miércoles 24 de abril de 2024

Comienza un año nuevo con nuevos desafíos políticos

Nuestro columnista Mariano Vila analiza lo que nos dejó el 2017 y lo que se vendrá en materia política el próximo año.

domingo 31 de diciembre de 2017
Comienza un año nuevo con nuevos desafíos políticos

Termina el 2017. Un nuevo año que se caracterizó por su intensidad política como suele suceder. Comienza un nuevo periodo, que tiene como particularidad no ser electoral, con un gobierno que a priori está consolidado políticamente hablando.

Un gobierno que a pesar de ciertos costos que puede pagar, termina aprobando leyes que comienzan a definir la impronta que quiere dejar como gestores de la cosa pública. Es cierto que alguno de estos proyectos no salieron aún, pero las últimas “batallas legislativas” le darán mayor sostén político para seguir profundizando en su propio modelo de gobierno.

Argentina abrió un nuevo capítulo político con la salida del kirchnerismo del poder diario. Un capítulo que tiene nuevos jugadores, y otros tantos que se repiten, pero que conservan como denominador común despegarse en su gran mayoría del kirchnerismo que cada vez es más cristinista.

En esa línea los gobernadores, salvo algunas excepciones, buscan proclamarse como facilitadores de la gobernanza que necesita el gobierno nacional. Algo así como para acomodar la cancha que luego será la escena de la disputa política; poner algunas reglas más o  menos claras y preparase para lo que vendrá. Los más osados se animan a pensar en 2019, pero los más sinceros recién ven en 2023 como una ventana real de oportunidades para reposicionarse.

Sucede que Macri como dirigente político, independientemente de las crisis que ha tenido que enfrentar sobre todo este año, sigue siendo un Presidente con un alto apoyo y legitimidad popular. La pérdida de imagen, en parte se da porque como todo actor de la política que la ejerce, tiene un desgaste natural. A veces producto de la propia gestión, pero otras veces de los propios errores que su gobierno genera.

Y Macri sabe que no tiene competidores preparados para jugar en su misma liga. Por necesidad o por convicción, ese será otro desafío de su gobierno. Lograr el consenso pertinente para que haya más de un jugador, y no solamente oficialismo explícito. El propio Presidente espera del otro lado tener adversarios políticos que aparte de no pensar igual, puedan compartir una misma mesa y lograr los denominados consensos básicos. Algo que parece tan básico justamente, pero que en Argentina no estamos acostumbrados. Estos días a todos les sorprendía por ejemplo, la foto en el despacho de Rogelio Frigerio, Ministro del Interior, de intendentes del PJ de la provincia de Buenos Aires con dirigentes de Cambiemos. Mientras no naturalicemos este tipo de escenas, difícil pensar en el bosque sin que el árbol nos tape.

El otro gran desafío que tiene el gobierno por delante será su participación en el escenario internacional que tendrá dos ejes principales el año próximo. Uno que pasa más desapercibido, pero que podría tener un impacto mundial prontamente. La realización de los juegos olímpicos de la juventud en Buenos Aires. Si todo sale como está planeado, estos juegos serán la antesala para la candidatura de Buenos Aires como sede de los juegos olímpicos en un par de años seguramente.

El otro evento extraordinario, del cual aún no se toma mucha dimensión todavía, es la reunión del G20 a final del año que reunirá a los 20 principales líderes mundiales, más algunos invitados especiales en Buenos Aires para cerrar un calendario de reuniones que llevarán adelante los grupos de afinidad (B20, W20, T20, S20, L20 y Y20) desde los próximos días.

El gobierno tiene que haber tomado nota de la undécima reunión ministerial de la OMC que se realizó hace algunos días también en Bueno Aires, y que pasó sin pena ni gloria en parte por el alto nivel de conflictividad que había en la calle producto de los debates en el Congreso de la Nación, y en parte porque nuestro país no morigeró del todo bien las expectativas del caído acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Por momentos parecía que esa reunión internacional era sólo para firmar este acuerdo, que al no lograrse, pareció que todo fue un fracaso.

La clave de todo esto está en la reinserción de Argentina en el mundo, y en el respaldo internacional de la comunidad mundial a nuestro país. Depende de todos nosotros que las cosas que se darán, sucedan con la mayor normalidad posible. Ojalá el próximo 31 de diciembre de 2018 podamos acordarnos del año que comienza, como un gran año. Una eterna promesa que siempre nos hacemos.

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