia, a veces se olvidan de eso”.

Aldo finalizó con un especial saludo “a todos los que trabajan atrás de un volante, a mis compañeros, y a los que a diario salen a ganarse el pan con esta profesión”. (ANB)

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