viernes 29 de marzo de 2024

Si practicas un deporte, esta noticia te va a interesar

¿Qué medidas se puede tomar para evitar la muerte súbita? El cardiólogo Alejandro Esteban nos comparte una serie de recomendaciones.

lunes 21 de agosto de 2017
Los estudios cardiológicos son fundamentales para evitar una muerte súbita.
Foto: Internet.
Foto: Internet.

Los medios de comunicación nos han mostrado, en los últimos años, dramáticas escenas de Muerte Súbita en deportistas, algunos de ellos verdaderos atletas de elite.

Cuando ello ocurre la sociedad toda se conmociona y surgen muchas dudas sobre la verdadera capacidad de las evaluaciones precompetitivas para detectar aquellos individuos que presentan un riesgo aumentado para sufrir dichos eventos.

Se trata de personas jóvenes que pueden ser considerados por su entrenamiento y práctica del deporte como el grupo más “saludable” de la población. La práctica del deporte competitivo y el entrenamiento intensivo incrementan el riesgo de Muerte Súbita. La mayoría de dichos eventos se presentan en personas con alteraciones cardíacas previas, en especial alteraciones genéticas que han podido ser identificadas en las últimas décadas.

Incidencia

La incidencia de muerte súbita durante la actividad deportiva es escasa. En la serie irlandesa de Quigley es de 1 caso por 600.000 habitantes; en la serie de Tabib , de Lyon y Saint-Etienne es de 0,26 casos/100.000 habitantes/año; en la serie de Ragosta de Rhode Island, en deportistas no profesionales, es de 0,36/100.000 habitantes/año para los menores de 30 años, y de 4,46 y 0,05/100.000 habitantes/año para varones y mujeres, respectivamente, mayores de 30 años.

La incidencia en deportistas de competición de las escuelas secundarias estadounidenses se estima en torno a 1/200.000/año. En corredores de maratón la incidencia es de 1/50.000 y en trotadores de 1/15.000/año. En la región del Véneto la incidencia entre deportistas es de 1,6/100.000/año. Desconocemos la prevalencia de muerte súbita asociada al deporte en nuestro país.

Muerte súbita en deportistas

Existe un consenso general que en mayores de 30 años la causa más frecuente es la enfermedad coronaria, en los más jóvenes, hay variaciones de acuerdo a las diferentes regiones estudiadas; las causas más habituales son la miocardiopatía hipertrófica, miocardiopatía arritmogénica y las anomalías coronarias. Otras causas menos frecuentes son las canalopatías, miocardiopatía dilatada, miocarditis, anomalías congénitas, valvulopatías, disección aórtica.

Aproximadamente en un 30% de los casos la causa es desconocida, aún después de realizar estudios y necropsia.

Evaluación 

Consideramos que la medida más importante para la evaluación del riesgo de muerte súbita asociado a práctica deportiva es la evaluación clínica realizada por el cardiólogo.

Las recomendaciones de la American Heart Association, incluyen: evaluación de los antecedentes familiares (especialmente en cuanto a muertes súbitas o enfermedades cardíacas), antecedentes personales (soplos, hipertensión sistémica, fatiga, síncope y disnea o dolor torácico asociados al ejercicio) y una exploración física (soplos, pulsos femorales, rasgos de síndrome de Marfan y medida de la presión arterial).

Otras entidades científicas consideran que un reconocimiento cardiológico básico debe incluir, además, un electrocardiograma de reposo de 12 derivaciones y una prueba de esfuerzo submáxima. El hallazgo de Enfermedad Coronaria como primera causa de muerte súbita en deportistas apoya esta tendencia. Además, el electrocardiograma puede ser útil para detectar las Miocardiopatías hipertróficas, anomalías coronarias, síndromes de QT largo, de Wolff-Parkinson-White, de Brugada, etc.

La introducción de la ecocardiografía junto con la historia clínica y el electrocardiograma permiten un diagnóstico correcto de la mayor parte de los pacientes con Miocardiopatía Hipertrófica (MCH).

Pueden existir falsos positivos (corazones de atleta) en deportistas de competición que practican ciclismo o remo (en quienes se dan las hipertrofias más severas) y falsos negativos (hay formas de MCH que no son detectables hasta la adolescencia y existen formas de MCH sin hipertrofia) si bien en estos pacientes los electrocardiogramas suelen ser patológicos.

Respecto a la Miocardiopatía Arritmogénica, cuando la dilatación ventricular derecha es nula o la afectación es ventricular izquierda, no se observan alteraciones ecocardiográficas, y es fundamental el papel de la electrocardiografía en estos casos. Se ha considerado la resonancia nuclear magnética como una de las mejores herramientas para su diagnóstico, pero su elevado coste y la existencia de falsos positivos y falsos negativos hacen que su rentabilidad no sea alta.

Hacia una estrategia razonable

Si bien la evaluación cardiológica precompetitiva puede detectar individuos con riesgo aumentado de sufrir muerte súbita, y apartarlos o limitar su desarrollo, la realidad indica que dichos eventos continúan ocurriendo durante la práctica deportiva o inmediatamente después de competencias o entrenamientos.

Consideramos que se deberían establecer sistemas para llevar a cabo una resucitación cardiopulmonar rápida y eficaz. Esto supondría la difusión entre la población deportiva de las maniobras de resucitación cardiopulmonar básica y la instalación de DEA en todos los lugares donde se concentran las actividades deportivas (polideportivos, gimnasios, competencias de atletismo, etc.). Finalmente se debería desarrollar un registro nacional de Muerte Subita que nos permita conocer nuestra realidad específica y concientizar a la población de la importancia que tienen los estudios post mortem para alcanzar estrategias de prevención más eficaces.

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