jueves 28 de marzo de 2024

Recalculando...

Con la llegada del nuevo año laboral y escolar, muchos preguntan a la nutricionista Elena Boggio cómo volver a una rutina. Su primer respuesta es: ¿Por qué todo se desordena en las vacaciones?.

domingo 26 de marzo de 2017
Recalculando...

Comenzó un nuevo año y el tiempo pasa tan rápido que estamos llegando al cuarto mes y aún tengo la sensación que es Febrero y... ¡Hay que prepararse para el inicio de clases!

Quizás algunos lectores compartan esa sensación conmigo, lo cierto es que en estos tiempos se vive más rápido de lo que somos capaces de percibir y adaptarnos también. Con esta llegada de nuevo año laboral y escolar, muchos me preguntan: ¿Cómo se hace para organizarse con la comida y volver a un orden o rutina después de las vacaciones. En principio mi respuesta a esa pregunta es: ¿Por qué todo se desordena en las vacaciones?

Es muy habitual que los horarios de las comidas y su calidad cambien en tiempo estival. Al viajar o no tener que cumplir con horarios escolares o laborales, suele suceder que no se desayune, que se almuerce después de las 14 o 15 hs, que se haga una merienda tardía muy cargada de harinas, que se cene tarde y con alimentos no habituales durante el año lectivo o laboral y que en vacaciones son habitué y nos dejan con un peso o malestares digestivos extras al comenzar Marzo. Desde mi punto de vista es lógico que uno busque descomprimir horarios y relajarse un poco con los tiempos, pero de ahí a improvisar o excederse con cierto tipo de alimentos hay una brecha amplia y esa es la que no deberíamos descuidar. ¿Descuidamos nuestra higiene bucal o personal cuando estamos de vacaciones? ¿Por qué deberíamos descuidar nuestra alimentación durante 2 o casi 3 meses? La alimentación es parte clave en nuestra salud...¿Debería tomarse vacaciones tan largas ?

Todo cambio y evolución lleva un tiempo y proceso, creo que lentamente se está generando mayor conciencia en cuanto a la relevancia que tiene la alimentación en nuestra salud. Quizás dentro de un tiempo estos descontroles o desarreglos comunes durante vacaciones no sean tan habituales.

Ahora volvamos a la pregunta inicial, cómo empezar a organizar nuevamente nuestra alimentación luego de vacaciones? Comencemos por hacer un ejercicio mental que cambie la connotación negativa que culturalmente sentimos con la palabra orden. Creo que el orden puede facilitarnos y ser vía libre para nuestra salud, bienestar, tiempo de relax o de familia en calidad, buen sueño, etc. Cuando llevamos una vida más ordenada u organizada, en general se facilita todo. Digo en general porque hay excepciones por supuesto. En tema alimentario, si planificamos que comidas se harán durante la semana para la familia, se evita caer en la improvisación. Un viernes por la tarde, sábado o domingo se puede hacer la compra semanal para asegurar provisiones para toda la semana. Teniendo variedad de verduras, frutas, proteínas magras (pescado, pollo, cerdo, huevos) granos, semillas y frutos, todo tipo de menú es posible de preparar y en poco tiempo.

Para los que no tienen tiempo de cocinar o no les gusta cocinar, siempre hay opciones de viandas o comidas saludables para llevar.

 

Recordemos algunos consejos básicos para comenzar a ordenarnos:

  1. Realizar un desayuno: frutas, huevos pasados por agua o revueltos, frutos secos, avena, pan integral, quesos magros son algunos ejemplos que podemos incorporar a diario por la mañana.

  2. Tener a disposición para nosotros o nuestros hijos una ingesta de media mañana o media tarde si la jornada es larga: puñado de frutas secas, fruta fresca, sándwich de pan integral, yogur.

  3. Planificar tanto almuerzo como cena: tener pensada la guarnición de vegetales, granos y fuente de proteína de cada comida. Se puede cocinar en abundancia y luego freezar por porciones para no hacerlo a diario.

  4. Intentar realizar las 4 comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda, cena) disminuyendo la cantidad a medida que pasan las horas y sostener un margen horario de una hora para cada una.

  5. Tomar abundante cantidad de agua, uno o dos vasos en cada comida y durante la mañana o tarde llevar botellitas con agua o termo con mate si resulta más práctico.

Y ante todo, no desesperar por el residual que nos dejó el verano. Que el árbol no nos impida ver el bosque. Busquemos como objetivo aprender a alimentarnos adecuadamente y los vaivenes en nuestro peso y salud dejaran de aparecer.

¡Hasta la próxima!

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